Entre enero y febrero hubo un 30% más que el mejor primer bimestre histórico, según datos Incucai. Si se tiene en cuenta la cantidad de donantes por millón de habitantes, en este momento se encuentran a la cabeza Entre Ríos y Tucumán.
En materia de donación y trasplante de órganos, 2019 arrancó con el impulso que dejó un 2018 récord. Entre enero y febrero se realizaron 261 trasplantes de órganos y 221 de córneas gracias a 130 donantes, lo que configura a este período como el mejor primer bimestre de la historia. «Fue un inicio de año maravilloso», celebra Alberto Maceira, presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
En enero, de acuerdo a los reportes del organismo, hubo 70 donantes reales, cuando el promedio de la última década para este mes era de 45. En lo que va de este febrero -que ya se va- hubo 60. Un total de 130 procesos de donación que marcan un crecimiento del 30% respecto del mejor enero-febrero histórico (con 100 procesos). Un dato más que alentador si se tiene en cuenta que para esta época las estadísticas muestran siempre un descenso en la procuración y el trasplante de órganos, apuntan desde el Incucai.
En estos dos meses se concretaron 169 trasplantes renales, 67 hepáticos, 10 cardíacos, 9 renopancreáticos, 2 pulmonares, 2 hepatorrenales y 1 cardiorrenal. Se realizaron también 221 procesos de donación de córneas. Actualmente, 7.581 personas se encuentran en lista de espera, el 76% a la espera de un trasplante renal.
Entre Ríos a la cabeza
La mitad de los donantes correspondieron a las provincias de Buenos Aires (30,8%), Capital Federal (12,3%) y Santa Fe (10%). Pero si se tiene en cuenta la cantidad de donantes por millón de habitantes, en este momento se encuentran a la cabeza Entre Ríos, Tucumán y Capital. Si bien son resultados dinámicos que deben analizarse con cautela porque seguramente se modificarán al cierre del año, el dato inobjetable es que en los primeros dos meses de 2019 se realizaron procesos de donación en más de la mitad del país. «En verano siempre arrancábamos con tres o cuatro provincias que tenían mayor actividad y después se iba sumando el resto. Ahora ya tenemos 16», señala Maceira a Clarín.
El gran quiebre lo produjo, en julio del año pasado, la sanción de la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células 27.447 (más conocida como Ley Justina, por la chica de 12 años que murió en la Fundación Favaloro a la espera de un corazón y cuya familia impulsó el proyecto). «Resultó ser una poderosa herramienta que generó un impacto positivo en favor de la donación, fortaleció el sistema y simplificó los procesos», afirma Maceira.
En agosto, mes de entrada en vigencia de la norma (reglamentada en enero), se registró un récord de 88 donaciones de órganos. Y 2018 cerró con una nueva plusmarca: se concretaron 701 procesos de donación (un 18% más que los 630 del año anterior) gracias a lo cual 1.681 personas accedieron a un trasplante. Así, Argentina alcanzó la tasa de 15,75 donantes por millón de habitantes, la más alta en su historia, lo que la reafirma como referente en la región en generación de donantes y actividad trasplantológica.
Respuesta en el sistema
El envión se consolidó este verano, según Maceira, por múltiples factores, con la nueva ley como motor excluyente: «Creemos que el sistema de salud ahora está respondiendo con una dinámica que no tenía con la ley anterior. Esa combinación ha hecho que tanto el último semestre del año anterior como este primer bimestre haya explotado de donantes».
Para sostener los indicadores de crecimiento registrados, la actividad no se tomó vacaciones. «Seguimos trabajando enero y febrero como si fuera mayo: comunicándonos con los coordinadores hospitalarios, gestionando reuniones con directores de hospitales. No tuvimos un receso en la gestión de la procuración. Seguimos trabajando hacia el sistema sanitario de la misma forma que lo hacemos durante todo el año y esa estrategia dio este resultado», subraya.
El presidente del Incucai confía en que este año se batirá un nuevo récord, aunque admite que todavía hay muchos desafíos en el horizonte. El principal: sostener la cantidad e ir por la calidad, precisa. «Queremos que cada donante pueda donar mayor cantidad de órganos, que los órganos lleguen en mejores condiciones, que más gente acceda a las listas de espera para poder trasplantarse. Esto es el inicio de un proceso de cambio que nos va a llevar por lo menos tres o cuatro años, pero empezar así nos pone muy contentos.»
Menos rechazo de familiares
La nueva ley establece que toda persona capaz mayor de 18 años es donante de órganos y tejidos, salvo que en vida haya dejado constancia de lo contrario. El rechazo, de acuerdo a los registros históricos del organismo, sigue siendo muy pobre. El 75% de las manifestaciones de voluntad son positivas y solo un 25% negativas; porcentajes que, según Maceira, no se modificaron con la sanción de la nueva ley.
Algo que sí se redujo es la oposición de los familiares de personas fallecidas a la donación: «Bajó del 45% al 16%. Lo que hizo la ley fue liberar a la familia de tener que tomar la decisión», concluye Maceira.
La manifestación de voluntad puede realizarse en INCUCAI, el RENAPER, los Registros Civiles, los Organismos Provinciales de Ablación e Implante, el Correo Oficial, o el perfil digital de Mi Argentina. (El Once)