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Comenzó ayer el debate oral y público contra dos funcionarios policiales de la policía de Entre Ríos en Villaguay. Se trata de José María Aranda y Ricardo Daniel Villaverde, acusados de Vejaciones, en perjuicio de dos adolescentes hace más de cuatro años.

Los fiscales Juan Manuel Pereyra y Mauro Román Quirolo y el querellante particular Alberto Salvatelli, acusan a los funcionarios policiales del hecho perpetrado en la noche del 19 de abril de 2019, en un camino de Raíces Oeste, en Aldea Farías, zona rural de Villaguay, un hecho del que resultaron víctimas de vejaciones dos adolescentes: Misael Olote de 18 años de edad y Jorge Schlothauer que en ese momento era menor de edad. Esa misma noche, tras los hechos, Olote se quitó la vida ahorcándose. Al parecer lo vivido le produjo mucho temor y unido a problemas de pareja que estaría transitando, lo llevaron a tomar la determinación de suicidarse.

 

El alegato de apertura de la acusación

El alegato de apertura estuvo a cargo del fiscal Juan Manuel Pereyra, quien manifestó que ambos jóvenes transitaban por un camino rural que empalma por la ruta 18, conduciendo el mayor de ellos su automóvil Renault 18, cuando fueron obligados a detener la marcha por un patrullero que estaba en el camino con las luces apagadas. Al acercarse los jóvenes, Villaverde y Aranda vistiendo sus uniformes los obligaron a bajar del auto y los interrogaron acerca de un robo que había sido perpetrado días antes en la casa de un vecino, Eduardo Francisco Valentini. Les decían que les dieran la plata que ellos se la iban a tirar en el patio a Valentini, porque la mujer y el hijo habían ido a recriminarles que no hacían nada por detenerlos y habrían acusado a Olote por el hecho. Los jóvenes negaban haber cometido el robo y en eso pasaron otros dos vehículos. Para poder seguirlos, los hicieron subir al auto para que avanzaran hacia la ruta. Un trecho más adelante volvieron a hacerlos descender del rodado, pero ya en forma más agresiva. Mientras Aranda apremiaba a Olote, Villaverde la emprendía con Schlothauer.

Fueron abofeteados, además Villaverde le puso el arma amartillada en la cabeza al menor y luego los dejaron ir amenazándolos para que no dijeran nada.

Ambos jóvenes, asustados, fueron a la casa de Olote donde se separaron. Entonces Olote comenzó a mandar mensajes a su hermana que hacían suponer que algo malo le pasaba. El día 21 fue encontrado ahorcado.

Dijo el fiscal Pereyra que los hechos y la declaración de los testigos “derribaría el estado de inocencia de los acusados. Entendemos que la evidencia permite conocer cuál fue la magnitud del injusto”, concluyó. Esto fue compartido por el querellante particular..

 

“Mi hijo no era un chico dañino”

Los imputados hicieron uso de su derecho a no declarar, por lo que se dio paso a la etapa de los testimonios. El primer testigo fue el padre del joven fallecido, Oscar Orlando Olote.

El fiscal Mauro Román Quirolo, fue quien realizó las preguntas al testigo Olote, quien manifestó que esa madrugada fue despertado por Ángel, su yerno, que vino a decirle que Misael no estaba en la casa (el joven ya se había independizado y tenía su propia vivienda). Su hermana había recibido un mensaje que le pareció extraño y el cuñado fue a buscarlo pero no lo halló, por lo que recurrió a su padre. Olote salió con su camioneta y en el camino encontró a Jorge Schlothauer y a su otro hijo Martín Olote a quienes hizo subir a su camioneta para dirigirse a la policía. En el camino Schlothauer le relató lo sucedido con la policía. Tras una larga espera llegaron los funcionarios Aranda y Villaverde quienes dijeron que habían trasladado a un detenido a Villaguay. Estos, en principio negaron los hechos, pero ante la acusación del menor que estaba presente, admitieron el hecho y le dijeron que “les pegamos a los chicos porque queríamos que nos den la plata para tirársela en el patio porque nos tienen podridos con esto de que no hacemos nada”. Esto en referencia a que la esposa y el hijo de Valentini habían ido a la comisaría a recriminarles por el robo.

Olote les dijo que lo ayudaron a buscar a su hijo y Aranda le pidió que no denunciara, que ya iba “a aparecer el pibe”. Los dos policías prácticamente no participaron de la búsqueda y esta no dio frutos hasta el día 21 cuando encontraron a Misael arrodillado, ahorcado. Negó Olote que su hijo hubiera tenido mal comportamiento: “Si hubiera sido un chico dañino me hubiera robado a mí, porque nunca me faltó la plata” alegó. Dijo que tras los hechos ambos policías fueron trasladados y que también se fue el jefe de policía de Villaguay. El abogado Briceño le preguntó a Olote cuál era su interés en la causa y el afligido padre le respondió: “que se haga justicia”.

 

“Era menor y me golpearon y apuntaron con un arma”

El segundo testigo fue Jorge Schlothauer, quien ya no vive en Aldea Farías, sino en Rosario donde trabaja. Se notaba su conmoción al prestar declaración por lo que el fiscal Pereyra le dijo varias veces que estuviera tranquilo.

“Veníamos en auto con Misael cuando nos detuvieron en el camino. La primera vez nos palparon, nos interrogaron y nos pidieron que entregásemos la plata que supuestamente le habíamos robado a Valentini. Como pasaron una camioneta y un camión los corrieron y nos dijeron que avanzáramos. Nos volvieron a parar y esta vez nos empezaron a “apretar” a mí me pegó un cachetazo el más morrudo (Villaverde) y a Misael lo tenía el más flaco (Aranda). En un momento me puso el arma en la sien y me “arrecostó” contra el auto. Me volvieron a golpear, esta vez no sé cual fue. Cómo vieron que no teníamos nada nos dejaron ir pero nos decían: “¿Quién les hizo algo a ustedes?”. “Nadie señor” repetíamos. Cuando subimos al auto Misael me dijo: “Mierda que pegan fuerte los policías, pero me aguanté”. Fuimos a su casa él me preguntó si me iba a quedar, le dije que no y me fui. Iba por el camino y era tanto el miedo que tenía que pasó un auto y me escondí. Después veía un policía y tenía miedo. Estuve mucho tiempo sin salir. Mi vieja estaba en Paraná por la enfermedad de mi sobrina y me llevó con ella”. Dijo que Misael también tenía miedo, que se daba cuenta por la forma en que conducía el auto cuando se iban después del incidente. Negó que alguna vez alguno de ellos o ambos en conjunto hubieran tenido un problema con la policía.

Dijo también que no era habitual que los policías hicieran controles de noche “parecía que nos estaban esperando”. Ante una pregunta del fiscal acerca de quién le puso el arma en la cabeza, señaló sin vacilar a Villaverde y dijo: “Yo era menor de edad, me golpearon y me pusieron un arma en la cabeza”.

 

Coincidencia en los relatos

También coincidió con la declaración de Oscar Olote en el sentido de que los policías no buscaban a Misael que se quedaban dentro del auto, y que fue Olote quien lo llevó a hacer la denuncia por lo acontecido, ante la ausencia de su progenitora. Por declaraciones de ambos testigos también trascendió que el yerno de Valentini es policía en Paraná y que había venido a decirles a los acusados que “apretaran” a los dos jóvenes que ellos eran los ladrones. Acerca de esto consta en la causa que el casero de los Valentini qhabría estado presente cuando la mujer y el hijo dijeron que lo iban a acusar a Olote que iban a decir que el casero no estaba cuando fue a robar. Este les respondió que él no había visto a Olote, que el perro estaba suelto y que la policía había pasado. Que iba a decir la verdad”. Hubo otras seis declaraciones, en su mayoría coincidentes con los dichos de ambos testigos. Hoy prosigue la audiencia.

La calle

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