La decisión del juez técnico Arturo Dumón se conoció cerca de las 14, tras la audiencia desarrollada en los Tribunales de Gualeguaychú. Que siga libre no conformó al papá de Iván Perez.
En el salón del Tribunal de Juicios y Apelaciones, el juez técnico Arturo Dumón determinó una pena de 17 años de prisión para el agente de la comisaría Octava de la Jefatura Departamental Gualeguaychú, Mauricio Gómez, por matar al joven Iván Perez, de 24 años, el 9 de octubre de 2019.
Sin embargo, hasta que la sentencia quede firme, Gómez seguirá en libertad ya que el juez denegó la prisión preventiva que había solicitado tanto la querella como la fiscalía. Dumón fijó una caución real de un millón quinientos mil pesos. A su vez, le impuso medidas restrictivas y de protección hacia familiares de la víctima y testigos, entre otras.
Gómez fue condenado durante el segundo juicio por jurados populares por el delito de homicidio calificado por el abuso de la función y agravado por ser funcionario público en el marco de un procedimiento, que se concretó semanas atrás en el Centro de Convenciones.
El lunes pasado, en la audiencia de cesura, el fiscal Lisandro Beherán había solicitado una pena de 18 años y el abogado querellante Pablo Di Lollo solicitó 22 años. En la defensa de Gómez, actuó Alfredo Vitale quién aseguró que el pedido de pena de las partes fue «excesivo y desproporcionado».
En contacto con R2820, Héctor Perez, papá de Iván, se mostró conforme con la sentencia pero disconforme con la libertad de Gómez y expresó que «si fuera un ciudadano común ya estaría preso».
¿QUÉ PASÓ AQUEL 9 DE OCTUBRE?
Iván Perez escapaba luego de cometer un supuesto robo en una casa del Sector 5 del barrio Molinari. Al lugar acudió un patrullero de la comisaría Octava con el sargento Ayudante Juan Alberto Zapata y el sargento Javier Mauricio Gómez. Ambos comenzaron una persecución de Perez, sindicado como posible autor del ilícito.
En Los Algarrobos y Furquez, el sargento Gómez se bajó del patrullero y con su arma reglamentaria calibre 9 mm efectuó un disparo a la víctima que estaba a unos 100 metros de distancia. Ese proyectil impactó en la zona trasera del cráneo de Iván Pérez, quien falleció de inmediato en el descampado frente a una iglesia evangélica. En ese momento no portaba ningún arma.
