Los vecinos debieron hacer frente a tareas de limpieza. También por la cantidad de botellas, vasos y otros residuos acumulados en las calles.
En las primeras horas de ayer se produjeron festejos callejeros masivos en Concepción del Uruguay, alternativos al oficial en el Multieventos, sin que hayan tenido la autorización de las autoridades municipales. Hubo varios puntos de convocatoria: al ya ‘clásico’, en la plaza Justo José de Urquiza, se sumó el de la plaza Constitución, en el Puerto Viejo; el de avenida costanera Paysandú, en la zona portuaria; y el de Henri y Rosario, en Los Tanques, entre otros.
Con excepción del primero, que se extendió hasta aproximadamente las 2:00, los restantes se desarrollaron durante la madrugada y hasta entrada la mañana. Allí no faltó la música a todo volumen, emanada desde los potentes bafles, que hicieron vibrar los vidrios de las viviendas aledañas, y bebidas, en especial, alcohólicas, en envases de vidrio y plástico de variados tamaños y colores.
El consumo desmedido hizo que se generaran entre los concurrentes gritos, corridas y conductas fuera del buen gusto y del decoro, sobre todo en las mujeres. Todo ese combo generó un “gran dolor de cabeza” para los frentistas, quienes, prácticamente, no pudieron descansar como ellos hubiesen querido hacerlo en el feriado del Año Nuevo. Es más, toda esa situación perduró hasta aproximadamente las 8:00, cuando ya se tenía luz natural.
“El nuestro se caracterizó por ser un barrio de gente trabajadora y tranquila, por lo que no sabemos cómo se pudo desencadenar semejante desorden”, expresó un residente en Los Tanques al destacar la actitud de los vecinos de barrer y limpiar la calle plagada de botellas rotas y levantar los vidrios peligrosos para las cubiertas de los autos, las motos y las bicicletas.
En tanto que las familias del Puerto Viejo manifestaron que la noche del Año Nuevo fue más “tranquila” que la del 25 de diciembre, donde, según las cámaras de vigilancia, se constató que un grupo de jóvenes, que se movilizaba en un moderno vehículo, retiró los bulones de algunos asientos de la plaza Constitución para arrojarlos en inmediaciones de la zona portuaria. “¿Con qué fin cometieron tal fechoría?”, se preguntaron los frentistas. (La calle)