Un grupo de amigos de la ciudad entrerriana de La Paz encontraron una víbora CURIYÚ en la isla y decidieron tomarse unas fotos para luego liberarla sin ocasionarle ningún daño. A continuación lo que contó uno de sus cazadores. Relato por POPE GONZÁLEZ:
-Terminábamos de armar la ranchada en la isla y sentimos un ruido de yuyos al lado.
-Miramos y ahí estaba cruzando, extendida en sus más de dos metros. ¡Hermosa total! corté una horqueta lo suficientemente grande, como para no lastimarla y la sostuve con ella desde el cuello.
-Cuando la agarré con la mano, pensaba que iba a hacer más fuerza, pero se mantuvo calma todo el tiempo. Nos tomamos unas fotos, unos videos y la dejamos seguir su camino. No atinó nunca a morder, ni esas cosas.
Fuente: Venite a La Paz