La denuncia de Thelma Fardín a Juan Darthés por abuso sexual en 2018 fue un impulso para que muchas mujeres jóvenes de la ciudad de Victoria se animaran a contar lo que habían padecido. El lugar elegido para revelar lo que padecieron y evitar que otras adolescentes sufran lo mismo fueron las redes sociales.  Sin embargo, todo quedó en una mera cuestión mediática. Recién tres años después una víctima se animó a concurrir a la fiscalía a contar los vejámenes que había sufrido a manos de Salvador Ghiggino y otros dos amigos de él. Un informe del programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) sobre una historia que permanecía oculta pese a las denuncias y a la reciente condena.

La mecha que hizo explotar la bomba fue el intento del hoy condenado a 13 años y medio de cárcel de volver a violar a la joven. A través de un mensaje de WhatsApp le hizo saber a la joven que quería verla. Le advirtió que si no tenían sexo una vez más iba a viralizar en las redes sociales las fotos íntimas que él le había tomado tras violarla cuando ella estaba inconsciente.

El fiscal Eduardo Guaita no podía creer lo que estaba escuchando ese 11 de mayo de 2021. De inmediato, ordenó medidas de pruebas y arrancó una investigación que terminó sumando otras cuatro denuncias y reveló un modo operandi del violador Ghiggino, que según las pericias psicológicas goza del sufrimiento de otras personas.

Las jóvenes eran drogadas, violadas y amenazadas. Él contaba a viva voz tener contactos en el Poder Judicial y en Toxicología de la Policía. Es más, una vez se tomó una foto en un juzgado de Paraná colocando dinero arriba de un escritorio como simulando una paga.

Cuando declaró negó los abusos, pero reconoció haber estado con las víctimas. También rechazó vender droga. “Quiero aclarar que yo trabajé cinco años de informante de Toxicología”. No solo era transa y abusador, sino también alcahuete de la Policía.

Ghiggino era conocido en los ámbitos más oscuros de Victoria por vender droga a domicilio, en especial cocaína. Ese era su modo de relacionarse con la gente y de ser muy “popular” en la noche de la ciudad de Las Siete Colinas.

Una de las víctimas contó que en el boliche “Chavato”, Ghiggino le convidó un trago y que cuando despertó estaba desnuda en una cama y alrededor había preservativos usados. Los psicofármacos encontrados en la casa del acusado, según la médica que los analizó los efectos de los medicamentos combinados con alcohol son: somnolencia, lentitud en los reflejos, hipotonía muscular, mareos, cansancio, ataxia (descoordinación de los movimientos voluntarios), disfasia o disartria, alteraciones en el comportamiento, amnesia, excitación paradójica, alteraciones de la visión y la audición.

Otra contó que una vez lo acompañó a un motel a vender cocaína. Al parecer, Ghiggino necesitaba que alguien lo escolte para que lo dejen ingresar al lugar. Una vez en el interior de una de las habitaciones, la joven quedó sola y él salió de recorrida a vender. La muchacha reconoció que en ese momento era consumidora de cocaína y que tras esnifar se sintió muy mal y al despertarse estaba desnuda.

Del relato desgarrador de una de las víctimas que fue abusada en la zona del arroyo Manantiales, ubicado a 15 kilómetros de Victoria en dirección a Paraná, surge que Salvador Ghiggino obligó a una de sus víctimas a vender cocaína y marihuana. La joven en ese momento tenía 17 años. Le dijo que sino vendía iba a mostrar videos y fotos íntimas de ella en las redes sociales. La adolescente comercializó hasta que puedo zafar.

Cada una de las víctimas relató su suplicio. Muchas guardaron silencio por muchos años por miedo. Se sintieron culpables de haber caído en las garras de Salvador Ghiggino, hoy de 33 años. Hablar las liberó. Se cree que hay muchas más víctimas que por vergüenza o miedo callan.

Las denunciantes les dejaron en claro al fiscal Guaita que tenían miedo a la exposición pública y el escrache. Ninguna quería un juicio por Jurado como hubiese correspondido por la pena en expectativa. Cada una de las víctimas le manifestó al fiscal que preferían un acuerdo de juicio abreviado. Este temor de las víctimas hizo más difícil el trabajo de la fiscalía. Además de imponer una condena por abuso sexual, amenazas, extorsión y comercio de estupefacientes se dispuso para los tres condenados la extracción del patrón genético y su inclusión en el Registro Provincial de datos genéticos que funciona en el ámbito del servicio de genética forense dependiente del Superior Tribunal de Justicia. Para la fiscalía lo que se logró fue muy importante más allá de los cuestionamientos que hubo por el monto de la pena.

 

Una caja de pandora

El fiscal Guaita escuchó con atención el relato de la joven que se presentó en su despacho en mayo de 2021. La muchacha realizó un detallado relato de lo que padeció el 1 de enero de 2015. Ese día ella salió con amigos y terminó dando una vuelta con Ghiggino y otros dos más en un Ford Falcon amarillo. Lo que era un festejo por la llegada del año nuevo terminó siendo una pesadilla. La joven tomó fernet con coca y no recordó más nada. Cuando se despertó tenía toda la ropa rasgada y estaba en el asiento trasero del auto. Recién el 2 de enero a las 19 horas reaccionó.

Después de un tiempo, la joven escuchó que otras chicas advertían que Ghiggino tenía fama de ponerle pastillas a las bebidas de las chicas, dormirlas y abusar de ellas. Pero nadie quería denunciar por miedo a la exposición. Previo a la denuncia del 2021 hubo una joven que en 2018 dijo que la estaban extorsionando con un video íntimo, pero el caso quedó archivado y no avanzó.

La denuncia funcionó. Guaita ordenó allanamientos y diversas medidas que terminaron con el arresto preventivo de Ghiggino, Carlos Chazarreta y Camilo Werbrauk. Tanto Chazarreta como Werbrauk solo tuvieron una participación en un solo hecho y recibieron penas de tres años condicional, más reglas de conductas. Ghiggino quedó con la pena más alta ya que todas las víctimas lo sindicaron como el abusador, extorsionador y vendedor de drogas.

En la actualidad Ghiggino está preso en la Unidad Penal Nº9 de Gualeguaychú. Ya lleva algunos años detenido, debido a que cumplió arresto preventivo primero domiciliario y luego en el penal. Los otros dos están libres. Uno vive en Victoria y el otro se fue de la ciudad.

Ghiggino cayó preso en 2021 cuando intentó obligar a una adolescente que él había violado en 2018 cuando ella tenía 16 años a que tuviese relaciones sexuales. La amenaza fue simple: tenés relaciones sexuales conmigo o público el video. Sin embargo, esta vez la joven tomó coraje y lo denunció.

Análisis

Radio: 102.5 FM | TV: Canales 52 & 507 | LRM774 Génesis Multimedia ((HD Radio & TV))