El cordobés Pablo Giesenow perdió sus dos piernas en un accidente de auto pero a dos años de la tragedia, instó a «sentir que con fuerza de voluntad todas las puertas se abren y los caminos se hacen más llanos».
Pablo Giesenow perdió sus dos piernas en un accidente automovilístico registrado en 2015. A dos años de la tragedia, anoche brindó una charla motivacional en la localidad de Villa Elisa, donde vive su hermano, el Dr. Juan Giesenov.
«En menos de tres años he podido rehabilitarme bien, corro, hago natación e incursiono en cada deporte en el que me invitan. Con la mirada en alto y en búsqueda de nuevos objetivos con intensidad, amor y pasión por las cosas que estoy haciendo», contó a Villa Elisa al día, el hombre de 40 años que además ejerce como abogado en la localidad cordobesa de Viamonte.
El cordobés fue invitado por la localidad que le abrió el corazón a su hermano Juan Giesenow y su familia, fue así que como forma de retribución, se prestó a contar su experiencia y a llevar su mensaje de optimismo en este comienzo de año.
Caminando con soltura, Giesenov explicó con vídeos las distintas etapas de su vida desde su Viamonte natal, su familia, el deporte y lo que significa aceptar la realidad por más cruel que sea.
«El apoyo de familiares, amigos, colegas, es lo más importante, uno de esos pilares que nos sostienen. Recibo buena onda y mucho apoyo, a cada gimnasio que voy, no me miran con pena o lastima, sino más bien con admiración porque aun sin piernas voy a entrenar todos los dudas y sin quererlo, a demostrar que no hay escusas para hacer o que nos hace bien», remarcó en una charla que mantuvo con Villa Elisa al día.
Giesenov contó que irá a Japón a los Juegos Paralímpicos y que a partir del 16 de febrero subirá al Aconcagua con deportistas de renombre, como Paula Pareto, Santiago Lange, Fabricio Oberto y con una mujer de 83 años que compite en maratón. También comentó que fue a visitar a Braian Caire, quien padeció un accidente similar.
«Mi vida anterior parece hasta aburrida a la hora de compararla con todas las cosas que estoy haciendo ahora. Hace dos años, mi objetivo era poder levantarme de la silla para lavarme los dientes de parado, y parece loco e increíble», remarcó.
Su mensaje estuvo dirigido a todos quienes nos preocupamos por cosas insignificantes, sin apreciar lo que poseemos.
«Siempre con actitud positiva, que miren a su alrededor y aprendan a dimensionar los problemas reales de lo que son las meras dificultades cotidianas que todos tenemos, y si realmente consideran que es un problema preocúpense y avancen sobre él porque todo tienen solución», encomendó. «Si antes del accidente me preguntaban cómo sería mi vida sin piernas, diría que sería nada parecido a todo lo que estoy haciendo ahora porque limites están más en nuestra cabeza», subrayó al tiempo que instó a «sentir que con fuerza de voluntad todas las puertas se abren y los caminos se hacen más llanos». (El Once)