Tuvo lugar en Concepción del Uruguay una instancia más del juicio que se lleva adelante en Paraná contra el expolicía federal José Darío Mazzaferri por la causa de crímenes cometidos durante la pasada dictadura cívico militar que lo tiene sindicado como autor de secuestros e imposición de tormentos a un grupo de ocho víctimas sobrevivientes en la sede que la Policía Federal tiene en La Histórica.
Según publicó Uno, realizaron una inspección ocular por las distintas dependencias del edificio ubicado en la esquina de San Martín y Supremo Entrerriano, donde siguen funcionando las oficinas de la Policía Federal y donde las víctimas y testigos afirman que se cometieron los hechos que tienen a Mazzaferri como principal acusado.
Roque Minatta, Juan Carlos Rodríguez y Carlos Martínez Paiva, todos adolescentes de Concepción en 1976, estudiantes secundarios y militantes políticos, brindaron su testimonio ante la jueza Beatriz Caballero de Barabani sobre la forma en que fueron detenidos y torturados durante en julio del 76.
Tanto la jueza como los abogados presentes, entre ellos María Isabel Cacciopolli por la querella, siguieron de cerca la recorrida y escucharon atentamente los testimonios que comenzaron desde la vereda de la sede policial, con el relato de la detención y la descripción del ingreso de cada uno a las dependencias policiales a través de los diferentes accesos a la misma.
Señalando una de las salas en hall principal de la sede policial, Minatta recordó que «en la mañana del día de la detención no pasó nada grave, no hubo golpes, pero ahí mismo, en ese lugar, comenzaron las amenazas, tenían muchísima información, me decían que si seguía militando en política mi hermano no iba a terminar los estudios, ni mi hermana. Eso fue por la mañana. A la tarde me llevaron por este salón y me dejaron solo en una habitación en un silencio absoluto. A eso de las dos de la tarde llegó Mazzaferri y por esas escalinatas subimos hacia arriba, ya con Mazzaferri», destacó.
Minatta también contó que después de una primera sesión de torturas, lo bajaron nuevamente y vio como por otras de las puertas bajaban otros detenidos, en calzoncillos y con los ojos vendados, entre ellos Paiva, Valente y Morend y «los llevan al patio donde hicieron un simulacro de fusilamiento, ahí mismo me llevan a mi a ese patio, y me dicen que a mi me va a pasar exactamente lo mismo. En el momento en que Mazzaferri y el «Moscardón Verde»(Julio César Rodríguez), dan la orden de fusilamiento, a mi me dan vuelta y me meten de nuevo adentro, pero alcanzo a escuchar los tiros. Hasta que no salí no supe si estaban vivos o muertos».
Cabe recordar que el excomisario federal Dario Mazzaferri está imputado en la causa iniciada por la denuncia ante el Juzgado Federal uruguayense que lo tiene como responsable de la detención y tortura de estudiantes secundarios y dirigentes políticos en julio de 1976 en dependencias de la Policía Federal, espacio que ha sido reconocido como Centro Clandestino de Detención durante la pasada dictadura.
En la inspección ocular de ayer también se verificó en este lugar la existencia de una oficina en la planta alta del edificio, espacio conocido entonces como la «oficina técnica», y que fue utilizada como lugar para las torturas.
Carlos Paiva coincidió en el lugar donde fue víctima de torturas. «Entre Mazzaferri y Rodriguez me llevaron por esta puerta por unas escaleras hasta la «oficina técnica» que está arriba, ahí comenzaron las sesiones de tortura con picana eléctrica por parte de Mazzaferri, después me bajaron a un sótano, allí me estaquearon, desnudo en pleno invierno y me echaban agua, me aplicaban la picana y el submarino seco con una bolsa en la cabeza, me desmayé. Fueron 18 días», recordó Paiva.
La doctora María Isabel Cacciopolli es querellante, y como abogada asistente de las víctimas estuvo presente durante la recorrida de ayer en Concepción.
«En esta instancia estamos casi al final de procedimiento, esto ha sido una inspección ocular donde las víctimas testigos han hecho una recorrida para reconocer los lugares donde ocurrieron los hechos. Las perspectivas sobre el veredicto final de este juicio son buenas, hemos escuchado a casi todos los testigos, el lunes tenemos otros testimonios, pero creo que habrá un fallo ejemplar como ya lo tuvimos en la causa Arguindegui», remarcó la abogada de las víctimas. (Análisis)