El otoño en el hemisferio sur finalizó con La Niña más intensa desde 1950. Las recientes actualizaciones mantienen un alto grado de probabilidad de que permanezca durante el invierno, e incluso pueda extenderse hasta el próximo verano.
“El cierre del otoño climatológico en el hemisferio sur ha dejado datos sorprendentes en torno al actual fenómeno de la Niña. En una época del año donde habitualmente esta fase fría del fenómeno ENSO (El Niño-Oscilación del Sur) tiende a debilitarse y en muchos casos evolucionar hacia condiciones neutrales, el reciente otoño finalizó con La Niña más vigorosa desde 1950”, informó el meteorólogo Christian Garavaglia.
“A pesar de haber presentado un leve debilitamiento en el último mes de mayo, los principales indicadores atmosféricos continúan reflejando un episodio Niña, mostrando menos lluvia y nubosidad convectiva sobre el Pacifico central”, expresó el especialista.
En ese marco, dio cuenta de que los pronósticos “auguran en sus últimas actualizaciones que el fenómeno de La Niña se mantendría con un 64% de probabilidades durante este invierno y, mirando un poco más allá en el tiempo, las probabilidades son relativamente altas entre 50% y 60% para la primavera e incluso el verano”, si bien “es cierto que el retorno a la fase neutral acapara un porcentaje en torno al 40% nada despreciable para estas dos estaciones”.
La Organización Meteorológica Mundial advirtió en un comunicado que el actual evento de La Niña, el cual comenzó en septiembre de 2020, podría persistir incluso hasta 2023, según sugieren algunas predicciones a largo plazo.
De efectivizarse este escenario, “estaríamos ante un extraordinario “episodio triple de La Niña”, es decir, tres temporadas de primavera/verano consecutivas (para el hemisferio sur) con anomalías frías en la temperatura de la superficie de mar del Pacifico ecuatorial oriental”, resaltó Garavaglia
Pronóstico climático en Argentina bajo la influencia de La Niña
Conforme a este escenario global que fuerza las condiciones meteorológicas de gran escala en distintas partes del mundo, Argentina transita una previsible época más fría que lo habitual en el centro y norte del país, con ingresos de aire polar intensos de manera temprana en el año, los cuales podrían continuar de manera recurrente durante este invierno”.
La historia indica que “La Niña ha favorecido siempre las bajas temperaturas durante el otoño e invierno en la mitad norte de Argentina. La proyección para el actual trimestre de invierno señala que “en promedio habrá temperaturas más frías que lo normal especialmente sobre la franja norte del país y más cálidas que lo normal en la Patagonia, con un escenario más incierto o cercano a la normalidad en el centro argentino”.
”El déficit de lluvia continuaría siendo generalizado durante el invierno, esperando a que durante la primavera pueda revertirse al menos en forma parcial y sectorizada el panoramaMeteored.
Cómo impacta en América Latina
Generalmente, La Niña se manifiesta en dos formas totalmente diferentes en América Latina: lluvias intensas y abundantes, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Colombia, Ecuador y el norte de Brasil; y en condiciones de sequía en Perú, Bolivia, el sur de Brasil, Argentina y Chile.
Varios de estos últimos países viven desde el pasado año una intensa sequía, que ha afectado los cultivos, ha secado ríos e impactado la generación hidroeléctrica.
Ahora se teme que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias en el Cono Sur y haga de 2022 un año aún más seco.
Mientras, en el noreste de América del Sur han ocurridos deslaves en varios países y en otros, como en Colombia, las represas se encuentran en un 86% de capacidad, casi el doble de los niveles de hace un año, lo que es considerado históricamente alto.