La Justicia entrerriana continúa investigando el crimen de Fernando Pastorizzo y la responsabilidad que le cabe a Nahir Galarza, quien confesó haber efectuado los dos disparos que le costaron la vida al chico. En esta línea, es clave el análisis de los teléfonos celulares de los jóvenes, que fueron desencriptados por los peritos.
El último que se conoció es que hubo un total de 150 llamadas realizadas entre ambos solamente en diciembre, mes que terminó con el desenlace fatal. Así lo reveló este miércoles el periodista Sebastián Domenech, quien planteó que hubo en promedio unas cinco llamadas por día. Resta saber ahora los horarios en que se realizaron, otro dato necesario para la hipótesis del crimen.
La información no es menor, ya que a partir de las 150 llamadas no sólo se terminaría por confirmar el vínculo que habría entre los jóvenes -que sería fundamental para la pena que pretende la querella de homicidio agravado-, sino que además revelaría el tipo de relación que los unía y si había hechos de violencia que antecedieron el asesinato.
El propio Marcelo Galarza, padre de la joven, había advertido que hubo un sinfín de llamadas telefónicas. «Un día (Nahir) fue a rendir un examen en la facultad y 15 minutos antes tuvo 100 llamadas telefónicas. Él la hostigaba», contó el primer día de sus declaraciones, de acuerdo a su versión de los hechos.
De esta manera, la Justicia suma este nuevo dato a los más de mil mensajes de Whatsapp que intercambiaron Nahir y Fernando en el último año. Allí también se pudo determinar que la última comunicación entre ambos se produjo el 28 de diciembre con un llamado telefónico, y que luego de ello no figura ningún otro contacto. (Canal 9)