La aberrante muerte de la joven impactó, y hubo voces que utilizaron la desgracia, pero no movieron la actuación del Estado. Al menos en la investigación del rol de los jueces en la liberación de los principales acusados por el crimen.
La sentencia en el juicio por el femicidio de Micaela se conocerá antes de que el Jurado de Enjuiciamiento pueda expedirse en torno al proceso de jury al juez de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, Carlos Rossi, que fue quien dictó sentencia el 1º de julio de 2016 por la cual puso en libertad a Sebastián Wagner, principal acusado por el femicidio de la estudiante en Gualeguay, el 1º de abril último.
Comienza el juicio
El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay estableció que el juicio a todos los acusados por ese femicidio comenzará el 21 de septiembre y se extenderá hasta el 6 de octubre. En el banquillo estarán sentados, además de Wagner, el dueño del lavadero de camiones a donde trabajaba, Néstor Pavón, y el hijo de la pareja de éste, Gabriel Otero, acusados del delito de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio calificado por alevosía y femicidio. Mientras, la pareja de la madre de Wagner, Fabián Ehcosor, será juzgado por el delito de encubrimiento agravado.
Freno a la investigación
Pero mientras la causa penal por el femicidio de Micaela García da pasos en firme, la investigación en torno al comportamiento del juez Rossi parece haberse detenido.
La aparición del cuerpo sin vida de la joven, el sábado 8 de abril, en un descampado de Gualeguay, disparó una repulsa general. Y la presentación de ocho pedidos de enjuiciamiento por supuesto mal desempeño.
El primer pedido de jury fue formulado por el senador Nicolás Mattiauda (Cambiemos) el mismo sábado 8 de abril, cuando en todo el país se convocaron marchas de repudio por el nuevo femicidio.
Mattiauda recordó que la libertad de Wagner fue dispuesta por Rossi «a pesar de que los distintos informes técnicos que habían realizado el Equipo Técnico Criminológico, el Consejo Correccional de la Unidad Penal Nº 9, donde estaba alojado, y el Equipo Interdisciplinario del Juzgado de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, eran negativos y aconsejaban la permanencia de Wagner en prisión, como así también el fiscal del caso había dictaminado desfavorablemente porque el artículo 13 del Código Penal de la Nación requiere informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social, y esta persona no los tenía».
Después del pedido de Mattiauda, hubo otros siete, pero el Jurado de Enjuiciamiento empezó a tropezar con una dinámica que impuso la defensa del juez acusado, que ejercen los abogados Guillermo Vartorelli y Miguel Cullen: recusaron a dos integraciones distintas del cuerpo.
La iniciativa y el primer abandono
Es más: el Jurado de Enjuiciamiento apenas se reunió dos veces, el 18 de abril y el 8 de mayo, y en medio sólo pudo dar curso a las sucesivas recusaciones. El primero en dejar el Jurado fue el presidente del cuerpo, el diputado Diego Lara (FPV). Su lugar fue ocupado por Daniel Carubia, integrante de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Las recusaciones también alcanzaron a la diputada Rosario Romero (FPV) y los senadores Ángel Giano (FPV) y Roque Ferrari (Cambiemos); y el vocal del STJ, Emilio Castrillón. Los defensores les reprocharon haberse manifestado en torno al caso Micaela García, y así haber incurrido en prejuzgamiento.
El Senado nombró reemplazantes: Lucas Larrarte y Daniel Olano (FPV); a Castrillón, lo suplantó Susana Medina de Rizzo, y a los diputados Lara y Romero, Daniel Koch (Frente Renovador) y Esteban Vitor (Cambiemos).
Pero hubo otra recusación, esta vez sobre Koch y Vitor. Fue entonces que la Cámara de Diputados debió convocar a un plenario especial y designar a los reemplazantes, Jorge Monge (Cambiemos) y Gustavo Zavallo (Frente Renovador).
El proceso
Pero ni Monge ni Zavallo han podido ocupar sus lugares en el Jurado de Enjuiciamiento por cuanto desde el 8 de mayo el plenario no se reúne.
Una vez que los diputados puedan ocupar sus lugares, el Jurado deberá analizar las recusaciones de Koch y Vitor; resuelta esas recusaciones, y con la conformación que tome entonces el cuerpo, deberá evaluar las primeras recusaciones. Sólo después de que todo eso quede resuelto, podrá empezar recién a tomar nota de los pedidos de jury al juez Rossi. No antes.
Amenaza de juicio político
Sergio Kneeteman, presidente del bloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, insiste con un pedido que ya planteó en el recinto el 19 de junio último, cuando fueron votados Monge y Zavallo: no se tolerará una recusación más y urgió a avanzar con el proceso de jury. De otro modo, anticipó que impulsaría procesos de juicio político a los dos miembros del STJ que integran el Jurado, Daniel Carubia y Susana Medina de Rizzo.
En diálogo con El Diario, Kneeteman insiste con esa postura. «El Jurado quedó con cuatro miembros que no fueron recusados, y pudo haber avanzado, no esperar los reemplazos. En vez de eso, se siguieron aceptando recusaciones, y ésa es una maniobra dilatoria del proceso. A Vitor lo recusaron por haber acompañado con su firma un pedido de informes de la diputada Gabriela Lena sobre el funcionamiento del Patronato de Liberados. Eso es querer dilatar el proceso», señaló.