Los niños fueron separados de su madre y están bajo la guarda de la tía, quien pide ayuda para enviarlos a la escuela. Relató que el COPNAF colaboró con tres colchones pero una sola cama, en la que los tres hermanitos duermen juntos.
En mayo de este año, se publicó un grave caso de abuso a una niña por parte de un convicto, que por impericia o negligencia de diferentes autoridades, ocurrió en el interior de la Unidad Penal Nº 1 de la ciudad de Paraná, en el marco de una visita que realizó la pareja del detenido al sujeto, que cumplía una condena por abuso sexual.
La mujer que llevó a sus hijos a las visitas en el interior del penal, es investigada y se decidió separar a los niños de la madre: se trata de una nena de 11 años que habría sido abusada, una de nueve, y un hermanito de siete.
El director de Restitución de Derechos del COPNAF, Ariel Villanueva, confirmó el 17 de mayo pasado que se dispuso una medida de protección excepcional para tres hermanitos. Sin embargo, después de aquellas gestiones, la situación de los mismos no mejoró y ahora, necesitan ayuda y algunos de sus derechos están vulnerados.
Ayuda para mandarlos a la escuela
Marisol, tía de los tres niños dialogó con el programa El Despertador sobre la situación actual de los menores y pidió una mano solidaria que los ayude a continuar con sus tareas cotidianas, luego de una cadena de desacertadas decisiones.
«Las nenas están conmigo, pero nos dejaron sin ayuda y necesitan cosas. Con lo que gana mi marido nos alcanza para comer y nada más. Lo que sucede, es que hace dos meses, no podemos cobrar la asignación de ellos porque está en trámite, pero los chicos necesitan zapatillas y útiles escolares», remarcó la mujer en diálogo con Elonce TV.
Sin contacto con la detenida
Cabe recordar que los pequeños quedaron a cargo de Marisol tras descubrirse el abuso de al menos una de las menores, ya que el padre biológico de los niños, también cumple una condena en el penal de la capital entrerriana, pero fue quien denunció lo que sospechaba que pasaba con sus hijos.
Marisol es hermana de la mujer que entregó su hija a su pareja para que la abusara durante su encierro en la cárcel de Paraná. «No tenemos contacto con mi hermana, pero sé que está detenida», dijo y agregó que «las nenas no se acuerdan de lo que pasó y no hablan de eso, pero van al sicólogo», remarcó.
Tres colchones pero una cama
«Todo con lo que nos puedan ayudar sirve. Al Copnaf le reclamamos el pedido que ya le habíamos hecho de una cama, porque los tres nenes están durmiendo juntos en una camita», señaló a Elonce TV sobre la difícil situación de la familia. «Lo de la Asignación nos dijeron que está en trámite pero es difícil porque mi marido hace changas y yo tengo la Asignación de mi bebé y nada más, con eso nos mantenemos», explicó Marisol.
Cuando se empeora la situación
«Lo único que nos dio el COPNAF fue una camita en la que duermen los tres y tres colchones. Después, llamé para pedir otra cama y me dijeron que no, porque el caso había pasado a Violencia de Género», señaló con tristeza y preocupación la tía de los chicos que pide ayuda para enviarlos a la escuela y mejorar la condición de vida de los hermanitos, que fueron olvidados por el Estado tras ser retirados de su casa por el abuso a una de las niñas.
Marisol también se mostró dispuesta a trabajar para ayudar a sus sobrinos y dio a conocer su número de celular para quien pueda ayudarla con algún trabajo: 0343 154 721 128.
Sobre el abuso en la cárcel
«Tratamos de no hablar sobre lo que les pasó, aparentemente, ellas no se acuerdan de nada», dijo y manifestó que los profesionales también la ayudan a ella con recomendaciones para actuar. «En un centro de salud nos aconsejan sobre cómo hacer», afirmó a Elonce TV y antes de finalizar reiteró su pedido de ayuda para mejorar la situación de los menores.
El tremendo caso
Los abusos ocurrieron en el interior de la cárcel de Paraná, cuando la mujer visitaba a su pareja, un interno del penal que cumple una condena de 16 años de prisión por tres abusos sexuales cometidos en Paraná, entre ellos, el de una menor de edad, más otro caso que perpetró en la provincia de Catamarca.
Este sujeto estaba alojado en el pabellón de violadores y la mujer mantenía una relación de aproximadamente dos años con el mismo. Lo habría conocido cuando iba a visitar al padre biológico de las niñas, otro interno condenado por homicidio.
Tras ventilarse el terrible caso, se secuestraron celulares en el penal, se detuvo a la madre de los chicos y se incautó su celular y un chip que la mujer escondía.
El entrecruzamiento de llamadas y mensajes entre los sospechosos fue «central». Incluso, en algunos de dichos registros quedaría evidenciado que la madre «entregaba» a la mayor de las niñas al condenado para que éste abusara de ella. (El Once)