De pulmón en varones y de mama en mujeres, los tipos de cáncer más mortales

Los tumores malignos más comunes pueden ser prevenidos hasta con vacunas, y con detección temprana permiten cada vez más alta sobrevida.

La publicación reciente del Atlas de Mortalidad por Cáncer en Argentina reveló que de acuerdo con los datos del período 2011-2015, el cáncer representa aproximadamente el 20% de la mortalidad del país con más de 60.000 defunciones anuales.

En la provincia, como en el país, constituye la segunda causa de muerte, detrás de las enfermedades cardiovasculares. Ello teniendo en cuenta a la población en general, sin discriminar por edades, donde esa incidencia puede variar, con mayor o menor incidencia.

El cáncer de pulmón en los varones y el de mama en las mujeres, mantienen la mayor incidencia en la tasa de mortalidad por cáncer en la provincia, según esos registros que datan de unos cinco años atrás.

«Los datos del Atlas pertenecen al relevamiento que realizamos en 2012. De todos modos, tanto la incidencia del cáncer en las enfermedades y en la mortalidad no se modifica como puede ocurrir con una enfermedad infecto-contagiosa, donde las tendencias pueden cambiar en uno o dos años. El cáncer necesita mucho tiempo para observarse un variación: depende mucho del tipo de cáncer, y además siempre decimos que el tiempo entre la exposición y la aparición de la enfermedad es muy largo, por eso es muy difícil que una tendencia cambie muy pronto», indicó el director de Epidemiología de la Provincia, Diego Garcilazo.

Argentina está dentro del rango de países con incidencia media-alta del cáncer, con más de 217 casos nuevos por año cada 100.000 habitantes. En Entre Ríos se detectan, según ese último registro provincial realizado años atrás, entre ocho y nueve casos de cáncer por día; es decir, más de 3.000 casos por año. Estadísticas nacionales e internacionales estiman que para 2035 aumentarán 50% la incidencia de la enfermedad y 55,7% las muertes por esta causa.

«Esto tiene que ver también porque hubo mejoras en casos de enfermedades transmisibles, que beneficiaron la salud de las personas. Eso ha hecho que el cáncer tenga más relevancia, porque antes uno se moría de enfermedades que hoy han quedado relegadas. Es lo que los especialistas llamamos mortalidad competitiva: antes uno podía morir de neumonía, y ahora es más probable que tenga cáncer y no neumonía», graficó el profesional.

De acuerdo con los datos del Atlas de Mortalidad por Cáncer en Argentina, en los varones el cáncer con mayor incidencia en la mortalidad es el de pulmón, con una tasa de 33,6 cada 100.000 habitantes; colon-recto, 18 cada 100.000 habitantes; próstata (16,3), páncreas (10,1); estómago (8,7); esófago (6,1); riñón u otros urinarios (5 cada 100.000 habitantes).

 

MUJERES

En el caso de las mujeres, el cáncer de mama llega al 17,7 cada 100.000 habitantes; colon-recto (10,6); pulmón (9,4); útero cuello (6,1) y páncreas (6 cada 100.000 habitantes). Comparado con el informe anterior, correspondiente al período 2007-2011, se detectó un retroceso de 1,7 puntos en el cáncer de pulmón en varones; una reducción también del cáncer de próstata (pasó de 17,7 a 16,3); y creció levemente el cáncer colon-recto, de 17,7 a 18.

En las mujeres, el cáncer de mama se mantuvo sin cambios, en el mismo índice de 17,7 cada 100.000 habitantes. Creció 0,3 el índice en el caso del cáncer de colon-recto y lo mismo ocurrió con el cáncer de pulmón. La incidencia de la mortalidad del cáncer de cuello de útero se redujo de 6,8 a 6,1 cada 100.000 habitantes. Lo que resulta difícil de estimar, y justamente no hay registros de ello, es la cantidad de personas enfermas de cáncer. Ello se debe a distintas razones: a los que se diagnostican cada año, habría que sumar los que tuvieron hace cinco años, hace 10 años, en los últimos días, restar los que fallecieron por esa causa, y advertir quienes se curaron o tienen sobrevida.

«No es un dato constatado, la prevalencia de cuántas personas hay hoy, está asociado a la sobrevida. Hoy tenemos más sobrevida por cáncer. Uno cada vez más conoce a alguien o algún familiar que tuvo cáncer. Y uno de los motivos está asociado, no quiere decir que se haya constatado, es que si mejora la sobrevida, vamos a tener más personas con cáncer. Es lo mismo que pasa con la diabetes, la gente que tiene hoy esa enfermedad sobrevive más; antes moría a los 60 años y hoy puede vivir hasta los 80 o 90 años. Es decir, la prevalencia puede aumentar, pero no es lo importante. Lo importante es el riesgo, que son los casos nuevos de muertes. Ahí observás si se modifica o no el riesgo de tener cáncer», consideró Garcilazo.

En relación a ello, justamente las investigaciones han mejorado mucho los tratamientos de los algunos tipos de cánceres Y en ese marco se hace necesaria tanto la prevención en los casos que sea posible, como en la detección temprana de la enfermedad. Entre los tipos de cáncer con más incidencia en la provincia, en los varones aparece el cáncer de pulmón, íntimamente relacionado con el tabaquismo. La particularidad, según emergió en las estadísticas oficiales, es que ahora hay más mujeres fumadoras, que hombres.

 

VARONES

«El perfil del fumador ha cambiado», planteó. En el caso del cáncer de pulmón, la puesta en marcha de programas de tabaco cero, o de ambientes libres de humo, y de campañas para eliminar ese hábito, ha marcado un rumbo de trabajo bien concreto. Se trata de un cáncer prevenible, si uno no fuma, pero de difícil tratamiento cuando se lo detecta, ya que habitualmente se encuentra en estado avanzado. El cáncer colorrectal, es muy frecuente tanto en hombres como en mujeres, y es el que más ha crecido en la provincia. «Está asociado –explicó Garcilazo– con la alimentación, que es uno de los elementos claves para la prevención. Básicamente se requiere la incorporación de fibras a la alimentación, ya que tantos alimentos procesados aumentan el riesgo de este tipo de cáncer.

También hay otras causales, como los antecedentes familiares, el sobrepeso o la obesidad, y la falta de actividad física. Pero hay medidas concretas de diagnóstico; si se toma a tiempo, tiene una sobrevida muy alta. Por eso en este tipo de cáncer se hace hincapié en un diagnóstico temprano», y confirmó que ya por el año 2012 se observó que era uno de los cánceres que más venía creciendo en la incidencia, en la provincia. Respecto al cáncer de mama –frecuente en mujeres, y muy ocasionalmente en hombres–, el funcionario subrayó que hoy «está en duda eso de palpar el nódulo, porque eso quiere decir que la enfermedad está avanzada».

El método más adecuado es la mamografía, que depende del grupo de edad de la persona, cómo será su frecuencia. Se trata de un tipo de cáncer que requiere detección temprana. «Uno de los cánceres más prevenibles, por decirlo así, es el de cuello de útero. Tenemos medidas de prevención primaria y secundaria. Primaria es la vacunación; hoy las mujeres y los hombres tienen la oportunidad de prevenirse de un cáncer que gracias a la investigación epidemiológica, se ha avanzado mucho en los últimos cinco años. Se sabe que si no hay infección por un virus, no aparece el cáncer. Hoy tenemos una vacuna que está disponible, es gratuita, y que sin embargo seguimos luchando en Epidemiología porque tiene una muy baja cobertura», reflexionó.

En eso insisten desde la cartera de Salud Pública: hoy las vacunas ayudan a prevenir el cáncer, y la gente muchas veces no lo tiene presente, apuntó Garcilazo. Habló también de otras acciones de prevención, como el Papanicolau, o el diagnóstico de la infección latente por HPV. Todos estos índices marcan lo que se denomina la Tasa Ajustada por Edad (TAE), que permite tener una serie de referencia sobre la población estándar, al homogeneizar los distintos grupos de edades. Por ello, al buscar especificidades por segmentos, aparecen por ejemplo que en las mujeres más jóvenes, se observa con menor frecuencia pero con mayor incidencia en la mortalidad, el melanoma.

Y en la población pediátrica, donde la incidencia es muy baja pero tiene un fuerte impacto, las leucemias y los tumores en el sistema nervioso central. Profesionales consideran que cada tipo de cáncer no se puede evaluar en forma genérica, porque cada uno tiene una causa distinta. «Lo que hicimos en ese informe –dijo Garcilazo– es que hay cánceres que tienen particularidades en determinados lugares, por departamento».

El documento había mostrado, por ejemplo, que el departamento Diamante que tiene valores más altos de incidencia y mortalidad por cáncer colorrectal. En tanto, en Gualeguaychú –tras un extenso y riguroso trabajo de estudio encarado por equipos técnicos contratados por el municipio, en coordinación con la Secretaría de Salud de la Provincia se confirmó que la mortalidad en hombres del departamento Gualeguaychú por cáncer fueron pulmón, próstata, colon y recto, páncreas y estómago; y en las mujeres fueron mama, colorrectal, pulmón, páncreas y cuello uterino. Más allá de leves variaciones, los índices fueron coincidentes con el resto de la provincia y del país. El cáncer va en aumento, fundamentalmente en diagnóstico, y también en mortalidad. Eso es así también en el mundo.

La realidad también es que hoy hay mayores y mejores formas de detección, y también de métodos de tratamiento que permiten la curación o mejorar la forma de vida en algunos de ellos. Y cierto es también que las nuevas incidencias –como los agroquímicos– pueden estar sentando las bases de su impacto, pero su tendencia que comenzarán a notarse con el avance de los años. (UNO)

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