El sofisticado sistema de seguridad del Motorolla XT 1680 de Fernando Pastorizzo es inviolable. Los peritos lograron acceder a la nube de Gmail y se recuperó la información que el joven había descargado, pero los datos de Whatsapp llegaban hasta mediados de noviembre.

Descubrir lo que había dentro del teléfono celular de Fernando Pastorizzo se convirtió en la pericia más difícil de resolver. Primero lo intentó la Procuración de Entre Ríos, que a pesar de los aparatos sofisticados que tienen los ingenieros, nada se pudo hacer para violar la tecnología del Motorolla XT 1680.

Para no perder esperanzas, se pasó la posta a los peritos informáticos de la Gendarmería Nacional. En el primer intento tampoco pudieron acceder, pero decidieron tomar otro camino. Se llevaron el CPU de Pastorizzo y consiguieron posibles contraseñas de cuentas de mail de la víctima.

En un primer momento trascendió que se había podido ingresar al teléfono a través de la computadora, pero en cierta parte esta información fue errónea, porque en realidad se accedió a las cuentas de mail y se obtuvieron copias de seguridad de la información guardada en la “nube” de Google que realiza automáticamente un buck up de las fotos y videos recibidos en las redes sociales o el WhatsApp.

Personas vinculadas a esta pericia confiaron a ElDía que como primera medida se sacó el chip del Motorolla y se colocó en otro teléfono celular y gracias a los datos que habían aportado amigos y familiares de Fernando, se pudo recuperar las claves de las cuentas de mail. En una de esas cuentas había información de Whatsapp, GPS y fotos.

La información que se obtuvo del Whatsapp llega hasta mediados de noviembre, es decir un mes y medio antes del crimen. Pero se habría podido establecer todo el recorrido de Fernando Pastorizzo hasta el 29 de diciembre gracias al GPS.

Respecto al celular de Nahir Galarza, que también fue peritado por Gendarmería, se esperaba contar con dos cuestiones claves: si tenía archivos borrados y qué había pasado con el GPS que dejó de funcionar el 28 de diciembre.

Según pudo saber ElDía, el Iphone no presentó complejidades para ingresar y se habría determinado que no había archivos borrados. Tampoco se habría podido establecer si el GPS fue borrado a propósito o si se trató de un error del sistema, pero un especialista consultado por el tema explicó que si hubiese sido borrado intencionalmente, “el sistema lo toma”.

Gustavo Presman es una eminencia en la informática forense de la Argentina. Es Ingeniero Electrónico con una maestría en Seguridad Informática y docente de esa especialidad en la Universidad de Buenos Aires. Pero además trabaja actualmente en el caso Nisman, peritando los teléfonos y computadoras involucradas en la investigación.

Este investigador había mostrado a ElDía su poco optimismo cuando Gendarmería inició la pericia: “Creo que no lo van a poder llegar a abrir, aunque todo depende la tecnología que tengan. Gendarmería tiene los dispositivos como para acceder al teléfono, pero hay casos en los que aunque se tenga la mejor tecnología del mundo no se puede descifrar el teléfono”, mencionó.

Explicó que muchas veces se puede acceder al contenido, pero ese contenido resulta ilegible. “Hay dos niveles de dificultad: primero se debe acceder al teléfono, sacar la información, y la otra es cómo se lee esa información. Es como si tuviera un libro dentro de una caja fuerte y el primer problema es abrir la caja fuerte para sacar ese libro. Pero ese es el menor de los problemas porque después ese libro tiene que estar en un lenguaje que vos lo puedas leer”, ejemplificó. Presman fue claro: “Muchas veces no hay una solución y una herramienta que lo pueda hacer; y eso es lo complejo de la tecnología”. (El Día)

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