En este espacio además se brinda contención y apoyo escolar para pequeños alumnos que asisten en cada jornada.
El Galpón Solidario es una iniciativa que cumple una importante tarea social en una extensa barriada de la ciudad y su actual espacio fue puesto a la venta.
Tras ubicarse el cartel de venta de la propiedad de calle Santa Teresita 2.287, los voluntarios del Galpón Solidario Adventista desconocen si mañana dispondrán de un espacio físico en donde desarrollar sus actividades. En este sentido, Wilton Drozdov, referente de la organización no gubernamental (ONG), señaló que, si bien hay otros lugares en vista, su alquiler duplica y hasta triplica el valor de los 7 mil pesos que abonan mensualmente por el actual local.
“No tenemos la posibilidad de pagar un monto más elevado”, dijo Drozdov al admitir que una de las pocas chances es encontrar un terreno donde construir una sede propia. “Eso es lo que queremos conversar con el intendente (José Lauritto), audiencia que, por diferentes circunstancias, se posterga en el tiempo”. “Pretendemos reunirnos con él para plantearle nuestra situación, a los fines de que él, que tiene una visión más amplia, nos oriente respecto a si hay algún galpón o terreno en donde podamos llevar adelante nuestra misión: la de ayudar a una gran barriada”, consignó el referente de la ONG.
Respecto de la importante acción solidaria cumplida por la entidad, Drozdov estimó que aproximadamente 500 personas pasan semanalmente por el Galpón y reciben una porción de comida. “Ya trajimos a Concepción del Uruguay 20 mil kilos de galletitas y hubo casi 10 mil beneficiarios por camión”, acotó.
El Galpón Solidario busca, además, poner en marcha el proyecto de la secadora en favor de los indigentes. Si bien no se llegó a los 150 mil pesos requeridos, una persona ofreció acercar una lavadora de 30 kilos con una centrífuga.
Ese equipamiento ayudaría a hacer realidad esa iniciativa, pero el hecho de no disponer de un espacio físico podría hacer peligrar su concreción, ya que no se sabe si el donante esperará el tiempo necesario o si se lo dará a otra institución.
En cuanto a los recursos económicos, en el Galpón se elaboraron el jueves último 350 kilos de ñoquis para reunir fondos para comprar los alimentos y elaborar las porciones, pues la única ayuda recibida es la de la tarjeta Sidecreer, y afrontar parte del gasto del alquiler. “Buscamos por todos los medios no cerrar las puertas y nos gustaría comentarles esa situación a los funcionarios que conducen políticamente los destinos de la ciudad”, aseveró Drozdov tras agradecer los deseos de los uruguayenses para que el problema se solucione lo antes posible. (La calle)
