La acusación pidió prisión perpetua para Wagner y Pavón, y la absolución de Otero. Los defensores del violador serial pidieron pena solo por abuso. La defensa del dueño del lavadero remarcó la ausencia de evidencias objetivas en la causa

Serán muy largos los 11 días de espera desde el final del juicio por el femicidio de Micaela García hasta el 17 a la mañana, cuando el tribunal de Gualeguay adelantará el veredicto. De los tres imputados, ayer uno se fue caminando a su casa: Gabriel Otero, quien finalmente no fue acusado. Sebastián Wagner y Néstor Pavón regresaron a la cárcel, lugar donde la Fiscalía los quiere para siempre. Para ambos hubo pedidos de prisión perpetua. Las defensas esgrimieron sus argumentos: la de Wagner, en su estrategia de culpar a Pavón, buscó una pena menor por abuso sexual; la de Pavón, ante la falta de pruebas objetivas o testimonios que lo involucren en el hecho, y en la confianza de la familia que aseguró que aquella madrugada, cuando Micaela era raptada y asesinada, él dormía junto a su esposa.

La jornada de los alegatos fue muy extensa. Los fiscales Ignacio Telenta y Dardo Tórtul hablaron alrededor de tres horas para convencer al tribunal de su hipótesis. Consideraron que Wagner fue autor del abuso sexual, que confesó, pero también del homicidio de la víctima. Es decir, dieron crédito a medias a la declaración del violador serial: por un lado, no le creyeron que se estaba drogando mientras Micaela era asesinada; por otro, sí le creyeron en que estaba junto a Pavón al momento de raptar y abusar de la joven.

La controversia central en todo el debate estuvo alrededor de la participación o no de Pavón. Para esto, la Fiscalía contó con la incriminación que hizo Wagner y con lo que señaló como varias contradicciones en las diferentes oportunidades en las que el dueño del lavadero declaró, primero como testigo, y luego como imputado. A esta parte la expusieron con un Power Point; afirmaron que hubo contradicciones tanto entre sus propias declaraciones como con otros elementos de la causa.

Por ejemplo, sobre la forma y las causas de la ayuda que le brindó a Wagner para que se fuera de Gualeguay. La Fiscalía sostuvo que hay diferencias entre las llamadas telefónicas que dijo haber realizado y las que aparecen en el registro informado por la empresa prestataria del servicio. También señalaron que Pavón declaró que, cuando lo detuvieron, un policía le dijo que confesara el crimen para que se terminara todo, y le respondió: «¿Cómo me voy a declarar culpable si ni el cuerpo sé dónde está?». Los fiscales remarcaron que en ese momento todavía no se sabía si Micaela estaba viva o muerta.

Pidieron prisión perpetua por Homicidio triplemente calificado para ambos acusados, y subsidiariamente cinco años de prisión por encubrimiento para Pavón.

Respecto de Otero, la Fiscalía manifestó que no es suficiente ni clara la prueba del testigo que lo vio en el auto junto a Wagner la mañana del crimen, por lo que pidieron la absolución por el beneficio de la duda.

El abogado querellante, Jorge Impini, analizó los elementos de la causa y adhirió al pedido de los fiscales. Tórtul dijo a UNO: «Estoy muy conforme con la tarea, cumplimos con nuestro objetivo», y destacó que en pocos meses se logró llevar a juicio una causa compleja.

Los defensores de Pavón, Andrés Carvajal y Horacio Barreto, pidieron la absolución lisa y llana para el hombre debido a que no existe ninguna prueba que lo incrimine en el hecho, ni rastros en su ropa ni evidencia genética, nadie lo vio. Y expresaron que las contradicciones referidas por la Fiscalía no apuntan a Pavón como partícipe del homicidio sino del encubrimiento de Wagner. En este sentido, plantearon que hay contradicciones, como el horario en que Pavón le dio a Wagner la llave del lavadero para que fuera a dormir, que no son sustanciales al hecho que se investiga.

Cuestionaron que los fiscales valoren como prueba cosas que nunca se dijeron, como que Pavón siempre supo que Wagner tenía condena por violador, «y eso no pasó nunca, jamás», sino que «sabía que tenía una condena pero no por qué tipo de delito».

Asimismo, refirieron que mientras buscaban a Wagner y a Micaela, Pavón tenía el auto Renault 18 break estacionado en su trabajo a la vista de todos, es decir que no buscó nunca ocultar una prueba semejante.

«Me da la impresión de que son versiones enteramente rebuscadas y problemáticas, cuando lo que pasó es muy sencillo. Fueron a cenar, Pavón se fue a dormir y al otro día se levantó temprano y se fue a trabajar, como todos los días de su vida», dijo Carvajal.

Además, sostuvieron que con seguridad, tal como plantearon las acusaciones, Micaela se resistió y defendió ante el ataque, por eso Wagner tenía lesiones y Pavón no tenía ni un rasguño.

«A Pavón lo acusan solo por culpa de Wagner, un doblemente convicto por abuso sexual, que tiene un tercer proceso donde culpó a su propio hermano para eludir la responsabilidad. Fingió estar compungido, es el mismo Wagner que en la primera causa con un arma blanca privó de la libertad a la víctima, la llevó a un descampado y la violó él solo, y en la segunda causa él solo entró al domicilio de otra chica, le pegó ferozmente, le arrancó los cabellos y la terminó violando y robando. La carrera criminal de Wagner fue in crescendo y culminó con el crimen de Micaela», afirmó Carvajal.

El abogado defensor de Otero, Matías Farías, pidió que el joven de 21 años, hijo de la expareja de Wagner, sea absuelto por falta de pruebas, no por el beneficio de la duda.

Por último, los defensores oficiales de Wagner, Carlos Sciutto y Susana Alarcón, pidieron que el hombre sea condenado a la pena mínima por el delito de abuso sexual, y no por la muerte de Micaela. Afirmaron que «Wagner no miente», y que él en nada se beneficia al señalarlo a Pavón como el homicida, sin embargo claro está que de ese modo buscó desentenderse del asesinato.

El martes 17 a las 8.30, el tribunal integrado Roberto Cadenas, María Angélica Pivas y Darío Crespo informará la sentencia. (UNO)

Radio: 102.5 FM | TV: Canales 52 & 507 | LRM774 Génesis Multimedia ((HD Radio & TV))