Como casi siempre ocurre, las tragedias revelan, ponen en evidencia. El femicidio de Susana Villarruel puso sobre la mesa varios temas: los escenarios de inseguridad construidos en el marco de tramas viales en malas condiciones, la falta de recursos destinados a garantizar servicios tan esenciales para la comunidad como el alumbrado público de arterias que comunican a los extremos del ejido, los recursos materiales, y específicamente tecnológicos, de los que disponen aquellos que deben acudir al lugar ante la denuncia de los vecinos a dar respuesta. Vamos a detenernos en esto último.

¿Qué pasó con el llamado al 101 realizado por la vecina que escuchó los gritos desesperados que, se presume, fueron los de Susana al momento de ser agredida?

Existe una investigación en curso, solicitada por el subjefe de la Departamental de Policía de Gualeguaychú, Cristian Hormaechea, quien contó los pasos dados a partir de toparse con una vecina que declaró haber llamado al Comando Radioeléctrico alertando sobre gritos desesperados de una mujer, que pedía auxilio en la zona del puente del Arroyo El Cura.

“Esa testigo que contó sobre el pedido de auxilio alrededor de las 7,15 de la mañana del lunes, la encontramos al principio de la investigación. Me acerqué personalmente a hablar con ella y me mostró que había llamado al 101 desde su celular -en el que pude ver el registro donde figuraba la llamada-. Inmediatamente citamos al fiscal -Martín Gil- al lugar para que corroborara el testimonio de la vecina y nos dispusimos a chequear esa información. En el Comando no tenemos registro de esa llamada. Esa es la verdad. Esto no quiere decir que no haya existido la llamada y que, como somos una institución conformada por hombres que pueden cometer errores, la misma se haya borrado o haya surgido algún tipo de contratiempo”, detalló el subjefe.

Y profundizó: “A raíz de esta situación, le pedí al fiscal que libre un oficio a las compañías telefónicas para que nos aseguren que ese llamado ingresó al Comando, para conocer por qué en Jefatura no se tiene ese registro. A partir de esta situación, la Justicia investigará cómo se procedió y se expedirá al respecto. No haber dado respuesta ante una llamada de estas características implicaría el incumplimiento de funcionario público por parte de quien no actuó como debía hacerlo; esto sería gravísimo, ya que somos una institución de servicio que se debe a la comunidad”.

¿Existe la posibilidad de que el llamado no hubiese ingresado a la central del Comando Radioeléctrico de Gualeguaychú?

Si. Por increíble que parezca, existe.

La Jefatura Departamental de Gualeguaychú cuenta con dos líneas de 101 habilitadas para la recepción de pedidos de intervención inmediata de la fuerza ante un ilícito. Pero hace meses que una de las líneas no se encuentra en funcionamiento, ya que la compañía que se encarga de solucionar este tipo de desperfectos no lo ha hecho.

“Hace casi un año estamos trabajando con una sola línea del 101 porque no han venido a reparar el desperfecto técnico; tenemos dos líneas habilitadas, pero una no funciona. El reclamo fue realizado oportunamente a través del Departamento de Comunicaciones que depende del Gobierno de Entre Ríos”, reconocieron dos fuentes policiales consultadas en el marco de la publicación de este artículo.

Lo más descabellado es lo siguiente: “Ante la saturación de la línea puede ocurrir que se entrecrucen los llamados y la comunicación telefónica que se intenta establecer se recepcione en otra dependencia”.

¿Estamos hablando de otra dependencia de la ciudad? No, de la provincia.

“Es una posibilidad. Ha ocurrido antes; la llamada que no ingresa al Comando de Gualeguaychú pudo ingresar en Gualeguay, Ceibas o cualquier otro lugar. La ingresa a otro 101 habilitado ante la congestión de la línea. Esto ocurre, por ejemplo,  cuando se satura el 101 de Nogoyá: si la línea está ocupada, salta el 101 de Gualeguaychú y se recibe la llamada acá”, explicaron.

Según pudimos confirmar, el desperfecto técnico a veces tiene alcances interprovinciales: “En Paraná ocurre con el 911 de la zona de Bajada Grande donde ha ocurrido que los llamados son registrados por el 911 de Santa Fe”, informaron.

Consultado sobre esto el subjefe Hormachea reconoció que “esto ocurre a veces con Bomberos Voluntarios, con el 107;  puede haber ocurrido en este caso, pero no lo podemos asegurar, por eso pedimos a la Justicia que solicite los registros pertinentes e investigue”.

Independientemente de la conclusión a la que arribe la Justicia sobre lo acontecido aquella mañana del lunes, cuando una vecina de la zona del Arroyo El Cura llamó al 101 para alertar a la Policía sobre los gritos desesperados de una mujer, lo que ocurre es grave.

Es grave que durante meses una de las dos líneas del 101, es decir el 50 % del recurso específico para que los vecinos se comuniquen de manera gratuita, se encuentre rota sin que desde Provincia se resuelva el problema. Es grave que un vecino de Nogoyá llame desesperado pidiendo auxilio y del otro lado del tubo un agente en Gualeguaychú le diga que se equivocó de localidad. ¿Cuál sería la alternativa? ¿Cruzar los dedos para que ese vecino o vecina tenga una segunda oportunidad de llamar e ingresar a la línea que corresponde?

¿De qué habla el Gobierno cuando dice que comprende el reclamo de la sociedad de mayor seguridad? ¿Cuál es el plan para prevenir el delito si las Jefaturas de Policía no cuentan con los recursos tecnológicos necesarios? ¿Cuál es la política en materia de seguridad con perspectiva de género si cuando una mujer llama no sabemos si su pedido de auxilio puede perderse en el limbo provincial de las llamadas telefónicas al 101?. (Entre Ríos Ahora)

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