En Argentina cerca de 6.5 millones de personas alquilan en la actualidad. Muchas de estas personas no poseen garantías, lo que les imposibilita hallar nuevas viviendas o renovar sus contratos
Esto se debe a que los propietarios de los bienes inmuebles pueden solicitar por ley avales tales como recibos de sueldo, títulos de propiedades, entre otros. Es entonces cuando el seguro de caución entra como una respuesta.
El seguro de caución nos permite llevar adelante un contrato, cuando carecemos de garantías tradicionales. Por ello, en este artículo presentamos algunas de las principales características sobre su funcionamiento.
Las principales características de los seguros de caución
La finalidad de un seguro de caución
El fin de un seguro de caución es garantizar el cumplimiento de las obligaciones contractuales. Es decir, en caso de que el inquilino incumpla alguna de ellas, este se encarga de resarcir al propietario.
Contratar un seguro de caución alquiler puede hacerse para completar o reemplazar los avales tradicionales que exigen los contratos de locación. Entre estas garantías se encuentran los títulos de propiedad y los comprobantes de ingresos.
Este tipo de póliza cubre la falta de pago en cuotas de alquiler, pero además se extiende a daños en la propiedad y deudas de expensas o servicios. Es por ello que es tan recomendado al momento de realizar un contrato.
Funcionamiento de un seguro de caución
Un seguro de caución funciona como un seguro de daños. Esto es así, porque indemnizará al beneficiario por una cantidad fijada en la póliza, en caso de que se presente un incumplimiento en el contrato por parte del locatario.
El término “caución” significa prevención, y se refiere a la seguridad de que lo pactado entre dos o más personas se llevará a cabo del modo acordado. Los riesgos cubiertos por este instrumento son aquellos estipulados en el contrato, como el pago del alquiler debido.
En palabras simples, este seguro establece el compromiso de resarcir al dueño de un inmueble si se ve perjudicado por el incumplimiento del inquilino en alguna de sus obligaciones. Por lo tanto existen tres partes en el contrato: el locador, el beneficiario o dueño y la aseguradora.
Los beneficios de un seguro de caución
Dentro de la lista de los requisitos para acceder a un alquiler, las garantías ocupan un lugar central. Estas son exigibles por ley y prácticamente todos los dueños la solicitan, para protegerse de posibles daños.
La contratación de un seguro de caución presenta beneficios para ambas partes involucradas:
- Inquilinos: es una opción conveniente porque les permite resguardar su dinero y evitar tener que depositar una gran cantidad en efectivo como garantía. En lugar de ello, los inquilinos pagan una prima mensual o anual.
- Propietarios: con este aval se garantiza el cumplimiento de las obligaciones del contrato. Si el inquilino no cumple con su parte según lo acordado, el dueño recibirá un resarcimiento por parte de la aseguradora. Puede solicitarlo por el incumplimiento en cualquier aspecto del contrato.
