Las jóvenes estudiantes Marisol Falcone y Milagros More fueron premiadas por desarrollar un sistema para detectar gluten en los alimentos. El proyecto surgió en una escuela secundaria del partido bonaerense de La Matanza.
Dos estudiantes del partido bonaerense de La Matanza fueron premiadas en Chile por crear un original sistema que puede detectar si un alimento es apto para ser consumido por personas celíacas.
La idea surgió a partir de que muchas personas que padecen esta enfermedad dañan su salud al ingerir comida no apta para su condición.
El proyecto surgió dentro de la escuela de Educación Secundaria Técnica N°5 de San Justo. «Es la primera vez en el partido de La Matanza, –entre las escuelas técnicas del Estado– que con una feria de ciencias se pasa a una instancia nacional», celebró ante Clarín Marta Palacio, vicedirectora del colegio que tiene unos 700 alumnos.
Una gran emoción
Marisol Falcone y Milagros More fueron premiadas en el XVIII Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología Explora que se desarrolló en Arica, Chile. «Fue una emoción muy grande, y para las familias también. Para todos era la primera vez que viajamos en avión, fue algo muy nuevo», contó a este medio Falcone, de 19 años, que actualmente estudia Medicina en la Universidad Nacional de La Matanza.
«Es un orgullo para nosotros como docentes llegar a esta instancia. Formar a los científicos del mañana. Más en una escuela técnica pública, donde todo es a pulmón. No tenemos ningún recurso, salvo los compañeros y los directivos que apoyan con rifas para comprar alguna cosa que necesitemos», agregó el docente Pablo Salazar, quien coordinó el equipo junto a Anabela Pi.
A su regreso, las jóvenes fueron recibidas por el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, y su par de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny. Ambas siguen trabajando en el «DETTEC TAC», el nombre que le pusieron a su creación.
Cómo funciona el método
El proyecto surgió tras conocer que muchas personas celíacas padecen recurrentes malestares al ingerir alimentos que, aparentemente no contienen TACC (sigla de trigo, avena, cebada o centeno, cereales que contienen gluten, que es la sustancia que daña a los celíacos). Por esta razón las estudiantes propusieron un método de detección en base a una tira reactiva, que permite descubrir la presencia de TACC en los alimentos antes de consumirlos, publicó Clarín.
«Es principalmente para las personas cuando van a un restaurante y llevan su vianda porque no pueden comer con TACC. Entonces, cuando se la dan al mozo para que la recaliente en la cocina se la pueden contaminar en el microondas o al traspasar el plato con un cubierto contaminado con gluten», explica Falcone
Un sistema simple
La idea es desarrollar un kit de uso simple y duradero, que la persona pueda llevar en la cartera. «Tirás un pedacito de la comida, con una gotita de líquido –un suero que ya viene en el kit en un frasco gotero– y ahí mismo lo ves. Si en la comida se hacen como pelotitas, es que está contaminado. Y si queda como vos lo echaste, no está contaminado», detalla Falcone. El resultado podría verse en solo 15 segundos.
Marisol Falcone y Milagros More fueron premiadas por desarrollar un sistema para detectar si un alimento es apto para celíacos (Ministerio de Educación).
El invento está en desarrollo y en proceso de patentamiento. «Hay que seguir avanzando, quedan muchas cosas por analizar. Pero el método funciona», subraya Falcone. «Seguimos investigando para que no quede acá y realmente pueda ser algo que llegue a muchas personas. La idea a futuro es que un laboratorio nos pueda avalar el producto», continúa la joven.
Para seguir estudiando
El premio que recibieron es un incentivo para seguir estudiando, pero la futura médica subraya que «no recibimos ayuda económica de ningún lado» y que les faltan algunos materiales y gente realmente especializada que los pueda asesorar. «Eso nos está trabando un poco», contó.
Según las averiguaciones que hizo el equipo, en ningún lugar del mundo existe un método igual a este con el mismo objetivo. En Estados Unidos hay unas tiras, pero son muy caras –cuestan 6.000 dólares–, solo sirven para 25 reacciones y no llegan a nuestro país.