El abogado querellante en la causa por abuso de menores contra el cura Juan Diego Escobar Gaviria, Mariano Navarro, se encuentra trabajando en una demanda civil contra el sacerdote y el Arzobispado de Entre Ríos para lograr un resarcimiento económico por los daños causados a las víctimas. “Entendemos que se causó un daño gravísimo a estos chicos; durante todo el debate penal quedó en evidencia a partir de la prueba producida y de las declaraciones de los psicólogos y psiquiatras que el daño que se causó a los chicos es prácticamente irreparable”, dijo Navarro. Por ello explicó que “frente a un daño existe la obligación de reparar; cuando se puede las cosas deben volver al estado anterior reparando el daño y cuando eso no se puede se debe indemnizar”, explicó. En este contexto, consideró que “la Iglesia debería tener una actitud o reacción positiva pero no esperamos nada porque hasta el momento” eso no ha sucedido.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza) Navarro explicó que “como querellantes terminamos la actuación con la sentencia del cura respecto de cuatro víctimas y se continuará en Casación pero paralelamente se está trabajando ya en la cuestión civil”.
“Entendemos que se causó un daño gravísimo a estos chicos; durante todo el debate penal quedó en evidencia a partir de la prueba producida y de las declaraciones de los psicólogos y psiquiatras que el daño que se causó a los chicos es prácticamente irreparable”, especificó.
Ante ello, explicitó que “frente a un daño existe la obligación de reparar; cuando se puede las cosas deben volver al estado anterior reparando el daño y cuando eso no se puede se debe indemnizar”. Por eso, indicó que se encargó “de hacer notar a los chicos que deben actuar en sede civil pidiendo indemnización porque se los ha castigado desde que radicaron al denuncia de una forma nunca vista: las familias perdieron el trabajo, ellos mismos se han tenido que ir de la ciudad y la han pasado muy mal, aparte del daño que se les causó con el hecho concreto de los abusos y del intento de corromper su sexualidad por parte del cura Juan Diego Escobar Gaviria”.
El abogado sostuvo que la reparación y la indemnización “se puede pedir concretamente contra Escobar Gaviria, contra el Arzobispado o contra la Iglesia Católica directamente porque no hay que olvidar que el hecho fue cometido por un dependiente de la Iglesia” y recordó que “abundan los antecedentes, no se estaría innovando en anda con esto”. A modo de ejemplo mencionó “el caso (del ex arzobispo de Santa Fe, Edgardo) Storni donde la Iglesia debió indemnizar a las víctimas”.
“La solicitud de resarcimiento no necesita explicación ni fundamento: hubo un daño, se causó un daño a estos niños que ha sido descripto como un tiro en la conciencia, es un daño irreparable y una situación que ha perjudicado el desarrollo sexual de estos chicos”, aseveró.
Agregó que “la Iglesia Católica excede el Arzobispado de Entre Ríos y tiene una solvencia reconocida” y puntualizó que “en el caso de Escobar Gaviria se realizó un trabajo de investigación respecto de sus bienes, por hechos conocidos en Lucas González donde todo el mundo sabe que no es una persona que carece bienes, aunque no estén a su nombre, y se podría avanzar sobre personas que se supone tienen bienes que son de él”.
En ese sentido, rememoró que “cuando fue allanado tenía una cantidad de dinero importante en la casa y consta en el expediente que era una persona con disponibilidad de dinero”.
Consultado por el tiempo que supondría la sustanciación de esta demanda civil, Navarro admitió que “el trámite puede ser prolongado, somos conscientes de eso pero creo que la Iglesia debería tener una actitud o reacción positiva en este sentido”. “Estamos obligados a ir a mediación previamente con la Iglesia Católica y después recién continuar con el juicio propiamente dicho, pero no esperamos nada porque hasta el momento no hemos tenido ninguna acción positiva de la Iglesia en este caso sino todo lo contrario”, afirmó.
“Incluso el perdón que se ha pedido no se ha realizado a las víctimas sino a la humanidad, ha sido demasiado amplio, esquivo y hasta obligado después de una sentencia contundente e histórica de 25 años de prisión. Si bien se acercaron a las víctimas, en ningún momento se hizo ningún tipo de acompañamiento ni hubo ningún gesto positivo, no se les pidió que vuelvan a la Iglesia sino que al contrario, hubo chicos que por solo declarar se les pidió que se retiren de la Iglesia y del coro, nunca pudieron volver a la Iglesia y sus familiares tampoco. La iglesia no ha dado gestos positivos”, resaltó el abogado.
Por otra parte, anunció que estaría “asumiendo como querellantes en ese nuevo legajo” a raíz de una nueva denuncia. “Hoy me reuniré con la madre de ese chico, que está fuera de la provincia y que el año pasado había declarado en Cámara Gesell en la anterior denuncia”, adelantó.
Recordó que “en ese momento el menor hizo una declaración negativa, manifestando que no conocía los hechos y no había sido víctima de abuso, pero dejando en evidencia que había sido influenciado por terceros, no se sabe si directamente se indujo su declaración o indirectamente por la relevancia que tenía la personalidad de Escobar Gaviria en Lucas González”. “La psiquiatra que intervino en la Cámara Gesell dejo sentado en su informe que la declaración estaba teñida de influencia por terceros, dejaba en evidencia que no era espontánea ni veraz”, añadió.
Analizó que “los chicos estaban fascinados por la persona de Escobar Gaviria, porque se presentaba como un guía espiritual, que los ayudaba y era su persona de confianza; mientras había tratado de corromper su sexualidad para transformarlos en un objeto que satisfaga su necesidad sexual desviada y con ello sabemos el daño que se les ha causado psicológicamente, con lo cual es de esperar que los chicos tengan estas actitudes”.
También mencionó que en la causa que condenó al cura, el menor “manifestó declaración como testigo, porque es testigo presencial de hechos de abuso” y destacó que “esto es una causa que tiene ribetes particulares, que se inicia por una denuncia realizada desde la propia Iglesia por monjas, donde se denunciaron un sinnúmero de casos de abuso, donde hay otros chicos que han sido víctimas pero que no van a denunciar porque hoy son mayores de edad”.
Consideró que “hay más víctimas, porque prácticamente todas las semanas estaos tomando conocimiento de nuevos hechos y se acercan a consultar” pero dudó de que puedan radicarse nuevas denuncias concretas porque “el delito de connotaciones sexuales, más cuando son varones, avergüenza mucho a la víctima, lamentablemente la sociedad sigue estigmatizando a las víctimas de abuso y de eso se valen los abusadores para cometer estos delitos”.
“Por eso es de destacar la valentía de estas familias y de los chicos que denunciaron a Escobar Gaviria”, resaltó. (Análisis)