Además de los familiares, amigos y fuerzas nacionales, el Organismo Internacional de Policía Criminal (Interpol) participa de la búsqueda del joven que lleva más de dos semanas sin dejar rastro.
El 1 de agosto Santiago Maldonado fue visto por última vez. El joven que participaba de una marcha de la Resistencia Acestral Mapuche (RAM) en Cushamen, Chubut, desapareció luego de que la Gendarmería desalojara la convocatoria. A partir de ese instante, nada se supo de Maldonada. Ahora, además de los familiares, amigos y fuerzas nacionales, el Organismo Internacional de Policía Criminal (Interpol) participa de la búsqueda del joven que lleva más de dos semanas sin dejar rastro.
El juez federal de Esquel, Guido Otranto, allanó ayer el Escuadrón 37 de Gendarmería Nacional en la localidad chubutense de José de San Martín, en el marco de la investigación por la desaparición de Maldonado.
Junto a personal de la división científica de la Policía Federal y perros rastreadores, se levantaron huellas dactilares y manchas en camionetas para definir si corresponden o no a rastros hemáticos.
Días atrás, en la dependencia 36 de El Bolsón se secuestró una soga de un Unimog, se levantaron cabellos y se obtuvo rastros en una mancha que podría ser o no de sangre, señalaron las fuentes consultadas.
Todos esos rastros ya fueron remitidos al Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, a cargo del Dr. Daniel Corach. Serán cotejados con el ADN de Maldonado, a partir de las muestras de sangre y saliva que brindó su hermano Sergio en Bariloche, y con cabellos presuntamente pertenecientes a Santiago, recogidos en la casa que habitaba en El Bolsón. Se estima que en diez días estarán disponibles los resultados de esas pericias.
Organizaciones de derechos humanos, encabezadas por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, marcharon el viernes pasado a la Plaza de Mayo, exigieron la aparición con vida de Maldonado y denunciaron que fue víctima de una «desaparición forzada» en Democracia. (La Nación)