«A este Gobierno no hay que darle respiro»: la CGT se prepara con más paros contra Milei

Por primera vez en mucho tiempo, con clima festivo por el “éxito” del paro general, la conducción de la CGT comenzó a delinear la profundización del plan de lucha contra Javier Milei: “A este Gobierno no hay que darle respiro”, dijo Juan Carlos Schmid, titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), en una reunión de unos 15 dirigentes en la sede cegetista de Azopardo 802, minutos antes de la conferencia de prensa en la que hizo un balance de la huelga.

Para el líder de los sindicatos del transporte, cada vez más endurecidos (con la excepción de los choferes de colectivos de la UTA), después de la movilización que realizará la CGT por el Día del Trabajador “hay que definir la continuidad” de las medidas de fuerza. Sus colegas estuvieron de acuerdo y el primer paso se dará el martes durante un encuentro del Consejo Directivo, citado para organizar la marcha del 1° de mayo, pero en donde se debatirá la estrategia por seguir.

Los gremialistas no creen que el Gobierno los convoque al diálogo tras el paro de este jueves y, por el contrario, descuentan que habrá represalias oficiales: la más preocupante es la intención de que se aprueben en el Congreso leyes que imponen límites y controles al poder sindical, pero también inquieta que se multipliquen las intervenciones a las obras sociales dispuestas por la Superintendencia de Servicios de Salud, que la CGT interpreta como una herramienta de intimidación.

Por eso se acentuó el clima de aprestos bélicos en la dirigencia cegetista. La propuesta de Schmid coincide con lo que piensa la mayoría. Los dialoguistas como Gerardo Martínez (UOCRA), Armando Cavalieri (Comercio) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), nuevamente ausentes en la conferencia de prensa de esta tarde, quedaron en minoría, aunque se espera que concurran el martes a la reunión de Consejo Directivo para proponer alguna salida intermedia que no sea la protesta permanente.

De por sí, Sasia fue uno de los pocos que hace 3 semanas, en una reunión del Consejo Directivo, se animó a cuestionar la decisión de otro paro general sin haber intentado alguna negociación con el Gobierno. Es uno de los que cree que la huelga en sí misma no soluciona nada y que hay que agotar el camino del diálogo. Hoy, ese tipo de posturas moderadas quedaron rezagadas en la CGT.

Para la dirigencia sindical, el anunciado acuerdo con el FMI anticipa un escenario de más ajuste económico. “Esta película ya la vimos y no termina bien”, señaló a Infobae un experimentado dirigente luego de la conferencia de prensa. No se refería a la idea de seguir haciéndole paros a un gobierno, sino a las consecuencias del entendimiento con el Fondo en el bolsillo de la gente. “Si hay un cambio de esquema cambiario no queda otro que ir al de bandas lo cual generaría una devaluación, que lo único que hace es pasar a la pobreza estructural a más sectores de los que están hoy”, advirtió esta tarde el cotitular cegetista Héctor Daer al referirse a las medidas que analizaría la Casa Rosada.

En la reunión previa a la conferencia de prensa, muchos dirigentes estaban convencidos de que el paro general había sido contundente y que el funcionamiento normal de los colectivos no debilitó la medida de fuerza. Rodolfo Daer, hermano mayor de Héctor y líder del Sindicato de Alimentación, era uno de los más entusiasmados por el acatamiento a la protesta: aseguró que pese a que muchas fábricas de su actividad pusieron ómnibus para que el personal fuera a trabajar, esos vehículos iban vacíos.

Lo mismo contó a sus colegas Sergio Romero, líder de la Unión Docentes Argentinos (UDA), sobre la actividad educativa “que tiene salarios por debajo del índice de pobreza”, mientras que en la CATT había mucha conformidad porque el transporte, a excepción de la UTA, acató “masivamente” el paro, según el titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), Juan Pablo Brey.

Otros dirigentes, en privado y cuidando de no ser escuchados por sus pares, reconocieron a Infobae que la adhesión al paro fue dispar, como en las anteriores huelgas de la CGT, aunque coincidieron en que resultó mejor de lo que imaginaban debido a que esta vez trabajaron los colectiveros.

La novedad de la tarde en la CGT fue la presencia de Jorge Sola, titular del Sindicato del Seguro, a quien se menciona como posible candidato a reemplazar a Daer en el triunvirato de la CGT cuando se renueven las autoridades en noviembre próximo. Se trata de un dirigente moderado, con una impronta dialoguista. Todavía falta mucho para el congreso cegetista, pero si llega a ser elegido le tocará el desafío de desarmar el laberinto confrontativo en que quedó encerrada hoy la central obrera.

Infobae

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