La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú realizará mañana el decimoquinto abrazo al río Uruguay, en una de las movilizaciones más importantes en defensa del ambiente que se realiza en el continente. Como todos los años, desde las 12 y hasta las 13 partirán colectivos gratuitos desde el Corsódromo hacia el puente, para favorecer la participación ciudadana en el mayor reclamo regional que vincula a pueblos y ciudades. La concentración en el óvalo de la cabecera del puente internacional “General San Martín” se extenderá hasta las 14, cuando se convoque a compartir una oración y reflexión ecuménica a cargo de distintos pastores religiosos, y una hora más tarde, a las 15, dará inicio a la histórica caminata hacia el enlace vial; y una hora más tarde se dará a conocer la proclama asamblearia. Este año, los asambleístas convocan bajo el lema “Juntos por un ambiente sano”, por la defensa de la vida y de los niños, por el repudio a la presencia de la pastera en la región y por la necesidad de preservar el agua, el aire y la tierra.
Los vecinos ribereños, fiel a su historia volverán mañana a encontrarse con el río que les da vida. El río que les enseñó que se debe avanzar siguiendo sus propias huellas, como los pueblos avanzan siguiendo su memoria. El mismo río que es también un cordón umbilical que da vida y alimento a pueblos y ciudades; pero que por la ausencia del Estado se ha transformado en un serpenteante peregrino en medio de un holocausto generado por los desmontes indiscriminados, la tala de árboles nativos, los agrotóxicos, los efluentes industriales y urbanos, la pesca depredadora y, claro está, la letal presencia de la pastera UPM-Botnia que exhala de sus chimeneas una bocanada de muerte y más muerte.
La Asamblea Ciudadana Ambiental realiza su décima quinta marcha anual al puente internacional “General San Martín” para repudiar la presencia de la pastera UPM (Botnia), exigir mayor protección en la cuenca del río Uruguay y para expresar su rotundo no como licencia social a todo proyecto que no sea sustentable.
No es casual que el lema elegido para este año sea “Juntos por un ambiente sano”, porque implica –como la propia Asamblea Ciudadana lo expresa en primera persona- “por la defensa de la vida y de nuestros niños”; “porque no queremos contaminación”; “porque repudiamos a UPM-Botnia y a cualquier emprendimiento contaminante”; “porque defendemos nuestro planeta: el agua, el aire y la tierra”; “porque queremos preservar los recursos naturales”; “porque queremos cuidar y preservar el Acuífero Guaraní, principal reserva mundial de agua dulce. Sin agua dulce no hay vida”.
El programa
Está previsto que desde las 12 y hasta las 13 partan colectivos gratuitos desde el Corsódromo hacia el puente, para favorecer la participación ciudadana en el mayor reclamo regional que vincula a pueblos y ciudades.
La concentración en el óvalo de la cabecera Oeste del puente internacional “General San Martín” se extenderá hasta las 14, cuando se convoque a compartir una oración y reflexión ecuménica a cargo de distintos pastores religiosos, quienes recordarán de manera profética, es decir, anunciar y denunciar que se debe respetar la Creación como un don de Dios.
Una hora más tarde, a las 15, dará inicio a la histórica caminata hacia el puente internacional y a las 16 se dará a conocer la proclama asamblearia.
Como ocurre todos los años, la Asamblea ha recibido innumerables adhesiones como la mayoría de las municipalidades del Departamento Gualeguaychú; otras casi inesperadas como la mayoría de legisladores y funcionarios que, si bien expresan su adhesión con el reclamo, a lo largo de sus gestiones poco y nada han realizado para solucionar un conflicto que llega a más de quince años de desplante por parte del Estado nacional, gobierno que aún mantiene su tesis de criminalizar la protesta social al sostener la querella con varios asambleístas o también no haber cumplido con la palabra de dar a conocer los informes del monitoreo ambiental, entre otros muchos desplantes.
El contexto
Los problemas ambientales se suceden a lo largo y ancho del planeta y esta marcha específica –que llega a su edición número quince y que es considerada una de las más multitudinarias a escala planetaria- interpela a las autoridades porque no asumen la demanda integral de sus pueblos en defensa de valores permanentes como es la protección de la vida en todas sus formas.
El río Uruguay requiere de la protección de todos. Está probado que las áreas de Ambiente especialmente de la Nación y de la Provincia, no han tenido vocación para la defensa del patrimonio natural de la región. Lamentablemente, tampoco Cancillería ha sido una cartera de gobierno que haya defendido como corresponde los intereses nacionales. Incluso la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), lejos de “administrar” los intereses ribereños se ha convertido en un fabuloso organismo lo más parecido a una beca política que a una política de Estado.
Del mismo modo, la Justicia Federal se ha mostrado pacata, inoperante, pasiva e irresponsable al no poder a lo largo de estas casi dos décadas simplemente notificar a los gerentes de la pastera UPM-Botnia que tienen una causa en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. Es decir, el Estado en cualquiera de sus formas y representación, ni siquiera ha podido garantizar Justicia a quienes reclaman vivir en un ambiente sano y sustentable.
El 20 de abril de 2010 se conoció el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Nueve años después los gobiernos argentino y uruguayo han implementado parcialmente el monitoreo ambiental, pero nunca cumplieron con el deber de informar al instante sobre sus resultados.
Y así como fueron deliberadamente incapaces de formular una política clara en defensa del ambiente, se han esmerado demasiado para proteger estas inversiones extranjeras que operan con total impunidad mientras los ciudadanos fueron criminalizados por protestar en su momento y hoy se los quiere silenciar.
El año pasado, la Asamblea realizó bajo una permanente e intensa llovizna, una caravana automovilística; porque nada la detiene para expresar su no a la licencia social a raíz de la presencia contaminante de la pastera UPM (ex Botnia).
En esa oportunidad, la proclama asamblearia recordó que “desde el año 2003 pedimos que nos escuchen y los sucesivos gobiernos de Argentina y la República Oriental del Uruguay, siguen apostando a los negocios binacionales y a las buenas relaciones bilaterales”.
Y les señaló a los gobernantes que las “buenas relaciones de verdad, son aquellas en que ambos respetan la salud y la voluntad de sus pueblos, que quieren vivir en un ambiente sano”.
En ese marco, se recordó que las propias autoridades sanitarias de Fray Bentos solicitaron retirar del lugar contaminado a personal del puesto de frontera afectado físicamente por las emanaciones de Botnia, siendo éste pedido, más que significativo.
Además, de que las propias autoridades uruguayas han multado a Botnia por exceder los límites de contaminación permitidos. “Nadie más puede decir que Botnia no contamina”, resumió la proclama del año pasado.
Del mismo modo, se advirtió que se está “haciendo oídos sordos” a la autorización de otro emplazamiento para una nueva pastera de UPM con el doble de producción que la que funciona en Fray Bentos.
En esa oportunidad, también se advirtió que la derogación de la Ley de la Madera en Entre Ríos, “solo beneficiará a los empresarios de la Asociación Forestal Argentina, a sus negocios con las pasteras y no a los trabajadores, aserraderos y menos a los ciudadanos que necesitan una vivienda”.
También se les pidió a los gobernantes “saber qué aire respiran los habitantes de esta región”.
Este año la Asamblea Ciudadana Ambiental vuelve a movilizarse en defensa de lo más sagrado para los pueblos: la vida y el ambiente. En ella se sintetiza también la identidad y los legados históricos de los Padres de la Patria. Legado como el que dejó aquel general de hombres libres que fue José Gervasio Artigas cuando sostuvo que no estaba dispuesto a vender el rico patrimonio de los orientales al vil precio de la necesidad.
Análisis Digital
