El hecho se produjo en Concordia, en la intersección de calles Paula Albarracín de Sarmiento y Lieberman cuando dos delincuentes sorprendieron a la mujer en su despensa y la golpearon con un hierro.
Inés pensó que era un cliente y le permitió el ingreso al comercio que funciona en su vivienda, ubicada en esa esquina; pero, en realidad eran dos sujetos, quienes entraron al negocio y luego la empujaron hacia el interior de la casa, para después golpearla con un elemento contundente ocasionándole hematomas y lesiones.
“Me empujaron, me llevaron para mi habitación, me decían que querían plata, les dije que lo único que tenía era lo que había en una caja del negocio, pero insistieron y me empezaron a pegar, creo que era un hierro, puse el brazo y, después, me pegaron en la cabeza, también me lastimaron la cara; para que no grite me tapaban la boca, yo gritaba: Jesús, Jesús y ellos pensaron que estaba llamando a alguien , pero le pedía a Dios que dejasen de pegarme”, relató la mujer al Diario El Sol.
A sus 79 años Inés es muy conocida y apreciada en el barrio Parque, hace más de 20 que tiene su negocio, una pequeña despensa ubicada en la esquina de Paula Albarracín y Lieberman.
Como no encontraron nada más, los ladrones se fueron, dejándola encerrada, ella llamó por teléfono a su hija y, luego, a los efectivos de la Comisaría Séptima, después la trasladaron al hospital Delicia Concepción Masvernat, donde estuvo internada hasta ayer.
Inés dijo que los malvivientes le tapaban la boca para que no gritase y que ella sólo rogaba a Jesús para que no la golpeen más.
“Realmente creí que me iban a matar se llevaron todo lo que tenía, algunos anillos y hasta mi tarjeta de cobro, también tenía para pagar la boleta de la luz. Ahora, me pregunto si hay alguna posibilidad de recuperar mis cosas, no sé cómo eran”, dice dolorida desde su habitación, contando con lujo y detalles el espantoso momento vivido.
Diario El Sol