La Justicia ya definió el tribunal que tendrá la función de juzgar a Juan Alberto Forcher, exjefe del Grupo Scout Nº 287 San Cipriano, de Diamante, acusado de abuso sexual y promoción a la corrupción de menores, y con un pedido de 20 años de cárcel formulado por el Ministerio Público Fiscal.
En la Unidad Fiscal de Diamante el caso quedó caratulado “Forcher Juan Alberto s/Corrupción de Menores”, y el caso, ya elevado a juicio, será juzgado por un tribunal que integran Gervasio Pablo Labriola, María Carolina Castagno y Daniel Julián Antonio Malatesta.
A finales de junio de 2015, después de la denuncia presentada en la Justicia por dos exintegrantes del Grupo Scout San Cipriano, (Entre Ríos Ahora preserva sus identidades), se allanó la vivienda de Forcher.
Los fiscales Gilberto Daniel Robledo y Laureano Dato, de la Unidad Fiscal de Diamante, cuando ingresaron a la vivienda de calle Urquiza, quedaron sorprendidos al ver la cantidad de material pornográfico, así lo calificaron, que guardaba en su archivo personal.
Mientras estuvo a cargo del Grupo Scout, Forcher organizaba campamentos y en los campamentos, lejos de la mirada de los padres, filmaba a los chicos, a los que previamente hacía desnudar.
Desde aquella denuncia, iniciaron una compleja investigación penal preparatoria que les llevó más de dos años. El miércoles 18 de octubre de 2017 la causa fue elevada a juicio oral por el juez de Garantías de Diamante, Julián Vergara, con una petición durísima de parte de los fiscales: solicitaron la pena de 20 años de cárcel para Forcher.
Forcher dirigió el Grupo Scut San Cipriano entre 2005 y 2013. Pero su trabajo con chicos venía de antes, de principios de la década de 1990.
En el tiempo que dirigió el Grupo Scout San Cipriano, es la tesis de los fiscales, se produjeron los abusos y la corrupción de menores. Forcher lleva a los chicos a campamentos cerca de Diamante, o bien en las proximidades de la Parroquia San Cipriano y San Javier, en su propia casa, sobre la calle Urquiza, y los hacía desnudar, y él también se desnudaba y jugaba con los chicos juegos que invadían la intimidad.
Todo eso que hacía Forcher quedaba filmado. Porque Forcher filmaba todo.
Todo lo que hizo Forcher en sus años al frente del Grupo Scout de Diamante quedó prolijamente filmado: en videocasetes, en DVD, en pendrive, y archivado en su casa.
Verdaderas colecciones de pornografía infantil, todo prolijamente ordenado, prolijamente guardado en su casa. Miles de horas de filmaciones que muestran, sin mediación, cómo corrompía adolescentes, de qué modo los hacía desnudar, de qué modo él participaba en los juegos, desnudo; de qué manera los tocaba, con cuánta lascivia se excitaba viendo adolescentes sin ropa.
Desde aquella primera denuncia de dos víctimas, los fiscales iniciaron una compleja investigación penal preparatoria que le llevó más de dos años. El miércoles 18 de octubre la causa fue elevada a juicio oral por el juez de Garantías de Diamante, Julián Vergara, con una petición durísima de parte de los fiscales: pidieron 20 años de cárcel para Forcher.
Todo se disparó, eso presumen los fiscales, después de que los casos de abusos que salpican a tres miembros del clero paranaense –Justo Ilarraz, Juan Diego Escobar Gaviria y Marcelino Moya—despertaron la inquietud de los denunciantes. Primero, sondearon a su exjefe del Grupo Scout: averiguaron si esas filmaciones que les había hecho desnudos se guardaban. Se comunicaron por mensaje privado de Facebook. Cuando supieron que era así, y reconstruyeron lo que habían soportado siendo menores, decidieron presentarse en la Justicia.
“No eran abusos, era corrupción. Todas las actividades que les hacía hacer a los chicos, de entre 13 y 16 años, eran con ellos desnudos, los filmaba, los hacía masturbarse. Forcher, también desnudo. Los hacía depilar frente a él, los llevaba a dormir a todos en la dependencia de los Scout, detrás de la parroquia, y todos dormían desnudos. Todo eso está filmado, y fue lo que encontramos en el allanamiento. Después del testimonio de los hermanos, aparece un testigo, que le da el carácter de denuncia a su testimonio. También vinieron cuatro chicos, mayores de edad, de 18 años, que contaron algunos hechos. Pero avanzar con la denuncia de los hermanos nos hacía enfrentar a la posible prescripción de los hechos”, explicaron los fiscales del caso.
No fue fácil avanzar en el caso porque muchos se negaron a asumirse como víctimas de los abusos.
“Los peritos advierten que han sido claramente objeto de seducción por parte de un adulto. Y que había un mismo patrón de conducta: este hombre se acercaba a chicos de 13, 14 años, que tienen su sexualidad en desarrollo y los empezaba a seducir, comprándoles algo, llevándolos a tal lugar, subiéndolos a su auto. Esas conductas son los que nos llevan a volcarnos por la hipótesis de la corrupción”, señalaron.
En ese marco, asegura el fiscal, la causa se sostiene en los propios testimonios, pero la prueba de cargo contra Forcher, que fue jefe del Grupo Scout San Cipriano desde 2005 hasta 2013, las filmaciones, resultan demoledoras. “En la videoteca que tenía Forcher, estaban las filmaciones que hacía en los campamentos, en su casa, junto a innumerable cantidad de material pornográfico infantil”, contaron los fiscales. (Entre Ríos Ahora)