De la intervención participaron equipos médicos de tres provincias. Elonce TV dialogó con el padre de la niña, a la cual a los 11 años le detectaron una escoliosis avanzada, y contó cómo fue el proceso para poder lograr la operación.
Este jueves se concretó en el hospital materno infantil San Roque de Paraná una compleja intervención quirúrgica en la columna de una adolescente de 13 años, de la cual participaron equipos médicos de otras provincias.
Tras la operación, Elonce TV pudo dialogar con Eduardo Follonier, padre de Katia, quien se mostró muy agradecido con todo el personal del nosocomio paranaense. Ellos son de Concepción del Uruguay, y llegar al día de la cirugía fue un arduo camino que debieron recorrer durante más de un año.
A los 11 años, y por su contextura delgada, los padres de Katia empezaron notar que tenía un hueso de la espalda que sobresalía. De inmediato recurrieron al servicio de Traumatología del hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay, donde detectaron una «escoliosis avanzada». Ante ello, fue derivada a la capital entrerriana donde comenzaron las interconsultas entre los nosocomios.
Luego de una serie de estudios, donde fueron atendidos por el Dr. Sergio Jmelnizky se hizo una primera instancia con el uso de un corset. Lo usó varios meses pero se llegó a la conclusión que no daba los efectos esperados y la curvatura de la espalda se iba agravando. «Agradezco muchísimo al doctor que no dilató más los tiempos y tomó la decisión de pasar a la cirugía. Nos explicó bien la gravedad del asunto y nos puso al corriente de que era una cirugía una compleja, que los implantes que se necesitaban eran muy costosos y que si íbamos a gestionarlo en la salud pública iba a demorar bastante», explicó Follonier, dando cuenta que esta primera charla con el profesional ocurrió un año atrás.
Desde ese momento, empezaron a realizar todos los trámites «como cualquier padre lo haría por un hijo. Recorrimos todo».
De la compleja operación participaron profesionales de Córdoba, de Rosario y del hospital Garraham de Buenos Aires. «El tipo de intervención es en conjunto. Trabajan dos traumatólogos a la vez, uno de lado derecho y otro del izquierdo, con dos equipos médicos que están monitoreando el cuerpo», indicó.
Katia está en terapia intensiva, principalmente por la medicación que tiene. Le están suministrando morfina y otras drogas para menguar el sufrimiento que tiene una intervención de este tamaño y evoluciona de manera satisfactoria. «Como padres estamos muy ansiosos por su recuperación».
«Tenemos presente que este es un primer capítulo. Ahora viene otro que sería el post operatorio, su recuperación. Vamos a trabajar mucho en la parte anímica para que se sienta fuerte y contenida», dijo Follonier sin poder evitar la emoción del momento. En tal sentido, afirmó: «a veces uno tiene que elegir días felices en su vida y el día de ayer, fue uno de los más felices de toda mi vida».
Agradeció a todo el cuerpo del hospital San Roque, por su amabilidad, no solamente a los enfermeros sino también a todos los profesionales, al director Walter Luchetti que hizo posible este tipo de cirugía. A Eva Iturbide por su corazón gigante. Y le quiero decir a todos los padres que estén en situaciones similares o parecidas en la salud pública, que no bajen esa lucha que tienen día a día, que sigan golpeando puertas, porque por cada puerta que se cierra hay otra que se puede abrir». (El Once)