La jueza María Eugenia Capuchetti homologó el acuerdo al que llegaron la fiscalía y la defensa en un juicio abreviado. Por la agresión a Milei fue sentenciado a un año y medio de cárcel, pero se le sumó su condena anterior por violencia de género

Gastón Ariel Mercanzini, el hombre acusado de lanzarle un botellazo al presidente Javier Milei el 10 de diciembre pasado, cuando se trasladaba desde el Congreso hasta la Casa Rosada junto a su hermana e hirió a uno de sus custodios, fue condenado a la pena de tres años de prisión. Se trata de una unificación de condenas: un año y medio por el botellazo, que se sumó a la sentencia por violencia de género contra su ex mujer, que ya pesaba sobre sus hombros, cuando fue detenido por atacar al jefe de Estado. La jueza María Eugenia Capuchetti homologó este lunes el juicio abreviado al que había llegado la semana pasada la defensa oficial y el fiscal Carlos Rívolo.

Según la sentencia a la que accedió Infobae, como parte de juicio, Mercanzini pidió someterse a un tratamiento de rehabilitación y desintoxicación hasta su recuperación. El imputado “comprende y reconoce expresamente la existencia de los hechos en juicio y la responsabilidad que se le atribuye”, se indicó.

A las 13 del 10 de diciembre, Javier Milei iba desde el Congreso hasta la Casa Rosada y saludaba desde el auto junto a su hermana Karina Milei, hoy secretaria general de la Presidencia. Al pasar por Avenida de Mayo y Montevideo, llovió un botellazo de vidrio que cayó sobre el subcomisario Guillermo Armentano, perteneciente a la Superintendencia de Seguridad y Custodia de la Policía Federal Argentina, quien formaba parte del primer anillo de seguridad de Milei. El golpe fue arriba de la oreja y al custodio comenzó a caerle sangre hacia el cuello.

El encargado de lanzar la botella, desde atrás de un grupo de simpatizantes, había sido Mercanzini. “A pesar de la identificación de Gastón Ariel Mercanzini por parte de las fuerzas de seguridad locales en momentos posteriores al evento, no se labraron actuaciones en virtud de que no se lo logró vincular el incidente que motivó su demora con ningún hecho concreto”, se señaló. Sin embargo, el video de la agresión se viralizó el lunes 11, y desde la Federal dieron intervención el juez Ariel Lijo y el fiscal Rívolo, que estaban de turno. De inmediato se ordenó buscarlo.

Así fue el momento en que le arrojan un botellazo a Javier Milei cuando se dirigía en auto a la Casa Rosada 4

Desde los medios comenzaron a publicarse su perfil en redes sociales: fotos con distintos referentes del Frente de Todos kirchneristas y comentarios “expresando desprecio hacia el gobierno actual y críticas relacionadas con la bandera estadounidense en el Obelisco”. “Son tan cortos de mente que me tuve que hacer otro perfil, no voy a ir en cana y si voy con la frente en alto, me animé a lo que muchos no pudieron”. El mensaje fue escrito por Mercanzini, cuando las imágenes ya estaban dando vuelta por las redes sociales y a él lo estaban buscando.

El presidente declaró en instrucción por escrito. “Durante el desplazamiento que tuvo lugar en el momento de su asunción como Presidente de la República Argentina, entre el Congreso de la Nación y la Casa de Gobierno, observó un incidente cerca suyo. En ese instante, notó que uno de sus custodios, el Sr. Armentano, presentaba una lesión sobre la oreja izquierda. De inmediato, se dirigió a él para indagar sobre su estado de salud y su integridad física, asegurándose de que se encontrara bien. Le consultó sobre los pasos a seguir, a lo que respondió que se encontraba en buen estado y que podían continuar con el traslado. Al mismo tiempo, junto a su hermana, Karina Milei, quien estaba a su lado en el vehículo durante el recorrido, intentaron obtener información sobre lo sucedido. Fue en ese momento que la custodia presidencial designada decidió relevar al custodio herido y proseguir con el trayecto hacia la Casa de Gobierno. Destacó que no sufrió ningún tipo de herida relacionada con el incidente y que el fuerte golpe lo recibió el miembro de su custodia”, refiere la sentencia.

“Los elementos de pruebas precedentemente enumerados y reseñados, valorados en su conjunto a la luz de la sana crítica racional, permiten tener por probado con el grado de certeza antes mencionado que: el 10 de diciembre de 2023, a las 13 horas, en la Av. Rivadavia a la altura de la calle Montevideo, Gastón A. Mercanzini arrojó una botella de vidrio al Sr. Presidente de la Nación, Javier G. Milei, quien se encontraba junto a su hermana, Karina E. Milei, trasladándose parado, en un vehículo marca “Mercedes Benz”, de color negro, descapotable y con dirección a la Casa de Gobierno. Dicho objeto impactó en el Subcomisario Guillermo A. Armentano, perteneciente a la Superintendencia de Seguridad y Custodia de la PFA, quien formaba parte del primer anillo de seguridad del Sr. Presidente de la Nación. Concretamente, Armentano recibió el golpe en su parietal izquierdo, lo que le provocó una herida de un centímetro de largo, con edema de la zona y sangrado, con un pronóstico de curación, salvo complicaciones, en menos de 30 días”, escribió la jueza este lunes.

Según señaló, “además de la abultada carga probatoria que comprueba la responsabilidad penal de Mercanzini sobre el hecho objeto del presente proceso, es dable tener presente el reconocimiento expresado por el nombrado al momento de su detención, al prestar declaración indagatoria, en el acta de acuerdo abreviado arribado con la Fiscalía interviniente y en la audiencia prevista en el art. 431 bis del CPPN celebrada en la sede de este Tribunal.”

Precisamente, en aquella indagatoria, Mercanzini aseguró: “Quiero pedirle disculpas al Presidente y a su hermana. No quise lastimar a nadie, no tuve ninguna intención de hacerlo. Yo no tengo militancia política, las fotos que aparecieron en los medios con dirigentes políticos me las saqué de cholulo”, declaró en su indagatoria. Gran parte de su declaración la usó para contar su historia: el ex funcionario de Cultura de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, es adicto, fue condenado a tres años por violencia de género y terminó viviendo en la calle. “Esa semana, del 3 al 10 de diciembre, me emborraché tres veces. El día del episodio estaba borracho. No sé qué se me cruzó por la cabeza. Estaba dolido al escuchar que para el Presidente electo el plan de convertibilidad era bueno. Me afectó mucho eso. Escuchar en la plaza que la gente aplaudía, que estamos mal, pero que la vamos a pasar peor, que los Falcon verdes…”, señaló.

Desde ese momento quedó preso. Estaba condenado a tres años de prisión en suspenso por violencia de género en los tribunales de Entre Ríos. Esa sentencia fue considerada a la hora de evaluar su condena. Ahora quedó condenado a un año y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por “lesiones dolosas en grado de tentativa y lesiones dolosas leves en función del resultado, calificadas por haber sido cometidas contra un miembro de una fuerza de seguridad policial, ambas figuras en concurso ideal entre sí”.

La pena unificada fue de tres años y medio. Con buena conducta, podrá salir de prisión cuando cumpla las dos terceras partes de su condena. Infobae

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