Es por la declaración que a principios de julio proporcionó un hombre de 40 años, que habría sido testigo de «aprovechamientos» por parte del imputado hacia el grupo de adolescentes que iban a su casa.
La Investigación Penal Preparatoria (IPP) podría cerrarse la semana próxima luego de que Gustavo Rivas se presente ante la fiscal Martina Cedrés para ampliar su declaración como imputado por los dichos que brindó a fines del mes pasado la supuesta víctima número 11.
Durante la IPP, que se inició hace un año, se tomaron más de 150 declaraciones a personas que fueron mencionadas de haber asistido a la casa del abogado en calle Mitre 7 u en otros domicilios que tenía el acusado en Gualeguaychú. De todas ellas se pudieron obtener 11 relatos de personas que manifestaron haber sido víctimas del accionar que se le imputa a Rivas.
El último de ellos es un hombre de unos 40 años, que había sido mencionado en la declaración de otros testimonios y que a fines de julio concurrió a la Fiscalía y brindó detalles de su experiencia. El testigo mencionó que en 1994 visitó la casa de Rivas en Mitre 7, pero también concurrió a la casa paterna de la familia Rivas en calle Urquiza y al inmueble que el acusado todavía tiene en Pueblo Belgrano.
Según pudo saber el diario ElDía, el hombre testificó que a esos domicilios concurría con su grupo de amigos y que antes de ir debían avisar que concurrirían porque no se podían cruzar con otro grupo de chicos. Luego, Rivas les proporcionaba cigarrillos, bebidas alcohólica y películas pornográficas.
En su testimonio, la supuesta víctima número 11 de esta causa, aseguró que en un momento de la noche, Rivas les decía al grupo de adolescentes que «iba a hacer un tanteo general» y les tocaba los genitales, «y el chico que estuviera más borracho era el elegido».
Pasaron muchos años de estos episodios y por lo tanto la supuesta víctima no recordaba con demasiadas precisiones cómo se daban las situaciones, pero sí detalló con claridad que muchos de sus compañeros «accedían a ir a otro lugar, en donde Rivas se hacía penetrar».
Por estos dichos se decidió la presencia por sexta vez del abogado en los Tribunales y en cada una de sus cinco entrevistas con la fiscal Cedrés, el abogado, historiador, periodista e incluso ex candidato a Intendente de Gualeguaychú en la década de los 90, siempre prefirió abstenerse de declarar cada vez que le informaron sobre las denuncias en su contra por los mismos motivos: nunca se le informó quiénes eran los denunciantes por estar bajo identidad reservada.
Mucho se ha especulado en torno al fin de esta investigación. En principio se creía que en marzo se iba a estar cerrando y solicitando el requerimiento de la elevación a juicio, pero la aparición de nuevos declarantes prolongó la IPP hasta la actualidad. Ahora, tras la presentación que se realizará el lunes, y si no aparecen nuevos testimonios, la Fiscal estaría en condiciones de pedir al Juez de Garantías la audiencia de elevación. (El Día)