El Tribunal integrado por los jueces Rubén Chaia, Fabián López Moras y María Evangelina Bruzzo dio a conocer las condenas a los imputados por el hecho.
En la mañana de ayer el Tribunal integrado por los jueces de Cámara Rubén Chaia, Fabián López Moras y María Evangelina Bruzo, adelantó la Resolución de la sentencia por el Homicidio en perjuicio de Carlos David Casas. El presidente del Tribunal, el juez Chaia, manifestó que se llegó a la misma por unanimidad y tras el análisis correspondiente. La sentencia fue la siguiente: 1)Condenar a Ricardo Esteban Fabre a la pena de prisión perpetua por los delitos de Hurto Calificado por el Infortunio de la Víctima y Homicidio Doblemente Agravado por Alevosía y Criminis Causa en concurso real y Hurto Simple (este último hecho perpetrado en el albergue del CEF N° 3).
2) Condenar a Iván Luciano Suárez, alias “El Oso” a la pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo por los delitos de Hurto Calificado por el Infortunio de la Víctima en grado de coautoría. Asimismo se lo absolvió en el caso de Daño Calificado (se lo acusaba de haber roto a propósito una malla de tejido que reforzaba la reja en la Comisaría Segunda).
“No estoy de acuerdo con la pena dada a Suárez”
La madre de Carlos David Casas, Isabel González, recibió a LA CALLE en su casa y manifestó su desacuerdo con la pena dada a Suárez. “No estoy de acuerdo. Esa condena es para un ladrón, no para un asesino. Digo esto porque Suárez no defendió a mi hijo que estaba indefenso. ¿Por qué no hizo nada, por qué no le dijo que no prendiera fuego? Quiero que se revea la sentencia a Suárez porque ellos en todo momento estuvieron juntos desde que salieron de la Comisaría Primera después del hurto por el que fueron detenidos. Andaban los dos juntos en la calle”.
En cuanto a que gracias a su observación de la habitación tras el hecho se descubrió que no había sido un simple incendio, sino un hecho doloso con una persona asesinada de por medio: “Me di cuenta porque faltaba una mochila verde y una bolsa con ropas que eran de “Pancho” Larumbe el hombre que estaba en la Basílica, la cama vieja de David, que se había comprado una nueva con el aguinaldo, y el colchón. Yo le decía que la tirara, que la sacara afuera para que alguien se la llevara, pero a él le gustaba. Era una cama antigua de cedro con espaldares tallados”.
“Es partícipe necesario”
Por su parte Alejandro Casas, hermano de la víctima señaló: “es una vergüenza los años que le dieron a Suárez. Me siento defraudado por los jueces. De la condena perpetua que pidió el fiscal, pasaron a darle 5 años, cuando sabemos por el propio Suárez que estuvo en la pieza con Fabre, que robaron, que Fabre sacó un facón , que se fueron juntos y que vendieron las cosas. Sin lugar a dudas Suárez es cómplice del homicidio, es también partícipe necesario. Si él no acompañaba a Fabre posiblemente este solo no hacía lo que terminó haciendo. No hizo nada para impedir el crimen; se retiró de la pieza para dejar que Fabre lo mate a David y no sólo eso Suárez aparte de ser ladrón, cómplice del asesinato, es partícipe necesario y encubrió el asesinato por más de 20 días mientras se investigaba, sabiendo lo que pasó esa noche, hasta que fue detenido. Los 5 años que le dieron a Suárez son una vergüenza. Queremos como familiares que se apele la condena de Suárez y se haga justicia. Todo eso que nombró son agravantes que tienen que tener en cuenta los jueces al condenar”, concluyó categórico.
La madre de Carlos David Casas, Isabel González, recibió a LA CALLE en su casa y manifestó su desacuerdo con la pena dada a Suárez. “No estoy de acuerdo – dijo – . Esa condena es para un ladrón, no para un asesino. Digo esto porque Suárez no defendió a mi hijo que estaba indefenso. ¿Por qué no hizo nada, por qué no le dijo que no prendiera fuego?”.
“No estoy de acuerdo con los cinco años. Quiero que se revea la sentencia a Suárez porque ellos en todo momento estuvieron juntos desde que salieron de la Comisaría Primera después del hurto por el que fueron detenidos. Andaban los dos juntos en la calle”.
En cuanto a que gracias a su observación de la habitación tras el hecho se descubrió que no había sido un simple incendio, sino un hecho doloso con una persona asesinada en el medio: “Me di cuenta porque faltaba una mochila verde y una bolsa con ropas que eran de “Pancho” Larumbe el hombre que estaba en la Basílica, la cama vieja de David que se había comprado una nueva con el aguinaldo y el colchón. Yo le decía que la tirara, que la sacara afuera para que alguien se la llevara, pero a él le gustaba. Era una cama antigua de cedro con espaldares tallados”. (La calle)
