Se realizó el tercer día de la etapa de testimonios del juicio contra Pablo Ledesma imputado de haber cometido el homicidio de su ex-esposa e hijas y de quien era la nueva pareja de la mujer el 4 de noviembre de 2016.
En la oportunidad declararon tres miembros del Gabinete Psicológico Forense.
El primero de ellos fue el médico psiquiatra José Alberto Cabelluzi. El profesional relató que entrevistó al acusado en 5 oportunidades, como así también a su familia. Dijo que Ledesma es una persona con sus facultades mentales conservadas, que manifestó angustia al recordar a sus hijas no así a las otras dos personas fallecidas en el hecho.
En cuanto a su relación con Johana, eran dos personas que realizaban todo juntps, incluso compartían los mismos amigos. Una relación cerrada. Dijo que el acusado naturalizaba el maltrato verbal y que incluso manifestó que había abofeteado a la víctima o que ella lo había agredido físicamente en una oportunidad.
Acerca del olvido que el acusado manifiesta de los hechos centrales, dijo que para que esto ocurra tiene que haber una patología de base, que Ledesma no presenta.
El defensor Arcusin en su interrogatorio aludió a la emoción violenta, a lo que el profesional respondió que para que haya emoción violenta tiene que haber un estimulo como una noticia súbita, inesperada, intensa y aquí no la hubo pues Ledesma ya sabía de la relación de su mujer con la víctima Peralta. Incluso una persona que sufre una emoción violenta no olvida todo, recuerda porciones de lo ocurrido o su totalidad.
Una personalidad egocéntrica
Acto seguido declaró el licenciado Eduardo Gándola, quien manifestó que Ledesma es una ubicada dentro de los parámetros de la normalidad. Un sujeto extrovertido, regresivo, y con una personalidad egocéntrica, para quien el otro sujeto con relación a su persona es de menor valor.
El dolor de las familias
La licenciada Alicia Simón entrevistó a familiares de las víctimas y recordó la contundencia de las declaraciones del padre del joven acusado. El hombre manifestó su angustia por las pérdidas y además dijo que advertía a su hijo que no se acercara a Johana.
Recordó que ese día hizo vestir temprano a las niñas para traerlas a Uruguay desde Basavilbaso y lo llamativo fue que hizo que besaran a sus abuelos. Les llamó la atención pues supuestamente solo iban por un helado. Cuando no regresaban ni contestaba a sus llamados, llamaron a Johana para avisarle que él iba supuestamente con las niñas y ella les contestó que Juan Pablo la había llamado y le había avisado que las llevaba. Al no obtener respuestas más tarde se comunicaron con la Comisaría de Basavilbaso y luego con la Comisaría Primera de nuestra ciudad. Cuando llegaron a la vivienda, vieron sangre en la puerta, pero pensaron que las niñas estaban con otra persona, no fallecidas.
En cuanto a la familia de la joven, se puede inferir que Ledesma intentaba aislarla de ellos. Ellos sabían que la hostigaba por teléfono o les preguntaba a las niñas qué estaba haciendo Johana. Eso todo el tiempo.
A una pregunta acerca de por qué según Ledesma l y Johana se encontraban pese a la restricción, la profesional manifestó que podía ser por querer encontrarse, para evitar más violencia por parte de la víctima o por temor de esta. Recalcó que previo al hecho, había una relación muy compleja entre ambos.
Consultaba a una vidente
Según lo referido por el padre de Ledesma a la licenciada Simón, este recurría a una vidente de Rosario del Tala, quien realizaba algunos ritos esotéricos para restablecer la relación y agregó que eso tiene que ver con la superstición de las personas.
En cuanto a Johana, agregó que era una joven querida en el barrio, que trataba de acercar a todos al Evangelio, incluso a su marido. Vale recordar que él estaba en la banda de música de la Iglesia Evangélica a la que asistían.
Tras la admisión de las pruebas correspondientes, el Tribunal pasó a cuarto intermedio para hoy. (La calle)
