El fiscal de la causa por abusos que se sigue contra el cura Juan Diego Escobar Gaviria, Federico Uriburu, realizó un balance del juicio que se desarrolló esta semana y adelantó que el lunes, a la hora de los alegatos, “se pedirá una pena de 25 años de prisión”. Destacó la coincidencia en ese aspecto con la querella y resaltó el trabajo complementario que realizaron ambas partes acusatorias. También afirmó que “tanto la Fiscalía como la querella” tienen “la misma visión del juicio respecto a que todos los testigos que se presentaron –incluso los que acercó la defensa- permiten mantener la hipótesis que sostuvimos desde el inicio: que Escobar Gaviria en las oportunidades descriptas en cada imputación es el autor material y responsable de los delitos que se le imputaron y en el juicio se logró reproducir la prueba la que el lunes se expondrá en un grado de certeza”. Confirmó además que se solicitará el inicio de otra causa por falso testimonio en relación a un testigo “que dijo ser solo conocido del cura” cuando en realidad posee un vehículo “que tiene tarjeta azul extendida a nombre del cura, con lo cual se establece una relación más de confianza”. En otro orden de temas adelantó que concluido este debate, retomará el trabajo en la causa por abusos cometidos en el convento de carmelitas descalzas de Nogoyá –que ya lleva un año desde su inicio- “para llegar en un tiempo no muy lejano a solicitar la remisión a juicio”.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza) Uriburu resaltó que “la parte acusatoria, tanto la Fiscalía como la querella, tenemos la misma visión del juicio respecto a que todos los testigos que se presentaron –incluso los que acercó la defensa- permiten mantener la hipótesis que sostuvimos desde el inicio: que Escobar Gaviria en las oportunidades descriptas en cada imputación es el autor material y responsable de los delitos que se le imputaron y en el juicio se logró reproducir la prueba la que el lunes se expondrá en un grado de certeza”.
Adelantó que “de acuerdo a lo hablado con (el fiscal coordinador de Gualeguay, Dardo) Tórtul nos vamos a mantener en la pena estimada de 25 años de prisión”. “Estoy por reunirme con Tórtul para trabajar en los alegatos y hasta el momento no habría cambios. En esto también hay coincidencia con la querella, lo cual se da pocas veces, pero en esta causa se ha trabajado muy bien con la querella, nos hemos completando, se lograron medidas cautelares en común con aportes que han realizado ellos y no hubo diferencias ni de criterio ni de ningún otro tipo de conceptos; sino que hemos coincidido absolutamente en todo”, destacó.
Por otra parte, confirmó que se solicitará el inicio de otra causa por falso testimonio en relación a “un testigo que ayer declaró y dijo que no había visto nada de los hechos que se imputan al cura, que era inocente y que lo sabía porque lo veía”.
Además, explicó que “al inicio de la audiencia la parte que propone al testigo debe preguntarle sobre el interés que tiene en el resultado de la causa ya que hace a la objetividad del testigo, pero en este caso la defensa omitió hacer esa pregunta. Por ello, desde la Fiscalía le preguntamos qué interés tiene en el resultado del juicio y dijo que era ayudar a Juan Diego y que quede en libertad, lo cual ubica al testigo como parcial”.
“Luego se le preguntó qué grado de relación tiene con Juan Diego y dijo que era solo conocido, pero de acuerdo a información que teníamos, sabíamos que compartía un vehículo con el padre Juan Diego. Por ello, luego de la declaración del testigo, por directivas del doctor Tórtul se realizó una investigación que arrojó que el vehículo que el testigo tiene está a nombre suyo pero que tiene tarjeta azul extendida a nombre del cura, con lo cual se establece una relación que va más allá del mero conocimiento que dijo tener con el cura y es una relación más de confianza”, reveló.
“Estamos hablando de gente que vino a declarar a favor del cura a cualquier costo”, reflexionó el fiscal.
Sobre la actitud del sacerdote, mencionó que “en ningún momento emitió palabras, salvo el miércoles cuando la madre de una víctima entró al salón y lo miró a los ojos y allí el padre Escobar Gaviria manifestó que la testigo lo estaba intimidando con la mirada”. “Fue la única vez que habló espontáneamente, sin que el Tribunal le pregunte algo. Fue una reacción llamativa de él y entiendo que no pudo controlarse ante esa mirada”, analizó.
La causa del convento
En otro orden de temas, a un año del inicio de la causa por abusos y torturas cometidos en el convento de carmelitas descalzas, Uriburu señaló: “Con el convento no tengo conexión directa pero tenemos diálogo con el párroco local de Nogoyá; tengo diálogo directo con las víctimas y familiares e incluso tengo un diálogo fluido con la mamá de un actual carmelita”.
“Esa señora en agosto del año pasado le mandó una carta al Papa pidiendo la intervención del convento porque quería que alguien vea las cosas raras que estaban sucediendo, carta que no le fue contestada, pero luego vino la información periodística y la actuación de oficio de la Fiscalía”, refirió.
Sobre la situación actual del convento, reveló que “se han relajado las nomas tan estrictas que tenían antes con posterioridad a la visita de un veedor que vino directamente de la Nunciatura Apostólica”. “Se realizó una inspección de la Nunciatura Apostólica la que arrojó la necesidad de relajar las medidas tan estrictas que estaban sufriendo, se cambió hasta la dieta y ahora comen carne y tienen más contacto con sus familiares”, describió.
“Fuera de lo que es el derecho penal, lo más importante es que se ha solucionado lo que las víctimas buscaban que es que no haya más víctimas, con el hecho de que la madre superiora fuera desplazada de allí por una orden directa del Vaticano. La denuncia no es tanto por el que hace la denuncia sino para ayudar a los que siguen padeciendo abusos o los malos tratos en el convento”, señaló el fiscal.
Agregó que “contar con ese respaldo, que el mismo Vaticano consideró oportuno apartar a la superiora del cargo es un dato que acredita tanto la investigación periodística como la penal” por lo cual reveló que “se solicitó informes vía oficio a (monseñor Alberto) Puiggari a los fines de conseguir la resolución original del Vaticano para conocer los fundamentos de su desplazamiento”.
“Queremos saber los motivos porque nos pueden ayudar a nosotros, y además me comprometí con el hermano de una víctima a terminar con esta causa de Escobar Gaviria y retomar la causa de las carmelitas para llegar en un tiempo no muy lejano a solicitar la remisión a juicio, porque si bien hay una cuestión de competencia planteada, al ser nosotros los que primero intervinimos, seguimos teniendo la competencia sobre la causa hasta que la Corte diga lo contrario”, concluyó. (Análisis)