José Ostolaza, abogado defensor de su colega acusado.

Federico y Ana (el nombre de ella no es real), comenzaron una relación sentimental en agosto de 2019. Se conocieron cuando ella lo buscó como asesor legal y representante para una serie de procesos judiciales.

En Rosario del Tala además de asistencia profesional, Federico le brindó a la mujer contención emocional. Ella es una persona de 37 años, con hijos menores de edad, que atraviesa una situación personal vulnerable: elabora el suicidio de su expareja, el padre de sus hijos; y quedó en medio de un juicio por alimentos y un sucesorio. Tiene problemas económicos.

No es oriunda de Tala, una localidad de poco más de 13 mil habitantes. Ana adoptó ese lugar para vivir, aunque por estos días enfrenta el escarnio de una sociedad atravesada por el machismo más cruel, y las consecuencias de una relación violenta y desigual. “Tala es un pueblo chico, ella termina quedando como una chica más del montón y él es el doctor Baridón. Hay mucha desigualdad entre ellos”, dicen ahí.

Federico Baridón, abogado de Rosario del Tala.

Denuncia y medidas

Federico Baridón tiene 45 años. Fue defensor de los policías condenados por torturas y vejámenes a dos menores de edad en 2012. Gusta de los instrumentos de caza. En el domicilio de su madre le secuestraron varias armas, todas con reglamentación.

Ana, su ex pareja, lo denunció hace unos diez días por abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de arma de fuego y amenazas.

La mujer contó que quiso terminar la relación sentimental y él no lo aceptó. Por eso recibió en su teléfono personal numerosas fotos del abogado con otras mujeres. Agregó que un día, cuando ella estaba sola en su casa, Baridón entró de improviso portando un revolver y la violó. Después, Ana volvió a recibir mensajes amenazantes: Baridón le escribió que la iba a matar a ella, a sus hijos y luego se suicidaría. “Él todo el tiempo estaba armado”, se acotó.

Ana se fue de Tala hasta Lucas González, donde tiene familiares. Allí radicó la denuncia policial que fue elevada en primer término a la Fiscalía de Nogoyá (por una cuestión de jurisdicción). Días después, derivaron esa denuncia desde Nogoyá a Rosario del Tala. Y la fiscal en turno, Emilce Reynoso, tomó las primeras medidas en la causa.

Hubo un allanamiento en el domicilio de la madre de Federico Baridón. El procedimiento fue positivo y se secuestraron varias armas de fuego de distinto calibre, entre ellas, el revolver que habría portado el día que violó a su ex pareja.

“Cuando ella se presentó en sede judicial se mostró muy aterrada. La fiscal pidió la detención de Baridón, debido a que la mujer pudo aportar más datos del hecho. Lo detuvieron y después le dieron arresto domiciliario: primero en la casa de su madre y ayer lo cambiaron porque esa vivienda está a pocos metros del domicilio de la víctima”, confiaron desde los tribunales talenses a este medio. Ese mismo dato fue confirmado por el abogado defensor de Federico Baridón, José Ostolaza.

En el allanamiento, además de armas secuestraron numerosas drogas psiquiátricas recetadas a nombre de Baridón. “Ella cuenta que él mezclaba las pastillas con alcohol”, se agregó.

El abogado denunciado tiene prohibido acercarse a la mujer y/o molestarla por cualquier medio, por sí o interpósita persona.

Federico Baridón, abogado de Rosario del Tala.

Defensa

En nombre del propio Baridón, el defensor particular dijo a este medio que “niega toda la denuncia”. En la causa, Ostolaza aportó capturas de pantallas con mensajes que respaldarían supuestos affairs de la mujer con otros hombres.

En instancia fiscal, la mujer reconoció el arma que portaba Baridón el día que la violó, según la denuncia. “Se le exhibió a la víctima el revólver y ella lo reconoció. Pero ahora la defensa cuestiona que no se hizo una rueda de reconocimiento del revolver entre otras armas”, se marcó. Ese será un punto controversial en el desarrollo de la investigación y posterior juicio.

Además, Ostolaza logró que la prisión preventiva de Baridón sea domiciliaria. Esa medida sería apelada a la Cámara, según e adelantó. En principio, la fiscal pidió prisión por 45 días, el juez en turno Octavio Valentín Vergara otorgó 15.

 

Testimonios

En el legajo ya se tomaron algunos testimonios. Familiares de Ana cuentan que la relación fue muy corta, de dos o tres meses, y que “Baridón es un hombre que consume alcohol y es violento”.

Aunque no figura entre los hechos a investigar, en ámbitos judiciales la denunciante narró que en una oportunidad creyó haber sido drogada en la casa de su ex pareja, porque durmió varios días seguidos. El tema del alcohol y las medicaciones psiquiátricas, es un tema recurrente.

Además de las testimoniales, están pedidas las pericias psicológicas para ambos. Probablemente, para ella haya Cámara Gesell.

 

Apoyo y contención

Desde la Subsecretaría de la Mujer de Entre Ríos, Mariana Broggi confirmó  la asistencia y acompañamiento de la víctima. “Hicimos todas las articulaciones y acordamos con el área de Mansilla que abrió su refugio. Se hizo este jueves por la tarde”, precisó y agregó: “Articulamos también con el número 144 de prevención y asesoramiento a la víctima de violencia de género de Nación”.

 

Defensor de policías de Tala condenados por tortura

Federico Baridón ejerció una de las defensas de los policías condenados por torturas y vejámenes a dos menores de edad en 2012.

En 2015, los policías Marcelo José Milezzi, Ludmila Natalí Soto, Héctor Leopoldo, Claudio Marcelo Monroy, Gustavo Daniel Fornerón y Neri Andrés Magallán, fueron declarados autores materiales penalmente responsables de los delitos de torturas en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad y vejámenes. Y  los condenaron a la pena de ocho años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta y perpetua con accesorias legales.

Además, se condenó parcialmente a Pablo Leoncio Segovia, jefe de Investigaciones al momento del hecho, por ser coautor material penalmente responsable de los delitos de torturas, privación de la libertad con abuso funcional, vejaciones en actos de servicio y apremios ilegales. Y recibió la pena de dos años de prisión de cumplimiento condicional.

A los policías condenados, integrantes de la División Investigaciones de la Jefatura Departamental Tala, se les atribuyeron distintos hechos de tortura, privación ilegítima de la libertad y vejámenes, que sucedieron los días 29, 30 y 31 de marzo de 2012, de los cuales fueron víctimas WR y JSR, ambos de menos de 18 años al momento del hecho.

Los abogados Lucio Saliski y Federico Baridón, defensores de tres de los policías condenados -Mori, Monrroy y Soto- se incorporaron a la causa luego de ese fallo de la Sala Penal y fueron con un recurso extraordinario, que fue rechazado.

Análisis

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