El Ferroclub local busca abrir el camino hacia la reactivación del ramal y servicio en la región.
Una comitiva, integrada por miembros del Ferroclub de Concepción del Uruguay, inició las tareas de restauración en la estación de trenes, que, desde hace años, está sujeta a “un cuidado muy pobre, con el fin de embellecerla, y dejarla como en mejores épocas para nuestra ciudad”.
Se empezó la restauración de uno de los dos carteles que el edificio tiene en sus esquinas y que, con el nombre de Concepción del Uruguay, fue -durante más de 50 años- el que les dio la bienvenida a los miles de pasajeros que bajaron de las formaciones que llegaban desde localidades como Basavilbaso, Concordia o Paraná.
La última vez que éste había sido pintado fue hace 5 años, cuando “el ultimo jefe de Estación lo trabajó, haciendo que sea más visible y luzca casi como nuevo”.
“Hoy hay un fuerte diálogo por el tren en toda la ciudad”, afirmó uno de sus vocales del Ferroclub, Fabio D. Ferreyra, quien recalcó que, desde hace mucho tiempo, se procura mantener una comunicación con diversos sectores del arco político local, sin mayores respuestas.
“Ante la falta de un mensaje claro y definitivo sobre cuál es el rol que tendrá el ferrocarril en nuestra sociedad, hemos decidido iniciar el trabajo por nuestra cuenta. El tren debe volver, sí o sí, y es ésa la misión más importante que tenemos por cumplir”, remarcó.
Cabe recordar que, durante más de 5 años, el tren de pasajeros, que unía las dos costas de Entre Ríos, tenía su parada, la última, en esta estación.
La Provincia invirtió, a lo largo de 2007 y 2008, 35 millones de pesos de aquel entonces, que sirvieron para que el servicio volviese a funcionar después de 15 años de inactividad.
Se desmalezaron así las vías, que fueron reparadas y puestas en muy buenas condiciones, todo por una prestación económica que era utilizada por más de 500 personas en cada fin de semana que venía.
“Todo eso desapareció, sin explicaciones, en 2016, cuando el 9 de febrero el tren dejó de pasar, sin mayores noticias y motivos”, según se afirmó desde la orgánica de esa asociación de vecinos.
Desde ahí, el ramal, que unía Paraná con Concepción del Uruguay, sufrió la invasión de toda la maleza que, un día, fue labrada para el paso del ferrocarril.
En la estación quedó tan solo un trabajador, quien, a finales de abril, fue trasladado a Paraná, para cumplir las funciones correspondientes en esa zona, donde el servicio aún funciona, siendo el único que, junto a los Trenes del Gran Buenos Aires, está en vigencia dentro de la red del ferrocarril nacional Justo José de Urquiza, que tiene más de 1.500 kilómetros de longitud alrededor de toda la Mesopotamia.
A partir de esa preocupante situación es que se conformó esa asociación civil sin fines de lucro y, bajo la condición en la que se encuentra, brega desde noviembre de 2017 por el cumplimiento de esas actividades. (La calle)