Reforma laboral: qué estudia el Gobierno para disminuir el trabajo «en negro»

Con un nivel de informalidad que llega al 43,2% de la población ocupada, el Gobierno estudia alternativas para disminuir el trabajo no registrado, también llamado “en negro”. Los cambios en análisis formarían parte de la reforma laboral que se discutirá en el Congreso en los próximos meses.

En este sentido, fuentes del Ejecutivo dijeron a Infobae que se analiza una simplificación registral, un aspecto en el que, si bien hubo avances, aún persisten cuellos de botella. Por otra parte, descartaron la posibilidad de un blanqueo laboral retroactivo, es decir, la formalización de trabajadores sin costo para el empleador.

De momento, en el Gobierno no detallan las modificaciones puntuales que se piensan concretar, pero las empresas señalan algunas de las dificultades que observan, así como aquellos trámites que resultan sencillos.

Desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) precisaron que actualmente existe un sistema de alta registral para los empleadores bastante simple y ágil. Hoy, teniendo el CUIL del trabajador y accediendo al portal de la ARCA se puede hacer el alta -de manera digital- con datos típicos de una relación laboral (fecha de alta, obra social que desea tener el trabajador, etc). De hecho, también se puede hacer en el mismo instante -y de manera digital- el alta en la ART.

Cabe recordar que en mayo de 2024, ARCA redujo significativamente los datos requeridos para registrar por primera vez a un empleado. “Bastará con informar simplemente el CUIL y/o CUIT, domicilio donde se desarrolla la actividad económica, fecha de inicio de la relación laboral, modalidad de contratación, obra social y la fecha de finalización de la relación, en caso de que sea un contrato a plazo fijo”, había comunicado el organismo.

“Se extiende el plazo para cargar los datos restantes hasta la primera liquidación del sueldo, tales como el monto de la remuneración mensual o el puesto en el que se desempeñará el trabajador. Anteriormente, debían hacerlo previo al comienzo efectivo de las tareas”, agregó.

El borrador de la reforma indica que la registración “quedará determinada por los sistemas electrónicos que establezca la agencia de recaudación, siendo este el único requisito para que para que el alta se considere realizada”.

El problema que plantean en las empresas se vincula con una doble imposición. Esteban Mancuso, coordinador de asuntos laborales de la CAC, explicó: “En ciertos municipios o localidades exigen una doble registración. Por este motivo, aunque el trabajador esté correctamente dado de alta, no figura en el registro de empleados de la jurisdicción. Entonces, desde el sector empleador se propuso la incorporación de una leyenda que deje constancia de que ese trámite equivale al alta correspondiente”, explicó.

“En muchos casos la burocracia aparece fuera del ámbito nacional, generando duplicaciones innecesarias con un único fin: recaudar con las multas”, agregó.

Además, Mancuso apuntó que a veces son los propios sindicatos los que intervienen, ya que en Argentina la facultad de fiscalización también les corresponde. Cada gremio supervisa el cumplimiento de las normas laborales en las empresas y actúa como contralor.

Sin embargo, asegura que en ocasiones ese rol de control se desvirtúa, y algunos exigen registraciones indebidas, cuando en realidad su potestad es fiscalizar el cumplimiento de la normativa vigente, no imponer nuevas obligaciones.

 

Otros puntos de la reforma laboral

Si bien hay mucho hermetismo acerca de lo que se está debatiendo en el Consejo de Mayo para la reforma laboral que se presentará en el Congreso, en las últimas semanas se conocieron algunos de los posibles cambios.

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, adelantó: “Tenemos un plan de incremento salarial dinámico. Estamos trabajando hace dos meses. Eso es lo que marca la diferencia entre los salarios de convenio y los salarios reales, que estos últimos son muy superiores y deben serlo. Como la inflación baja, ahora la negociación es otra cosa. Los empleadores deben pagar más a los trabajadores que se diferencien y se destaquen. Queremos que los salarios generen este diferencial por mérito. Si todo es lo mismo, se apunta hacia abajo”, consideró.

Añadió que hay conversaciones con las cámaras empresariales para que “no trasladen a precios esos aumentos y que los trabajadores puedan contar con este diferencial”.

En otro orden, está sobre lo mesa el llamado “banco de horas”, el cual es un mecanismo de organización flexible que habilita al empleador a distribuir la carga horaria del trabajador de forma variable. Esto implica que en determinados períodos —como los de mayor demanda o producción— el empleado puede cumplir jornadas más extensas, que luego se compensan.

De este modo, las horas extra dejarían de ser opcionales, ya que pasarían a considerarse parte de la jornada laboral habitual al estar comprendidas dentro del contrato de trabajo.

También, se evalúa la posibilidad de acordar convenios por empresa. “Hoy, los convenios colectivos -y por tanto las paritarias- son nacionales, por rama de actividad. La idea es que el convenio por empresa establezca los beneficios laborales mínimos, y luego cada empresa en negociación con los gremios puede generar un diferencial mayor”, dijo Cordero.

Otro punto que se plantea es que la reforma ponga fin al régimen de “ultraactividad”. Este mecanismo, históricamente respaldado por los sindicatos, mantiene en vigencia los convenios colectivos y sus condiciones laborales aun después de su vencimiento, hasta que se acuerde y entre en efecto uno nuevo.

El empresariado considera que lo central es la disminución del costo de los juicios laborales. Mancuso propuso unificar los criterios sobre tasas de interés, ya que hoy varían según la jurisdicción y la sala que revisa la sentencia. “Esa disparidad dificulta prever los costos de una relación laboral o una eventual indemnización“, afirmó.

Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) contaron que una de las alternativas presentadas es que los juicios laborales dejen de ser gratuitos y que se establezca una instancia previa y ágil para validar la cobertura del seguro de ART.

Adicionalmente, entre otras cuestiones técnicas, proponen que cuando los reclamos laborales no prosperen, se impongan costas al litigante, con el objetivo de desalentar demandas infundadas.

En paralelo, varios gremios expresan que las reformas no se están negociando y que quitan derechos laborales. En tanto, Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma, opinó a través de su cuenta de X: “La síntesis del espíritu de la reforma laboral sería esta: no modificar la situación de los ocupados informales (solo pierden la chance de conseguir algo mejor), sacarle derechos (muchos) a los asalariados formales y debilitar la capacidad de acción sindical”.

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