El titular del CORUFA detalló los alcances de las obras paliativas exigidas a la constructora del barrio náutico y que deberán ser monitoreadas y mantenidas a su exclusivo cargo de por vida
Eduardo Asueta, coordinador del CORUFA (Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua), nformó en RADIO MÁXIMA quese acordó la construcción del barrio náutico Amarras, pero la empresa Altos de Unzué deberá cumplir con ciertas condiciones. “El impacto hidráulico hacia Gualeguaychú, está neutralizado en un ciento por ciento con la obra que se le exigió a la empresa”, anunció Asueta, quien agregó que entre abril y mayo se habilitaría la obra.
Según afirmó Asueta, “la ley provincial de aguas 9172 regula varios aspectos de los recursos hídricos y entre ellos las obras hidráulicas que son las que generan impactos y afectaciones positivas o negativas en relación al uso del agua. En el caso de Amarras, se trata de un desarrollo inmobiliario construido en parte dentro del valle de inundación de Gualeguaychú, lo que podría suponer un aumento de la inundabilidad sobre la ciudad de Gualeguaychú”.
El funcionario indicó que “en el caso que nos ocupa hay que distinguir dos cuestiones: por un lado el procedimiento legal y, por otro, las afectaciones. Respecto del primer tema, desde que asumí en el CORUFA en 2017, siempre dijimos que la empresa que construye Amarras no había cumplido con los procedimientos que determina la ley provincial de aguas y, como tal ha cometido una infracción importante. Es decir, había llevado a cabo una obra de gran envergadura frente a una ciudad cercana a los 100 mil habitantes que podría generar riesgos importantes. La primera cuestión es que no se puede pasar por encima de la ley”.
Asuena mencionó que “respecto al impacto hidráulico de la obra, tuvimos que hacer un gran esfuerzo para que la empresa Altos de Unzué se allanara a la ley y fue entonces que se hicieron dos análisis mas, independientemente del que presentó la mencionada empresa a cargo de las Universidades de La Plata y la UTN de Concepción del Uruguay. Ambos análisis confirmaron que la afectación posible será de uno a cinco centrímetros si se produjera lo que se denomina la tormenta perfecta, es decir, crecida de los ríos Gualeguaychu y Uruguay más sudestada. Aun así desde el gobierno provicial lo que se decidió es que, a pesar de que la afectación no es significativa, requerir que Altos de Unzué realice obras para eliminar en un 100 por ciento esa afectación”.
El titular del CORUFA explicó que “después de muchos meses de discusiones los representantes de Amarras aceptaron nuestra exigencia y nos hicieron cuatro propuestas de posibles obras paliativas y se optó por el dragado del río Gualeguaychú a través de la construcción de un canal de 1000 metros que compensaría el aumento de la inundabilidad. Tras el perfeccionamiento del ese proyecto la Dirección de Hidráulica comprobó que dragando el río se solucionaría la cuestión”.
Asueta finalizó diciendo que “lo que se suscribió es un Convenio que permite el monitoreo y el mantenimiento de la obra que obliga de por vida a la empresa a realizar dichas tareas a su exclusivo costo. Hay un plazo de ejecución para la obra que se le impuso y una vez aprobada la misma por Hidráulica, recién se aprobará el emprendimiento amarras. Además de todo esto, se le aplicó, una sanción de 2 millones de pesos por haber violado la ley provincial de aguas”. (Máxima Gchú.)