En la tarde de este lunes, un grupo de vecinos se reunió en Jefatura con la superioridad policial y los fiscales de turno, Dra. Carolina Cosa y Dr. Mauricio Guerrero. Las primeras denuncias comenzaron el viernes pasado. No hubo detenidos.

El conflicto entre vecinos del barrio Munilla tiene larga data. El grupo señalado incluso tiene miembros de su familia purgando condenas desde hace algunos meses. Cada tanto se reavivan los intercambios verbales y las agresiones, en un barrio donde los vecinos aseguran que «es imposible convivir en un permanente enfrentamiento».

«Las denuncias comenzaron el viernes pasado», explicó a R2820 la fiscal de turno, Dra. Carolina Costa. El clima se fue espesando entre algunos bandos – y los vecinos que quedan en medio del conflicto- durante todo el fin de semana. Finalmente este lunes, la presunta lesión -un corte con una botella- en el brazo de un niño de 10 años, desató la furia de un grupo de vecinos que enfrentó a quienes fueron sindicados como los agresores, con la intención de «sacarlos del barrio definitivamente».

Luego de la lluvia de cascotes de la media tarde -una vecina se comunicó con R2820 para contar que estaba regando las plantas en su casa cuando una piedra de gran porte cayó a su lado, rozando su cabeza- el fuego, las agresiones que fueron cobrando calor hasta convertirse en un violento enfrentamiento que requirió de un importante despliegue policial e incluso, de la intervención de Bomberos Voluntarios por un foco ígneo en uno de los domicilios.

Una vez que la situación estuvo más aplacada, los fiscales Carolina Costa y Mauricio Guerrero solicitaron a un grupo de vecinos que se trasladen hasta la Jefatura Departamental. Allí mantuvieron una reunión con los agentes judiciales y con las autoridades policiales.

«En la reunión nos contaron de hechos que también se produjeron el viernes pasado y que no fueron denunciados -pedradas- hoy la situación se desató a partir de la presunta lesión de un niño. A parir de esto un grupo de vecinos quería sacar, literalmente, al otro grupo del barrio. Les explicamos que no es la manera de actuar», explicó Costa.

«El cruce con este grupo señalado por los vecinos va desde insultos hasta agresiones que terminan en pedradas. No todo lo que describieron los vecinos constituye un delito, pero les pedimos que denuncien. Algunos vecinos dicen que no se animan porque pueden surgir represalias, pero les planteamos que es el camino que nos va a permitir poder avanzar», señaló.

Alrededor de las 21 horas concluyó la reunión en Jefatura y los vecinos volvieron al barrio escoltados por efectivos policiales que permanecerán en las próximas horas para custodiar la zona, desde el foco del conflicto en Mitre entre Buenos Aires y Goldaracena, hasta las calles linderas: los bordes del conflicto que enrareció a todo el Munilla en la tarde del lunes.

Se sofocaron las fogatas en las esquinas, no se produjeron detenciones y se espera que se formalicen algunas denuncias en las próximas horas.

vecinos del Munilla quisieron desterrar del barrio a «Los Catamanos»

El lunes por la tarde, dos grupos del barrio se enfrentaron en calle Buenos Aires y Tres de Febrero. Volaron piedras, palos, botellas y todo tipo de objetos contundentes. Poco después, vecinos encendieron gomas, cortaron la calle y pidieron que unos habitantes de la zona, denominados «Los Catamanos», se vayan a vivir a otro lugar.

La tarde del lunes culminaba con relativa tranquilidad en el barrio Munilla. Pero de pronto, un grupo de vecinos cansados de unos habitantes de la zona, a los cuales acusaron de vender y consumir drogas y llevar adelante diferentes actividades delictivas, salieron a la calle para pedir que se vayan a vivir a otro lugar.

Esto derivo en un enfrentamiento entre vecinos, lo cual transformó todo en un campo de batalla y obligó a la intervención policial.

Todo comenzó cerca de las seis de la tarde, con corridas en la zona que comprende a las calles Tres de Febrero, Buenos Aires, Chalup y Buenos Aires. Lamentablemente, no es la primera vez que ocurren hechos de esta naturaleza. Sin ir más lejos, en la madrugada del sábado se habían registrado una serie de incidentes en los que no faltaron el intercambio objetos contundentes.

Al llegar ElDía al lugar, el panorama parecía salido de una película de guerra: la calle estaba plagada con picos de botellas rotas, piedras, escombros, palos, zapatillas y hasta una sandalia. Todo esto marcó la magnitud del primer enfrentamiento.

Alertada la policía, se hicieron presentes en el lugar. Efectivos del comando, grupo especial y de la Comisaría Segunda, encabezados por el jefe de la Departamental, Christian Hormechea, y el subjefe Yari Sosa, quienes dialogaron con vecinos muy exaltados tratando de poner paños fríos a una situación muy tensa.

Para la fuerza del orden, las peleas fueron entre grupos de vecinos que están enfrentados desde hace un buen tiempo. Al grupo que todos piden desterrar es conocido con el nombre de “Los Catamanos”, aunque también hay otros, como el conocido como “Chanchos Embarrados”.

En este caso, un grupo de más de cincuenta personas se juntaron para pedir que se vayan los mencionados en primer lugar.

«Uno de ellos violó a mi hija»: Crudos testimonios de las víctimas de Los Catamanos

ElDía dialogó con el grupo de vecinos que se manifestó pidiendo la expulsión del barrio del violento grupo al que denominan «Los Catamanos»

Uno de los vecinos que brindó su testimonio a ElDía en plena manifestación, destacó que “sin ellos tendríamos la paz que todos anhelamos, este es un barrio humilde de gente trabajadora que ya no soporta más la presencia de sujetos que no dejan vivir a nadie».

«Tienen la música a todo lo que da, se falopean, molestan a la gente, no se puede dejar un auto en la calle porque lo rompen”, detalló.

Una mujer de la zona mencionó que está cansada de vivir de esta manera. «No sabemos si salir a la calle, y cuando lo hacemos con nuestros chicos nos quedamos al lado de ellos para que no les hagan nada”, expresó con temor.

“Esto es de lunes a lunes, nadie pude dejar nada afuera, una bicicleta o lo que fuera porque te lo roban, te apedrean las casas, los chicos no pueden jugar siquiera en el patio de nuestros hogares por el riesgo que le caiga una piedra un ladrillo”, se quejaron en conjunto.

 

«INTENTARON PRENDER FUEGO MI CASA»

Agustina, otra de las vecinas, contó a ElDía que “intentaron prender fuego mi casa arrojando una bomba molotov. Y por si esto fuera poco, amenazaron de muerte a mi esposo, a mí y nuestro hijo de solo trece años”.

 

«UNO DE ELLOS VIOLÓ A MI HIJA DE TRECE AÑOS»

Jessica, otra de las presentes en el pedido de destierro a “Los Catamanos”, recordó que “uno de ellos violó a mi hija de trece años y está purgando una leve condena. No puede ser, ¿que esperan?, ¿que maten a una persona para tomar cartas en el asunto?, cuestionó.

«Queremos que la justicia intervenga y le ponga un punto final a una situación insostenible desde donde se lo mire”, imploró.

 

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Batalla campal: vecinos del Munilla quisieron desterrar del barrio a «Los Catamanos» Toda la info en 👉ElDíaOnline.com

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«ESTO TERMINA CON UN MUERTO»

Uno de los vecinos que hace muchos años que vive en el barrio advirtió que “si los que tienen que intervenir no lo hacen, esto termina con un muerto».

Además, alertó que «en cuanto se vaya la policía se pudre todo, como suele suceder”.

A todo esto, por la noche continúa un número importante de vecinos apostado en la zona, pidiendo por la salida del grupo ya mencionado. El problema no pareciera tener pronta resolución, salvo que intervengan las autoridades competentes para que se restablezca la paz en el Munilla.

Los Bomberos confirmaron que se tuvieron que «replegar»

Un auténtico pandemónium se vivIó en el barrio de la zona este de la ciudad. Según informaron testigos, se vivió una lluvia de pedradas entre dos bandos enfrentados. La Policía intervino, pero no logró calmar la situación. Los vecinos impidieron que Bomberos apaguen el fuego

Al arribar al lugar una dotación se encontró con una quema de cubiertas por un conflicto vecinal, manifestaron desde Bomberos Voluntarios.

Ante el clima de tensión, se despacho hacia al lugar una segunda dotación.

«Ambas asumen posiciones de prevención a distancia del conflicto para salvaguardar al personal y se ponen a disposición del personal policial que actuaba en el lugar», relataron.

«Al no haber peligro de propagación del fuego, con acuerdo de la policía ambas dotaciones se replegaron, quedando en el lugar restos encendidos de cubiertas», concluyó el informe.

Fuente: R2820 – ElDía

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