Andrea Lescano estuvo en la primera audiencia del juicio a los autores del crimen de su hija. En diálogo contó que todavía no logró superar la muerte de Micaela. «Como madre no entiendo esa violencia, eso que le sucedió».
Este jueves comenzó el juicio por el crimen de Micaela García y por el cual están siendo sometidos a debate Sebastián Wagner de 31 años y con una condena previa por dos violaciones; Néstor Pavón, de 35, el dueño del lavadero en el que trabajaba el violador, y el hijo de la pareja del primero, Gabriel Otero, de 21 años.
La familia de la joven pidió que el juicio sea a puertas cerradas para evitar «que se arme un show» en torno a lo que sucedió en Gualeguay en el pasado mes de abril.
Tras la primera jornada del debate, Andrea Lescano, madre de Micaela habló con Elonce TV y afirmó que «hay un antes y un después» en la sociedad tras lo ocurrido con su hija «porque muchas personas que hacían vista gorda a ciertas actitudes, hoy ya no, por lo menos las rechazan o las hablan».
Visiblemente conmovida, la mujer contó que todavía «no superó» el hecho de que su hija ya no esté con vida. «Actualmente estoy en tratamiento porque es como que todavía no caí, y hay cosas que todavía no entiendo, no comprendo. Como madre no entiendo esa violencia, eso que le sucedió. Pero sí se modificaron muchas cosas, hay que superar muchas cosas, como familia tuvimos que replantearnos ciertas cosas y reforzar la parte emocional», indicó Lescano.
En tal sentido, agregó que «esto nos dio un vuelco», y contó cuánto le costó terminar su carrera que tenía previsto finalizar en mayo. «Con todo esto me fue muy complicado. Con Mica estudiábamos juntas; no sé cómo pero rendí mi última materia y ahora tengo que presentar mi trabajo final. Fue muy agotante, pero lo terminé y que Mica me ayude para el día de la defensa».
Finalmente, la madre de la joven asesinada manifestó que «los jóvenes tienen muchas inquietudes, pero muchas veces la gente mayor no le da el espacio suficiente. Tenemos que empezar a escucharlos más a ellos, no es que está todo podrido y hay que apoyarlos en todo aunque a nosotros, los padres, no nos gusten esas cosas que están haciendo». (El Once)