Alfredo Pietrabalo es un comerciante que había comenzado hace 12 años un emprendimiento familiar. Con mucho esfuerzo, abrió una despensita en la esquina de Perú y Mendiburu, de Concordia; pero el destino le jugó una mala pasada porque la situación social apremiante, el elevado costo de la luz y los altos impuestos, entre otras cosas, lo obligaron a bajar las persianas.
El almacenero dijo: «La verdad que sí, los costos de la luz y la situación de los impuestos que tenemos en el negocio no nos ha dado más que para trabajar para los impuestos. Después de tantos años, ya son 12 años, en estos momentos no se puede seguir más porque esto da para trabajar para cubrir los impuestos y gastos fijos nada más».
El frustrado comerciante lamentó: «la situación me lleva a tener que cerrar las persiana, porque no podemos seguir más adelante y, ahora, junto a mi familia, con mi esposa y mis tres hijos, nos queda por proyectar alguna otra cosa para hacer, porque no podemos bajar los brazos a pesar de que tengamos que cerrar las puertas del negocio», dijo y comentó: «estoy rematando todo, aunque ya no nos queda casi nada, solo algunos muebles».
«La verdad es que nunca nos imaginamos tener que cerrar de esta manera y tan rápido porque nos obligaron prácticamente; y así como nosotros, lógicamente muchos comerciantes están en la misma situación», remarcó, al tiempo que recordó: «últimamente era trabajar para los impuestos, teníamos que pagar el consumo de febrero, que fue de $10.200; ahora, aunque di de baja todo, la sangría todavía no ha terminado porque no habían pasado el consumo que tengo en el medidor, que fue de 10.200 pesos y cuando fui a pagar la otra que supuestamente estaba tomada, me salió $12.500. Desde la Cooperativa Eléctrica sí o sí te cortan la luz; pero, si vos vas por un reclamo, esperá sentado porque no vienen, pero para cobrarte y venir a cortarte si no pagas vienen al otro día», reprochó. (El Sol)