Se trata del proyecto participativo, conocido con el nombre de Cañada de Lemos, presupuestado y aprobado años atrás, para terminar con la contaminación.
Los vecinos del barrio Matadero reclaman por la concreción de su proyecto participativo, conocido con el nombre de Cañada de Lemos, presupuestado y aprobado años atrás.
De acuerdo a lo expresado, las innumerables gestiones emprendidas ante la Municipalidad aún no han tenido el eco ni el resultado deseado; creen que es debido a la “burocracia”.
No obstante, mantienen viva la llama que motoriza la idea de plasmar su propuesta, respaldada por la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y acompañada por los ambientalistas uruguayenses, con la intención de sanear ese predio, disminuyendo los índices de contaminación, ya que se trata de un basural a cielo abierto en el que se vuelcan los efluentes cloacales de un sector de la ciudad y del que manan fuertes olores que deben soportar los frentistas.
En este sentido, comentaron que el objetivo es hacer un humedal, a los fines de escurra el agua, teniendo en cuenta el caño de descarga, ubicado en 13 del Oeste y 25 de Agosto. Al volcarse los líquidos, que provienen de las calles Suipacha, Ratto y Malvar y Pintos y las 12 Viviendas, entre otros sectores, ese espacio al aire libre se convierte en un foco de contaminación latente. No sólo por los desechos sino también por la presencia de insectos, alimañas y roedores. Es más, según mencionaron, ya ha habido casos de enfermedades serias como el hantavirus.
“Si bien se han escuchado comentarios negativos, como que no se hará, por falta de recursos, esta pelea la vamos a continuar”, aseveró uno de los impulsores del proyecto, que contempla la ejecución de una panta, un filtrado, una cámara, otro filtrado, planta, cámara y filtrado con un fondo de arena.
Según se explicó, ese sistema posibilita que el agua llegue de una manera más purificada. La ingeniería de esa propuesta fue considerada junto a los profesionales de la UNER, entre ellos el doctor Leandro Marcó, en base a un dispositivo empleado especialmente en la República Federativa de Brasil. “Sería positiva emplearla también en nuestra ciudad, que está prácticamente colapsada. Porque nosotros mismos nos envenenamos, pues tiramos todo (los desechos) al río”, aseveró una de las voces consultadas. (La calle)
