«La Justicia es cómplice, porque les permite beneficios excarcelatorios o ni los busca cuando se escapan», afirmó María Elena Leuzzi, titular de la Asociación Víctimas de Violaciones.
Más de 900 los abusadores sexuales están en libertad sin que nadie los busque y con plena impunidad para seguir atacando, denunció una especialista en la temática que resaltó el caso del violador serial Walter Brawton, quien se fugó cuando fue autorizado a visitar a su madre enferma.
«La Justicia es cómplice, porque les permite beneficios excarcelatorios o ni los busca cuando se escapan», afirmó María Elena Leuzzi, titular de la Asociación Víctimas de Violaciones (Avivi), quien aportó el dato estadístico al Diario Popular.
Según la experta, el del violador serial Walter Brawton, es un caso paradigmático de la escandalosa relación entre peligrosos violadores y la Justicia, porque el escape ocurrió por un beneficio que le habían otorgado por conducta ejemplar en el penal.
Brawton, contador y padre de dos hijos, había sido condenado en 2009 a cumplir 38 años de cárcel, pero sólo cumplió cuatro, se fugó el 17 de agosto de 2013 desde la casa de su hermana en Ituzaingó, donde presuntamente había concurrido a visitar a su madre enferma.
«El caso de Brawton forma parte de un esquema no tan visibilizado. Son más de 900, entre los condenados y quienes escaparon en medio de los procesos con pruebas contundentes. Son personas que, en libertad, siguen violando. La justicia es cómplice, porque les permite beneficios excarcelatorios o ni los busca cuando se escapan. Es un horror», dijo Leuzzi.
Los casi cuatro años que Brawton lleva prófugo fueron acompañados por enfáticos e insistentes pedidos de la asociación Madres y Familiares de Víctimas (Mafavi), que reclamó siempre a las autoridades gubernamentales y judiciales que se extremen las medidas para dar con el paradero del sujeto, y así cumpla su condena, de la que sólo llevaba un 10% cuando logró fugar.
La titular de Avivi, sostuvo que «lamentablemente, la cifra de violadores prófugos, entre condenados e imputados, no para de crecer, y tenemos actualmente más de 900 personas que no sabemos dónde están, que son altamente peligrosas y muy probablemente estén perpetrando abusos, con absoluta y total impunidad».
«Hay una oportunidad muy importante, ahora que la Policía Federal ya no debe destinar recursos a la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, para que se forme un verdadero cuerpo especializado en capturar a prófugos por delitos contra la integridad sexual. Hay que imitar el ejemplo de Estados Unidos y el trabajo que realizan en el FBI», dijo Leuzzi.
«Hace mucho tiempo que pedimos por la creación de un grupo especializado en capturar agresores sexuales prófugos. No podemos tener esta cantidad de personas que hicieron tanto daño y se encuentran libres. El Estado sigue ausente cuando se trata de los delitos contra la integridad sexual de las personas, y mucho más para dar algo de paz a las víctimas. Cuando los atrapan, les dan todas las garantías para la fuga», cerró Leuzzi.