El ex ministro de la Producción durante el gobierno de Sergio Urribarri, Roberto Schunk, se refirió a la causa en la que se investiga la instalación en Concepción del Uruguay de una planta de la empresa Senor para la fabricación de cosechadoras. El ex funcionario aclaró que está “imputado, pero no procesado” en el expediente, que lleva más de tres años en los Tribunales locales. “Lo único que hicimos fue obrar en el marco de la Constitución, que prevé el fomento y protección de la producción entrerriana”, marcó Schunk, al tiempo que sostuvo: “Lo he dicho hasta el cansancio: no dimos un subsidio, sino un préstamo con la mejor garantía que hay en el mercado, que es un seguro de caución del Instituto del Seguro. No hubo ningún perjuicio contra el Estado provincial”, aseveró, en diálogo con el programa Cuestión de fondo (Canal 9 Litoral).

-Usted es un ex funcionario de la anterior administración que nunca tuvo fueros y que más tiempo hace que cuenta sobre sus espaldas una imputación por un delito de corrupción hace más de tres años. Estamos hablando de las cosechadoras truchas. ¿Cuánto le pesa todo eso? Que pasó el tiempo y no se concreta un juicio.

-Pesar, pesa porque soy una persona enseñada por mis padres con el eje siempre puesto en decir la verdad. Cuando fui funcionario público trabajé mañana, tarde y noche. Seguramente con muchos errores, pero siempre estuve cumpliendo la función como se debía cumplir. Y que a uno por primera vez en la vida lo imputen, porque ni siquiera estoy procesado, y esto lleva más de tres años en los que siempre estuve como debe ser, porque todos los funcionarios tenemos que estar siempre a disposición de la justica porque por eso fuimos funcionarios públicos. Pero más en este caso porque la verdad que fui todas las veces que correspondía cuando me citaron, di toda la información, en ningún momento puse ningún tipo de reparo. A uno le duele porque ya quedó esto de las cosechadoras truchas y en verdad, ¿qué es lo que hizo el Estado provincial? Lo que nosotros hicimos, lo hicimos en el marco de lo que dice nuestra Constitución en su artículo 68, para que la gente pueda enmarcar esto. Tenemos un régimen económico y del trabajo espectacular que una de las funciones que asigna precisamente al ministro de Producción es dedicarse a estimular proyectos productivos, participar en proyectos productivos, inclusive. Leer el artículo 68 de la Constitución es una de las primeras cosas que hice cuando me llamó Urribarri para ser secretario de la Producción. Dice: “El Estado fomentará y protegerá la producción y en especial las industrias madre y las transformadoras de la producción rural, a cuyo objeto podrá conceder con carácter temporario primas, recompensas, estímulos, exoneración de impuestos y contribuciones u otros beneficios compatibles con esta Constitución o concurrir a la formación de sus capitales y a las de los ya existentes participando de la dirección y de la distribución de los beneficios”. Digo esto porque la verdad que tenemos una Constitución modelo en la provincia de Entre Ríos.

-¿Qué me quiere decir? ¿Qué en este caso lo que hicieron fue apoyar un proyecto y se vieron engañados por un grupo empresario?

-No sé si engañados.

-Los hechos son claros.

-Eso con el diario del lunes. Nosotros tenemos un complejo metal mecánico en toda la zona de María Grande donde hay empresarios que no sé si hay en muchos lugares de la Argentina. Caso Bártoli, por ejemplo. Son empresarios espectaculares. ¿Qué es lo que nosotros pretendimos cuando vino este proyecto de poder hacer cosechadoras y otros implementos? La verdad es que para nosotros era completar un complejo metal mecánico y todo nuestro esfuerzo estaba precisamente en eso. Cuando leí un trabajo de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) ponía a Entre Ríos en el primer lugar de valor agregado de las 31 cadenas agroalimentarias indudablemente que nosotros teníamos que mocionar ese tipo de actividades. Y quiero reiterar, porque lo he dicho hasta el cansancio, es que lo único que hizo el gobierno entrerriano es dar un préstamo -en ningún momento dimos ningún subsidio- con la mejor garantía que hay en el mercado que es un seguro de caución del Instituto del Seguro. Y que, además, el Instituto del Seguro le pagó al Tesoro ese préstamo que no cumplió la empresa. Por lo tanto, no hubo ningún perjuicio contra el Estado provincial.

-Estamos hablando de dinero del Estado.

-El Instituto del Seguro no es un boliche. El Instituto del Seguro cada vez que da una garantía, semejante garantía, tiene que generar contra garantías, cosa que hizo, porque estamos hablando de una institución.

-Usted reconocerá, con el paso del tiempo, que fue defraudado en esta historia.

-Pero eso al final. No al principio. Yo fui una de las personas más entusiasmadas con esta propuesta, pero no personalmente, sino todos los dirigentes políticos, intendente, senador, diputado, venían a mi escritorio a tratar de contribuir y fomentar para que esto se lleve adelante en un lugar como Concepción del Uruguay. Y la verdad es que a esto lo hicimos y fuimos mucho más allá en el sistema de los controles. Está en el expediente y hay que leerlo. Hay un informe de José Luis Barbagelata, que ya falleció, y nadie tiene dudas de que fue un excelente profesional, que nos dio un informe fundamental que nosotros mandamos cuando se estaban construyendo los implementos y las cosechadoras. Pero además me tomé el trabajo de convocar al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y ahí está el informe en el expediente. Por eso a uno le duele cuando dicen las cosechadoras truchas. Si se mide con el diario del lunes indudablemente que ese proyecto fracasó. Pero nosotros apostamos a que haya una empresa en la provincia que agregue valor y que complete un sistema metal mecánico que era fundamental, a partir de que éramos la primera provincia en cuanto a valor agregado de las 31 cadenas.

-¿Fallaron los cálculos del grupo empresario o al gobierno le falló la logística sobre la sustentabilidad económica y financiera que tenía ese grupo?

-Nosotros hicimos como hace un banco, pero no somos un banco, sino que estamos promocionando el desarrollo. Los bancos prestan dinero, tienen la mejor garantía y hay proyectos que fracasan y hay proyectos que se llevan adelante y andan bien. Como, por ejemplo, el Frigorífico San José. Hoy hay 257 personas trabajando y entre 2015 y 2017 invirtieron 350 millones de pesos. Porque hay una cuestión central que nosotros impusimos, y eso está en la ley y en los decretos: la continuidad de la empresa. Eso siempre lo pusimos porque lo que nos interesó fundamentalmente fue que no sacáramos los animales vivos como se iban antes, teniendo el 8 por ciento de existencia de la ganadería, se iban los animales a que los faenaran en otras provincias. Eso para nosotros fue fundamental y eso es un éxito porque está funcionando, están vendiendo y exportando en el marco de lo que pasa en este país. Entonces esas con las cuestiones que uno pone como eje. Por supuesto que hay proyectos que fracasan, pero nosotros no pusimos un subsidio ahí, sino que dimos un préstamo en el marco de lo que dice la Constitución, con la mejor garantía, que fue un seguro de caución del Instituto del Seguro. (Análisis)

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