El proyectil perforó el techo de la vivienda ubicada en 23 del Oeste Norte, entre Posadas y Artusi.
Una bala perdida cayó dentro de un domicilio particular durante la noche del jueves, perforó el techo y terminó debajo de la cama de una menor de edad. Si bien los habitantes de la vivienda fueron invadidos por la confusión; llamaron a la policía, pero los uniformados no se presentaron nunca al lugar, pese a que había prometido enviar un móvil para constatar lo ocurrido.
Debido a esto, colegas del diario local La Calle se contactaron con María Antonela Bregliano, que hizo público el caso por intermedio de las redes sociales, accedió a dialogar con este medio y relató lo ocurrido.
¿Nos podes relatar lo ocurrido?
El jueves 21 de noviembre, cerca de las 21 horas, estábamos por cocinar con mi pareja y mi hija de dos años se encontraba jugando. Mi pareja salió a comprar lo necesario para hacer la comida, yo descansaba en un sillón y mi nena jugaba en su cuarto. En un momento sentí una explosión muy fuerte, mi hija empezó a llorar por el ruido, me asusté y mi primer impulso fue agarrarla para salir de la casa.
¿Cuál fue tu primera reacción?
Empecé a llamar a mi esposo que estaba en un kiosco cercano a la casa, vino enseguida y volvimos a entrar. Lo primero que se nos cruzó por la cabeza es que pudo haber explotado el calefón, o algo por el estilo, pero cuando entramos nos dimos cuenta que había un pedazo del cielorraso en el piso y un hueco en el techo.
¿Qué hicieron entonces?
Mi pareja subió al techo y pudo constatar que desde arriba también había un agujero. Desde abajo podía ver a mi esposo iluminando con la linterna desde afuera, ya que la luz atravesaba los agujeros de la chapa y el machimbre.
¿Los invadió la incertidumbre?
En ese momento no nos explicábamos muy bien lo que podía ser, hasta que a los dos se nos ocurrió que podía ser una bala perdida. Nos pusimos a buscar en el interior de la vivienda, y encontramos el plomo debajo de la cama de mi hija.
El mayor impacto se lo llevó el techo, ya que el piso no se cachó ni se rompió en ningún lugar.
¿Hicieron alguna denuncia?
En un primer momento no sabíamos muy bien cómo reaccionar ante esta situación, ya que los dos estábamos conmocionados ante lo que podría haberse convertido en tragedia si impactaba contra mi hija. Luego llamamos a la policía para ver si había necesidad de radicar una denuncia, ya que jamás habíamos escuchado que ocurra algo parecido en el barrio. Nos atendieron el teléfono y desde la comisaría nos preguntaron cómo sabíamos que era una bala perdida, así que les hicimos el relato de lo sucedido.
¿Cuál fue la reacción de la policía?
Nos dijeron que nos enviarían un móvil, pero pesaron varias horas y la policía nunca apareció en el lugar. No hicimos denuncia; ya que no es una situación natural, no sabíamos cómo reaccionar y la fuerza de seguridad a la que llamamos no nos envió el móvil que había prometido. Básicamente no apareció la policía, así que nos dedicamos a tapar el agujero del techo ante la inminente lluvia que se avecinaba.
¿Alguna reflexión con respecto a lo vivido?
Debemos pensar que las armas lastiman, aunque no se haga con ese propósito. Muchas veces durante las fiestas u otros aconteciomientoslas personas realizan disparon al aire, sin pensar en las consecuencias.
La calle
