Sergio Ventura Bergallo se desempeña como docente en las carreras de Profesorado y Licenciatura en Filosofía y en Licenciatura en Psicología en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), tiene un juicio académico en marcha por un incidente con una docente, en 2016, y ahora una denuncia por violencia de género y acoso que presentó una graduada, que fue alumna suya entre 2005 y 2006, y que también lo denunció penalmente en la Justicia.

El 25 de abril, y a través de la resolución N° 478, el consejo superior de Humanidades resolvió abrir una información sumaria y suspenderlo preventivamente por un plazo de 60 días, con goce de haberes, mientras se sustancia la investigación administrativa.

Todo comenzó con la presentación de una víctima ante el Programa Género, Derechos y Salud de la Uader “en busca de asesoramiento”. Se trata de una graduada de Uader que relató las situaciones de acoso que soportó de Bergallo, siendo ella estudiante y él su profesor.

Allí, contó que durante los años 2005 a 2006, mientras cursaba los primeros años de Psicología, ocurrieron hechos que calificó como “acoso y abuso de autoridad” por parte del profesor Bergallo, lo que “le dificultó luego su tránsito por la facultad, buscando diferentes modos de rendir las materias pendientes y evitando así cualquier posible encuentro con ese profesor, originándole además un sinfín de obstáculos y complicaciones, demoras en la obtención de su título universitario, lo que la ha perjudicado en su vida personal y desarrollo profesional”, según el texto de la resolución que apartó a Bergallo de su actividad académica.

El docente la invitó a formar parte de un grupo de estudio, y en ese grupo hizo saber de la idea de acceder a becas de intercambio con el extranjero. A la denunciante la anotició de la posibilidad de viajar a Alemania, debiendo para ello “escribir un proyecto y rendir para ayudante de cátedra” de Bergallo.

Pasado un tiempo, el docente le informa a la alumna de la buena nueva: que había obtenido la beca para viajar a Alemania. Pero a la vez le comunicó  que él también viajaría. “Que la denunciante menciona que el docente le manifestó guardar silencio para con los demás alumnos, temiendo que los demás también le pidan que les consiga becas, así como también mantuvo una reunión en un ámbito fuera del establecimiento con los padres de la estudiante, aduciendo que él iba a hacerse cago de su hija durante el viaje”.

Bergallo nunca le hizo conocer a la alumna del resultado del trámite de la beca: todo fue de modo verbal. Incluso, aseguró que se ocuparía de tramitar los pasajes aéreos a Alemania y de administrarle los fondos de la beca. “En relación a ello -detalla la resolución-, recuerda con pesar que el docente le había dicho que los pasajes aéreos los había pagado una amiga diplomática y que si ella se lo contaba a alguien, su amiga podía tener problemas”.

Ya en Alemania, Bergallo “comenzó a acosarla y a reclamarle una relación amoroso, por todo lo que él le había conseguido. Ante la negativa de la estudiante, el docente comienza a hostigarla, amenazarla, intenta convencerla de tener una historia de ´amor´ por el tiempo que dure el viaje y a su vez la amenazaba con mandar cartas a la Facultad para difamarla respecto de lo que ´ella habría hecho´y en relación a su futuro universitario”.

El texto de la resolución, que firman la decana de Humanidades, María Gracia Benedetti, y secretario del consejo directivo, Fernando Ramírez, da cuenta que en Alemania la estudiante “supo que no se encontraba becada, lo que sumado a la situación de hostigamiento sufrida es que logra contarle a la dueña del hospedaje y luego a las autoridades y personal del museo donde realizaba su proyecto. Es en dicho momento que deciden cambiar al docente de ciudad, quedando ellos a cargo de la estudiante y sus gastos de alimentación y traslado. Logrando cambiar su pasaje de vuelta a la Argentina para no coincidir con el docente en su retorno”.

Pero el acoso siguió al regreso: le enviaba mails, procuraba acercársele por medio de compañeras, yendo a los lugares donde estaba reunida.

Los profesionales de Uader que tomaron su testimonio dieron cuenta de la afectación de su estado de salud anímico-emocional, “principalmente porque el suceso estuvo basado en mecanismos de manipulación, engaño y hostigamiento por parte de un profesor que trabaja en la Universidad, lo que se constituye en una grava falta moral, ética y de conducta”.

La estudiante relató los hechos, acompañó documentación y ofreció prueba testimonial. Además, hizo saber de la denuncia penal que formuló ante el Ministerio Público Fiscal.

La asesoría legal de Humanidades sugirió la separación del cargo del profesor Bergallo “teniendo en cuenta la posición de autoridad universitaria que posee como consecuencia de ser no solamente docente sino también coordinador de las carreras Profesorado y Licenciatura en Filosfía, lo que puede poner en riesgo el normal desarrollo de la investigación sumaria, y fundamentalmente para prevenir la eventual repetición de estas conductas en perjuicio de otros y otras estudiantes de esta casa de estudios”.

Daniel Richar, secretario general de la Facultad de Humanidades, dijo que el caso se analizó en el consejo directivo el 23 de abril último, y que entonces se abrió la investigación administrativa interna. Y dijo que no se han dispuestos medidas de restricción por cuanto la denunciante es egresada, y no comparten con Bergallo el mismo lugar de trabajo.

Redacción de Entre Ríos Ahora

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