Un difícil contexto climático atraviesa la región pampeana, en un momento crítico donde están en juego los rendimientos de soja. Un fenómeno que se da por estos días inhibe los frentes de tormenta y genera escasas expectativas de lluvias.
La mitad de la región núcleo agropecuaria no recibió precipitaciones el último fin de semana y, si este comportamiento se extendiese diez días más, podría perjudicar con fuerza el área de soja y el maíz, advirtió un informe.
El especialista en agro-clima José Luis Aiello, de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, recordó que el fin de semana pasado los núcleos de tormentas «siguieron instalados en el norte del país».
En cambio, hacia el sur, en la franja central de la región pampeana, la circulación de aire frío «produjo algunas lluvias de montos escasos en gran parte del territorio».
La situación del centro de Buenos Aires sigue siendo muy complicada, ya que más allá de algunas lluvias puntuales, gran parte de la provincia de Buenos Aires afronta una sequía que sigue agravándose semana a semana.
En este difícil contexto climático que atraviesa la región pampeana, y en un momento crítico donde están en juego los rendimientos de soja en la Argentina, Aiello alertó sobre un «fenómeno que puede inhibir los frentes de tormentas».
A mediados de enero el especialista había considerado que el fenómeno La Niña se había intensificado, y que en enero no se iba a producir un cambio sustancial de las lluvias.
Se había mostrado optimista para el norte del país, anunciando la recuperación hídrica del NOA; también había explicado que en febrero La Niña seguiría siendo una protagonista indeseable, pero que observaba activos los mecanismos regionales que seguían aportando agua a Córdoba y Santa Fe.
Aiello explicó que «la distribución de centros de alta presión en el Pacífico y Atlántico generan una situación que limitará la oferta de agua durante al menos los próximos 10 días en Argentina y el sur de Brasil».
«Si la inercia de esta distribución persiste, pensemos en muy poca oferta de agua hasta el comienzo de la última semana de febrero. Esta situación es la menos deseable para el desarrollo de la producción argentina de soja y maíz», añadió. (El Once)