Honestidad brutal: El responsable del Hogar de Ancianos Padre Luis Zanitti de Nogoyá reconoció que todos sus trabajadores están en negro

El domingo 7 de octubre falleció en Nogoyá, donde pasó sus últimos años, el sacerdote Luis Zanitti. Hasta allá se había trasladado a causa de una larga dolencia.

Zanitti había nacido en Italia, el 28 de noviembre de 1926, y fue ordenado sacerdote en Gualeguay, el 16 de diciembre de 1951. Su trabajo pastoral como director espiritual en el Seminario Mayor Nuestra Señora del Cenáculo motivó en su momento que uno de los abogados querellantes en la causa penal que se siguió al cura Justo José Ilarraz -condenado en 2018 a 25 años de cárcel por abuso y corrupción de menores- pidiera su declaración en la Justicia.

Zanitti había sido designado en 1995 por el arzobispo Estanislao Karlic como promotor de justicia, encargado de revisar las actuaciones hechas por el sacerdote Silvio Fariña Vaccarezza cuando entrevistó a todas las víctimas de abuso por parte de Ilarraz. No llegó a declarar Zanitti: falleció antes.

En Nogoyá un hogar de ancianos recuerda su nombre. Y ese hogar de ancianos, que tiene 40 años de existencia, está ahora en medio de un escándalo.

Mario Lupi, vicepresidente del Hogar de Ancianos Padre Luis Zanitti, declaró, suelto de cuerpo, que todos los trabajadores de la institución están en negro. Que ello ha sido así siempre, y que el caso se conoció luego del despido de tres trabajadores y la intervención del sindicato Asociación Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa).

“Estamos con algunos inconvenientes, inconvenientes que vienen desde el momento que se creó eso: está todo el personal en negro. Y ahora, por una denuncia de parte del gremio, por un despido de tres empleadas, llegó el gremio, nos hizo un acta de constatación, y encontró 15 empleados en negro. Las tres que despidió, más las 12 que quedaron”, contó Mario Lupi, en una entrevista radial con el periodista Maximiliano Medrano, en el programa “Sin interferencias”.

El video de esa entrevista fue viralizado en las redes sociales por Atsa, con este título: “40 años de explotación laboral”.

“Es increíble que en pleno siglo XXI no haya sido advertido antes una institución en donde por cuatro décadas tenían a sus trabajadores en negro haciéndolos cumplir hasta 12 horas por un miserable sueldo”, advirtió el sindicato.

Sin regularización, los trabajadores perciben sueldos de entre $3.500 y $5.000.

Mariela Ponce, titular de Atsa, indicó a Entre Ríos Ahora que ya se dio intervención a la Secretaría de Trabajo.

-¿Cómo pudieron detectar esta situación de trabajo en negro?

-Nuestra gestión es muy reciente. Lo que nos propusimos es recorrer toda la provincia y visitar a los trabajadores en sus lugares. En ese recorrido, nos enteramos por el boca a boca, por la misma gente -que empieza a tener confianza en el gremio- del despido de tres trabajadoras del hogar. Pero cuando vamos a tratar de conocer en qué circunstancias se dieron esos despidos, nos encontramos con la gran sorpresa de que todos los empleados del hogar estaban en negro. Lamentablemente, nunca se había hecho ningún control de personal ni de las condiciones en que trabajan. Los responsables del hogar dicen que la prioridad es cuidar a los abuelos que están allí. Pero también hay que cuidar al trabajador, que le toca cuidar a esos abuelos.

Entre Ríos Ahora

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