Federico Gadea, de la Cámara de Industriales Arroceros de Argentina, dialogó con la UIER para analizar el escenario que vive el sector y apuntó a las dificultades de financiamiento que impiden sostener el área para la próxima campaña en la provincia. Además, manifestó la preocupación por el nuevo esquema de retenciones que golpea a las economías regionales ante problemas de competitividad que persisten.

 El sector arrocero también atraviesa una situación crítica como el resto de las economías regionales, en medio de un escenario incierto que se reordena ante cambios en las reglas de juego. La devaluación si bien favorece a los exportadores, sorprendió y generó malestar la vuelta de un esquema de retenciones. Además, los problemas de competitividad interna todavía persisten y la imposibilidad de financiarse impide encarar la próxima campaña. En este contexto, se anticipa una caída del área de producción, que en la campaña 2017/2018 alcanzó las 62.650 hectáreas en la provincia.

Federico Gadea, presidente de la Cámara de Industriales Arroceros de Argentina, entidad que integra la Unión Industrial de Entre Ríos, brindó un análisis para la UIER y explicó: “El problema que hay hoy para mantener el área, que es lo que se esperaba, tiene que ver fundamentalmente con el crédito. El que no tiene capacidad financiera -que no hay en el sector de la producción ni de la industria-, para sostener la producción que es muy alta en inversión, a veces opta por otros cultivos. La proyección era que se mantuviera el área, pero en estos momentos no sé si se mantiene o cae”.

“El panorama, como todas las actividades, es incierto”, calificó, a lo cual se suma el regreso de las retenciones que preocupa al sector arrocero. De todos modos, remarcó que el principal factor que está incidiendo es el tema financiero. “Se ha complicado toda la cadena de pagos, sobre todo en producción, y encarar una campaña es muy costoso respecto del año pasado. Hay un problema de financiamiento, tanto de oferta como de tasas, que son inviables”, sostuvo.

 

Retenciones

Para Gadea, la vuelta de las retenciones “es un golpe duro” que genera preocupación entre los arroceros, en principio porque marca “una disparidad con respecto a los cultivos extensivos”, desde el punto de vista de la importante inversión en dólares que tienen que hacer, donde se registra una significativa suba de costos.

“Nunca pensamos volver al esquema de retenciones. Entendemos que si es una situación puntual y pasajera, estamos dispuestos a poner el hombro. Pero que sea por única vez y no queden instaladas”, planteó. Por ello, indicó que resulta clave resolver primero las dificultades de financiamiento y los problemas de competitividad.

Por otra parte, manifestó que el sector reclama que en el nuevo esquema de retenciones el arroz esté dentro de las producciones que pagarán derechos de exportación de tres pesos por dólar. Señaló que por error fue incluido dentro de los nomencladores de cuatro pesos para la producción primaria. “Es un producto elaborado, con valor agregado”, explicó.

 

Devaluación

Consultado en relación a la fuerte devaluación, que en lo que va del año acumuló más de un 100%, Gadea reconoció que “ayuda para el sector exportador” porque “hay un 60% del arroz que se exporta”. Sin embargo, puso un paréntesis. “El tema es que llega un poco tarde a la cadena porque hay mucho endeudamiento en dólares, por lo cual pega cuando el dólar sube”, señaló, además de otros inconvenientes que se suman, no sólo por las retenciones sino por las empresas que están valuadas en pesos y necesitan tomar préstamos en la divisa estadounidense.

Desde esta perspectiva, manifestó que si bien “el aumento de competitividad por el tipo de cambio mejora, hay otras condiciones. Básicamente, ahora hay que encarar una campaña nueva y requiere muchísimo dinero para producir”.

Asimismo, analizó: “Nosotros siempre pensamos que el tipo de cambio retrasado a nuestra actividad no le servía. Lamentablemente, pensamos que esto debería haber sido un plan que tendría que haber llegado en momentos que estábamos con capacidad financiera como para encarar una nueva campaña cara. Tampoco nuestra actividad estaba en una situación buena. Nos agarra tarde, con mucho endeudamiento en dólares”.

 

Competitividad

Durante la entrevista, el representante de los industriales arroceros en la provincia y el país dejó en claro que la devaluación no implica necesariamente una competitividad integral, menos aún con la vuelta de las retenciones. “Todavía estamos un poco shockeados, tratando de evaluar el nuevo escenario, pero nosotros creemos que no se puede plantear, como nunca se pudo, la competitividad únicamente por el tipo de cambio”, afirmó.

Además, planteó otra problemática no menor, que quita rentabilidad y competitividad: el costo energético. “Pegó muy fuerte todo este tiempo en la cadena. Sobre todo, porque si bien en un minuto se desfasa con el dólar, sabemos que esto se va a actualizar, debido a está la decisión que no se subsidie más y lamentablemente eso va a incidir”, sostuvo.

“Creemos que hay que seguir trabajando hacia adentro con la competitividad. El tipo de cambio hoy al sector exportador le está mejorando un poco la ecuación, pero hay que seguir laburando. Todos los insumos están en dólares y subieron al 100%”, aseguró.

 

Reintegros

Otro aspecto no menor para el sector, previo al esquema de derechos de exportación, son los reintegros, uno de los puntos que el Gobierno nacional dispuso reducir en el marco del ajuste fiscal. Según indicó Gadea, fue uno de los aspectos que se pusieron en discusión en la Mesa Arrocera convocada por Agroindustria semanas atrás. Sin embargo, no se obtuvieron respuestas favorables.

“Habíamos planteado aumentarlos antes de todo este tema de la devaluación y retenciones, porque en realidad lo consideramos como una devolución de impuestos internos que quitan competitividad al producto argentino en el mundo. Entonces, la idea es recuperar esos impuestos que no podemos exportarlos”, recordó.

En esta línea, lamentó: “Nos habían otorgado el 2,5%, estábamos discutiendo lo que el sector tributa y que era más que lo que necesitábamos para recuperar impuestos. Pero con la decisión del decreto nos bajan del 2,5 al 0,5%. Entonces, es complejo”.

 

Empleo

Finalmente, consultado sobre la situación del empleo, un tema sensible en momentos de crisis, Gadea analizó que “depende muchísimo del volumen de producción porque la capacidad instalada excede a la productividad y la producción que hay en el país”. “Hasta esta situación, hay un parate, no digo despidos, pero sí hay muchas plantas que están operando a media máquina”, indicó.

Al respecto, dijo que se trata básicamente de un problema en la industria por falta de materia prima. “La producción argentina se ha ido cayendo en los últimos cinco años y la industria quedó con una capacidad instalada ociosa que por razones económicas tuvo que readaptar. Con lo cual el empleo está estable, pero con dificultades. Todo el mundo está pensando y esperando un futuro mejor”, manifestó.

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