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La OMS reconoció que el COVID-19 podría dejar de ser pandemia y volverse endémico

Desde el organismo dejaron ver como una posibilidad cierta que el SARS-CoV-2 no desaparezca y el mundo deba “prepararse para convivir con él”. Esto significa que podría regresar de forma habitual o en fechas específicas, y no desaparecer, como el dengue.

Durante una conferencia virtual, el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, señaló que, si bien es muy complicado predecir la manera en que evolucionará el virus, “debemos prepararnos para convivir con él. Puede convertirse en otro virus endémico y no desaparecer. Si encontramos una vacuna muy efectiva, podemos distribuirla a todo el que la necesite y podríamos tener una oportunidad de eliminar el COVID-19”.

Mientras las propias entidades internacionales van dibujando la ruta mientras circulan, atribuirse la posibilidad de reconocer cuál será el futuro de lo que viene en materia de coronavirus es casi pretender acertar la lotería. Hans Heesterbeek, Catedrático de Epidemiología Teórica de la Universidad de Utrecht, abre una posible ventana para esclarecer algunos escenarios posibles. “Según la experiencia con otras infecciones -explica-, hay pocas razones para creer que el SARS-CoV-2 desaparecerá pronto, incluso cuando las vacunas estén disponibles. Un escenario más realista es que se agregará a la familia (grande y creciente) de enfermedades infecciosas que se conocen como “endémicas” en la población humana”.

Un principio que abre algo de desazón en aquella idea soñada de volver a lo que se era antes de Wuhan.

 

La ola interminable

Cuando las expectativas estaban puestas en los “picos” de contagio, todo parecía hacer ver que trepar a la cima era ganar la batalla. Sin embargo, dos principios aparecieron para derrumbar esas ilusiones: los recontagiados (aquellos sujetos inmunes después de haber padecido la enfermedad, pero que se mantienen a salvo apenas por un par de meses) y las nuevas oleadas de nuevas cimas como si se tratara de una cordillera más que de una montaña aislada.

El hecho de que la gran mayoría de las personas sigan siendo susceptibles significa que hay suficiente combustible para que el fuego siga ardiendo durante bastante tiempo. Este será el caso incluso si ubicaciones específicas alcanzan lo que se conoce como inmunidad de población (o manada) (y no está claro aún que tan probable es que esto suceda). Este concepto implica que un virus comienza a debilitarse cuando la cantidad de personas infectadas es masiva o han sido vacunadas. Sin embargo, aún en un suceso como este, no se implica que su acción desaparecerá instantánea o completamente.

Ninguna medida de aislamiento es tan fuerte como para detener por completo la interacción humana entre regiones, dentro y entre países, o globalmente. Una prueba que ha sido claramente demostrada, a tal punto que la propia OMS ha puesto en duda si los confinamientos han sido una estrategia adecuada. Sin contar los daños colaterales que han resultado tan o más complejos como la propia enfermedad.

«También es posible que la propagación de una infección eventualmente se estabilice a un nivel constante de modo que esté presente en las comunidades en todo momento, posiblemente a una tasa relativamente baja, a veces predecible -advierte Heesterbeek. Esto es lo que queremos decir cuando decimos que “una enfermedad es endémica”.

Algunas infecciones están presentes y se propagan activamente en casi todas partes (como muchas infecciones de transmisión sexual e infecciones infantiles). Pero la mayoría de las infecciones son endémicas en partes específicas del mundo. Esto puede ocurrir cuando un control efectivo ha eliminado la infección en otros lugares, o porque las condiciones necesarias para una transmisión efectiva solo se pueden encontrar en lugares específicos. Este es el caso de la malaria y muchas otras infecciones transmitidas por mosquitos.

 

Hablar de números

En teoría, una infección se vuelve endémica si, en promedio, cada individuo infectado la transmite a otra persona. En otras palabras, cuando el número de reproducción (R)=1. En comparación, durante una epidemia cuando la propagación de la enfermedad está aumentando, R es más de 1, y cuando la propagación disminuye mediante medidas de control o inmunidad de la población, R es menos que 1.

En la práctica, hay una serie de patrones que se pueden observar en las enfermedades endémicas. Algunos pueden existir en niveles bajos durante todo el año, mientras que otros pueden mostrar períodos de mayor transmisión intercalados con períodos de baja transmisión. Esto podría suceder si los factores estacionales influyen en la cantidad de contacto que las personas tienen entre sí, su susceptibilidad a la enfermedad u otros organismos que la propagan, como los insectos.

Mientras haya un suministro suficiente de personas aún susceptibles a la enfermedad para que cada persona infectada se la transmita, ésta seguirá propagándose. Este suministro se puede reponer de varias formas, según las características de la enfermedad.

Un documento publicado por un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, afirma que la infección endémica por coronavirus podría asociarse con COVID-19 menos grave.

En las enfermedades que dan inmunidad permanente después de la infección (que no sería aún, de acuerdo a los estudios presentados, el caso del COVID-19), cada recién nacido es susceptible después de que desaparece la inmunidad obtenida de la madre. Es por eso que las infecciones infantiles como el sarampión son endémicas en muchas partes del mundo donde la tasa de natalidad es lo suficientemente alta.

En las enfermedades que solo otorgan inmunidad temporal a través de una infección natural, las personas pierden esa protección inmunológica para volverse susceptibles nuevamente. Un virus o una bacteria también pueden evadir la memoria inmunológica por mutación, de modo que las personas con inmunidad a una cepa más antigua se volverán susceptibles a la nueva versión de la enfermedad. La influenza es un buen ejemplo de esta situación.

Todavía no sabemos cuánto tiempo durará la inmunidad contra la infección por COVID-19 -explica Heesterbeek-, o qué tan buenas serán las vacunas para proteger a las personas. Pero otros coronavirus que son endémicos en la población humana, como los que causan resfriados, solo confieren inmunidad temporal de aproximadamente un año”.

Otro análisis relevante es que las personas con inmunidad, ya sea por infección o vacunación, rara vez se distribuyen de manera uniforme en su comunidad, y mucho menos en el mundo. Ciertamente, en el caso de COVID-19, hay áreas donde la infección se ha extendido más intensamente y otras que se han salvado relativamente. Sin una distribución uniforme, no hay inmunidad de la población incluso si se han vacunado suficientes personas para alcanzar el umbral necesario previsto.

En estos casos, el R promedio puede ser lo suficientemente bajo como para que la infección esté bajo control, pero en los focos desprotegidos estará muy por encima de 1. Esto conduce a brotes localizados y permite que la enfermedad siga siendo endémica. Continúa propagándose de un lugar a otro, sembrado por algunos lugares donde la densidad de población y la interacción son lo suficientemente altas y la protección lo suficientemente baja como para mantener la transmisión.

 

El sueño del barbijo en el cesto

La manera en que conviviremos con COVID-19 en el momento en que se convierta en endémico dependerá de qué tan buenas sean las vacunas y los tratamientos un poco más certeros que se establezcan. Una posibilidad es que puedan evitarse o acompañarse los casos más serios, de modo de transformar la enfermedad es una dolencia transitable de manera previsible.

Dependiendo de si la inmunidad, ya sea por infección natural o por vacunación, es permanente o temporal, es posible que, como ocurre con la vacuna de la gripe, por ejemplo, se requieran actualizaciones anuales de aplicaciones actualizadas a las mutaciones del virus. O podría controlarse mediante la vacunación a una edad que se estime óptima de manera preventiva. Esto sigue en duda, tal como expresan muchos investigadores. De hecho, recientemente un estudio de un equipo del Laboratorio de Virología Experimental del Departamento de Microbiología Médica y Prevención de Infecciones del Instituto de Infección e Inmunidad de Ámsterdam aseguró que la inmunidad protectora contra el coronavirus estacional es de corta duración.

Si las vacunas no solo protegen la enfermedad clínica -sentencia Heesterbeek-, sino que también reducen considerablemente la transmisión y confieren inmunidad duradera, podemos imaginar otros escenarios, como la posible erradicación de la enfermedad. Pero, de manera realista, esto es poco probable. La erradicación es notoriamente difícil, incluso para las enfermedades para las que tenemos vacunas casi perfectas e inmunidad permanente. Por tanto, la enfermedad endémica es el resultado más probable”.

Infobae

COVID-19: estudios revelaron qué tipo de sangre es más susceptible de contraer un cuadro grave de la enfermedad

Dos investigaciones publicadas en Blood Advances, relacionaron el factor sanguíneo de una persona con el comienzo y el desenlace del nuevo coronavirus. Los detalles.

Se sabe que el COVID-19 afecta más gravemente a las personas que no estaban saludables del todo antes de contraerlo y que además de la edad avanzada, hay factores como la obesidad, diabetes, tensión alta y enfermedades cardíacas que se relacionan directamente con los síntomas y el diagnostico. Sin embargo, el tipo de sangre de la persona podría tener un rol importante en el comienzo y el desenlace de la enfermedad.

Y es que, los factores de riesgo por sí solos no explican la amplia diversidad de síntomas, o por qué algunas personas contraen la enfermedad y otras no. Estudiar la genética de las personas más susceptibles al SARS-CoV-2 podría ayudar a identificar y proteger a las personas más expuestas, así como a acelerar el tratamiento y el desarrollo de fármacos.

En este contexto, el grupo sanguíneo de una persona podría determinar la susceptibilidad a la nueva enfermedad y la gravedad de la infección por COVID-19, de acuerdo con dos estudios, publicados en Blood Advances, que sugieren que las personas con sangre tipo 0 podrían tener un menor riesgo de infección y una menor probabilidad de resultados graves, incluidas complicaciones, si se llegan a enfermar.

El primer estudio, realizado en entre el 27 de febrero y el 30 de julio de 2020, reveló que el tipo de sangre 0 puede ofrecer cierta protección contra la infección por el nuevo coronavirus. Los investigadores compararon los datos del registro de salud danés de más de 473.000 personas a las que se les realizó la prueba de COVID-19 con los datos de un grupo de control de más de 2,2 millones de personas de la población general.

Los resultados principales sugieren que las personas con los tipos de sangre A, B o AB pueden ser más susceptibles a infectarse de COVID-19 que las personas con el tipo de sangre 0.

Dado que las distribuciones de grupos sanguíneos varían entre subgrupos étnicos, los investigadores también controlaron el origen étnico y establecieron que menos personas con el tipo de sangre 0 se contagiaron de COVID-19.

La segunda investigación realizada en Canadá, reveló que que los grupos sanguíneos A y AB se asocian con un mayor riesgo de resultados clínicos graves de COVID-19. Además, el estudio señaló que las personas con los grupos sanguíneos A o AB parecen exhibir una mayor gravedad de la nueva enfermedad que las personas con los grupos sanguíneos 0 o B.

Los investigadores examinaron datos de 95 pacientes en estado crítico hospitalizados en Vancouver y descubrieron que los pacientes con los grupos sanguíneos A o AB tenían más probabilidades de requerir ventilación mecánica, lo que sugiere que tenían mayores tasas de lesión pulmonar por COVID-19. También notaron que este grupo de pacientes requirieron diálisis por insuficiencia renal.

En conjunto, estos hallazgos sugieren que los pacientes de los grupos sanguíneos A o AB, pueden tener un mayor riesgo de disfunción o insuficiencia orgánica debido al COVID-19. Además, mientras que las personas con tipos de sangre A y AB permanecieron en el hospital más tiempo que aquellos con tipos 0 o B, en la unidad de cuidados intensivos (UCI) durante un tiempo promedio más largo, lo que también puede indicar un mayor nivel de gravedad de COVID-19.

Lo cierto es que estos dos estudios no fueron los primeros en establecer una relación entre el factor sanguíneo y el COVID-19. De hecho, varias investigaciones han analizado tanto la gravedad de la enfermedad como la susceptibilidad y llegaron a la conclusión que el tipo de sangre tiene un rol importante.

En marzo, otra investigación realizada por científicos basados en Wuhan -donde se inició el brote que ahora es pandemia- y en Shenzhen, China. La muestra se basó en un universo de 2 mil pacientes que fueron atendidos en ambas ciudades, según publicó el diario South China Morning Post.

En este sentido, en junio, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, sugirió que las personas con sangre tipo A tienen un mayor riesgo de infectarse con el coronavirus y desarrollar síntomas graves.

En ese entonces, en diálogo con este medio, el médico genetista Jorge Dotto (M.N. 107.411), uno de los referentes en genética a nivel mundial, explicó: “Está claro que la clave tiene que ver con el genoma. Este tiene un rol trascendental en efectuar la respuesta a la enfermedad por SARS-CoV-2. No entendíamos por qué hay personas que desarrollan un mayor riesgo de enfermedad que otras y esta investigación nos dio una respuesta. Los estudios del genoma en los que se basó le otorgan una robustez científica especial”.

Ese mismo mes, se conocieron los resultados de otro estudio realizado por 23andMe, que analizó la susceptibilidad en lugar de la gravedad de la enfermedad, incluyó a 10.000 participantes que informaron a la compañía que tenían COVID-19.

La investigación encontró que las personas con sangre tipo 0 tienen entre 9% y 18% menos probabilidades que las personas con otros tipos de sangre de haber dado positivo en la prueba del virus. Sin embargo, hubo poca diferencia en la susceptibilidad entre otros tipos de sangre, encontró el estudio. Cuando los investigadores ajustaron los datos para tener en cuenta factores como la edad y las enfermedades preexistentes, así como cuando restringieron los datos solo a aquellos con alta probabilidad de exposición, como los trabajadores de la salud, los resultados fueron los mismos.

Infobae

Coronavirus en Argentina: confirmaron 350 muertes y 14.932 nuevos contagios en las últimas 24 horas

El total de infectados asciende a 931.967 y las víctimas fatales suman 24.921.

El Ministerio de Salud de la Nación informó este miércoles que, durante las últimas 24 horas, se registraron 350 muertes y 14.932 nuevos casos positivos por coronavirus. Con estos datos, el total de infectados en todo el país asciende a 931.96 y las víctimas fatales suman 24.921.

En la actualidad hay 4.316 personas internadas en terapia intensiva en todo el país. En la Nación la ocupación de las camas de UTI es del 64,1% y en AMBA del 63,5%.

Apenas salió el parte oficial, los 931.967 casos acumulados habían convertido a Argentina en el 5° país con más contagios del mundo (sin tener en cuenta la cantidad de habitantes) solo por detrás de Rusia con 1.332.824 de contagios, Brasil con 5.113.628, India con 7.239.389 y Estados Unidos con 7.899.313. Pero unos minutos después, una actualización de la base de datos del sitio Worldometer significó que España superó a la Argentina y se ubicó 5° con 937.311 casos.

De los casos confirmados este miércoles, 5175 son de la provincia de Buenos Aires, 825 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2470 de Santa Fe, 1606 de Córdoba, 1241 de Tucumán, 925 de Mendoza, 8 de Catamarca, 192 de Chaco, 236 de Chubut, 54 de Corrientes, 299 de Entre Ríos, 1 de Formosa, 103 de Jujuy, 101 de La Pampa, 87 de La Rioja, 3 de Misiones, 296 de Neuquén, 361 de Río Negro, 150 de Salta, 5 de San Juan, 151 de San Luis, 195 de Santa Cruz, 153 de Santiago del Estero y 295 de Tierra del Fuego.

En las últimas 24 horas fueron realizados 23.519 testeos y desde el inicio del brote se realizaron 2.283.577 pruebas diagnósticas para esta enfermedad, lo que equivale a 50.324,5 muestras por millón de habitantes.

El Ministerio de Salud informó esta mañana un promedio diario de 13.413 casos de coronavirus en los últimos siete días, con una tasa de mortalidad de 542 personas cada millón de habitantes y de letalidad del 2,7% sobre los casos confirmados.

Actualmente son 4.294 las personas que se encuentran internadas en unidades de terapia intensiva por coronavirus, de las cuales 38,8% están en centros asistenciales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el 30,4% en Córdoba y el 5,1% en Santa Fe. En el reporte oficial se indicó, además, que la ocupación de camas de cuidados críticos, más allá de la dolencia que explique la internación del paciente, promedia 64,2% a nivel nacional.

El Ministerio también reveló que la tasa que mide los casos detectados sobre los test realizados ayer se ubicó en 43,8% a nivel nacional, en 23,7% en la Ciudad de Buenos Aires y 44,5% en la Provincia de Buenos Aires.

Al encabezar el reporte federal que emite la autoridad sanitaria, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, señaló que “la situación epidemiológica viene siendo sostenida durante las últimas semanas en relación a la estabilidad en el AMBA con acuerdos y planificación de aperturas y, en el resto del país, este aumento del número de casos”.

En ese sentido, la funcionaria destacó el decreto de necesidad y urgencia suscrito por el presidente Alberto Fernández y “consensuado con los gobernadores” que fija “acciones intensivas” para disminuir la circulación de personas y la transmisión viral.

Según explicó Vizzotti, la medida apunta a las “18 provincias que tienen transmisión comunitaria (del virus), aumentos en el numero de casos y donde hay tensión en el sistema de salud. Se busca disminuir la circulación de personas, impactando lo menos posible en las actividades económicas, industriales y comerciales”.

Por otra parte, Vizzotti brindó detalles sobre el impacto de la enfermedad sobre pacientes que cursan o tienen antecedentes oncológicos. Al 20 de septiembre, fueron reportados 4.470 casos de COVID-19 en ese tipo de pacientes, el 50,4% de ellos requirió internación y el 18,1% debió ser atendido en terapia intensiva.

Por último se detalló que 845 personas fallecieron dentro de este grupo, lo que arroja una letalidad de 18,9%.

Reportan este martes 9 fallecimientos asociados a Covid-19 en Entre Ríos

El Ministerio de Salud de Entre Ríos, reportó que se registraron, nueve muertes asociadas a Coronavirus y son 180 los pacientes fallecidos con Covid-19 en la provincia. Esta mañana, se habían reportado 221 nuevos casos positivos.

El área de Vigilancia Epidemiológica, confirmó que este jueves en Entre Ríos, se registraron 221 nuevos casos de coronavirus en once departamentos y de ese modo, en la provincia son 9.845 los casos confirmados en la provincia.

Por otra parte, el Ministerio de Salud de Entre Ríos, reportó que se registraron, nueve muertes asociadas a Coronavirus en la provincia. Se trata de cuatro hombres y cinco mujeres. Además, se confirmó que cinco de los pacientes fallecidos estaban internados en Paraná.

Cuatro de los fallecimientos corresponden a personas que se encontraban internadas en el Hospital San Martín de Paraná. Puntualmente se trata de dos hombres oriundos Paraná, de 73 y 56 años, y dos mujeres: una de 71 años y la restante de 35 oriunda de Aldea San Rafael (Crespo). También se registró el deceso de otro paciente paranaense, de 68 años, institucionalizado en un establecimiento privado.

Por su parte, se informó el deceso de un paciente de 48 años de edad, oriundo de Victoria, que permanecía internado en el hospital De la Baxada de la capital provincial.

En tanto que otras dos muertes corresponden a mujeres de 74 y 57 años, que se encontraban internadas en el hospital Delicia Concepción Masvernat de Concordia oriundas una de San José de Feliciano y la restante de Chajarí.

Asimismo, se reportó el fallecimiento de una mujer de 95 años oriunda de Basavilbaso que permanecía internada en el hospital Sagrado Corazón de dicha localidad.

De esta manera, son 180 los fallecidos con Covid-19 en la provincia.

Ya están activos en Entre Ríos los cinco los centros habilitados para extraer plasma de pacientes recuperados de Covid

Días atrás se realizó la primera donación de plasma de convaleciente en el Banco de Sangre del hospital Masvernat; que de este modo se suma a los centros de extracción presentes en los hospitales San Martín y San Roque (Paraná); J.J. Urquiza (Concepción del Uruguay); y Centenario (Gualeguaychú).

Dos pacientes recuperados de Coronavirus donaron plasma días atrás en el Banco de Sangre del hospital Delicia Concepción Masvernat de Concordia, una de las sedes del Programa Provincial de Hemoterapia. Sus donaciones forman parte de las más de 200 unidades obtenidas en la provincia, posibles a partir de la iniciativa solidaria de personas recuperadas de coronavirus que donaron plasma de convaleciente para el tratamiento de pacientes internados que cursan la enfermedad con cuadros moderados-severos.

Desde el hospital Masvernat resaltaron el gesto de los donantes y el trabajo del equipo del Banco de Sangre, así como la plena vigencia de la convocatoria iniciada hace dos meses para que las personas que ya cursaron la enfermedad y quieran ayudar con este recurso escaso de forma voluntaria, se acerquen al nosocomio.

A partir de la adhesión de la provincia a la normativa nacional que regula el Uso de Plasma de Pacientes Recuperados de Covid-19 con fines terapéuticos (Resolución N° 783/20 del Ministerio de Salud de la Nación), y la aprobación del Protocolo de Acceso Extendido para uso de Plasma de Convalecientes con Infección de Coronavirus, desde fines de julio a la fecha ya se extrajeron 220 unidades de plasma entre los distintos puntos habilitados para tal fin.

Es así que, a la fecha, en el Programa Provincial de Hemoterapia (PPH), que funciona en el hospital San Martín de Paraná se llevaron a cabo 100 extracciones de plasma; junto a otras 26 son las que registra el hospital Materno Infantil San Roque de la capital provincial. En tanto que el Banco del hospital Centenario de Gualeguaychú ya extrajo 80 unidades; el J. J. Urquiza de Uruguay, contabiliza 12 extracciones; y a éstos ahora se suma el hospital Masvernat de Concordia, con las 2 donaciones de la última semana.

Cabe recordar que mediante la Resolución N°2.659 del Ministerio de Salud de Entre Ríos definió como centros de extracción manual de plasma los Bancos de Sangre que funcionan en los hospitales San Martín y Materno Infantil San Roque, de Paraná; Delicia Concepción Masvernat, de Concordia; Justo José de Urquiza, de Concepción del Uruguay, y Centenario, de Gualeguaychú.

 

Un gesto solidario que puede ayudar a salvar vidas

Es importante resaltar la importancia de que quienes ya cursaron y superaron el Covid-19 asistan a los Bancos de Sangre definidos para donar plasma, siempre que su salud lo permita, ya que con este acto solidario se pueden salvar vidas.

En principio, para quienes hayan recibido el alta por esta enfermedad y estén interesados en donar plasma rigen las mismas recomendaciones que para los donantes de sangre, tales como tener entre 18 y 65 años de edad; al menos 50 kilogramos de peso; presentar buen estado de salud general y no tener enfermedades preexistentes. En este caso, además, deben haber transcurrido al menos 15 días de la resolución de los síntomas y el protocolo establece que no podrán ser donantes de plasma las mujeres que hayan tenido algún embarazo.

Disponer de este recurso depende –además de la solidaridad del donante– del adecuado y necesario nivel de anticuerpos, luego de un prudencial período de recuperación de las personas que cursaron la infección por coronavirus.

Asimismo, la referente del PPH, Lucrecia Etcheverry, agradeció especialmente a todos los que se interesaron en participar y se acercaron a los diferentes servicios para donar plasma. “Nosotros no sólo recibimos pacientes de Paraná, porque también han venido a donar pacientes recuperados de localidades más alejadas como Viale, Ramírez o Diamante, en algunos casos en más de una oportunidad”, expresó Etcheverry, quien agregó que los Bancos de Sangre del interior hacen lo propio con las comunidades de sus áreas de influencia (como por ejemplo el centro de extracción de Gualeguaychú, que articuló acciones para recibir donantes de Colón e Islas del Ibicuy).

Finalmente, cabe señalar que el tratamiento con plasma de convaleciente es de carácter experimental y, hasta tanto no estén los primeros datos del ensayo nacional, no se puede evaluar su efectividad.

 

Se registró una merma de donantes habituales de sangre

Cabe destacar que desde el Programa Provincial de Hemoterapia insisten en que las personas no dejen de acercarse a donar sangre. Frente a la situación de pandemia por Coronavirus, en los últimos meses se han registrado altibajos en la asistencia de los donantes voluntarios y habituales de sangre.

La merma en el número de dadores impacta de manera negativa en el sistema sanitario ya que la sangre es un recurso esencial que no se puede fabricar, sólo se obtiene con la donación voluntaria.

Se registraron en la provincia este lunes 7 muertes asociadas a coronavirus

Dos de los fallecimientos corresponden a hombres oriundos Paraná, de 63 y 75 años, que se encontraban internados en el Hospital Militar. También se registró el deceso de otro paciente paranaense, de 74 años, institucionalizado en el hospital San Martín de la capital provincial.

Por su parte, se informó la muerte de un paciente de 85 años de edad, oriundo de San Salvador, internado en el hospital San Miguel de dicha localidad.

En tanto que otras dos muertes corresponden a mujeres paranaenses, de 57 y 88 años de edad, que se encontraban internadas en un efector privado y en el hospital Militar de la ciudad capital respectivamente.

Asimismo, se reportó el fallecimiento de una mujer de 86 años, de Chajarí, que permanecía internada en el hospital Santa Rosa de la misma localidad.

A estos fallecimientos, deben sumársele las dos registradas en Concepción del Uruguay, siendo éstos vecinos de Santa Anita y de Villa Elisa. (Ver detalles)

De esta manera, son 173 los fallecidos con Covid-19 en la provincia.

Concepción del Uruguay: Fallecieron dos pacientes con diagnóstico de Covid-19

Afirman que el coronavirus puede sobrevivir hasta un mes en billetes o celulares

Los científicos comprobaron que a una temperatura de 20ºC, el virus es «sumamente resistente» en superficies lisas como las pantallas de los smartphones y llega a sobrevivir hasta 28 días.

Existen diferentes maneras o recaudos a tener en cuenta para prevenir o, al menos, frenar el contagio del coronavirus. Algunas de ellas son lavarse las manos o utilizar alcohol en gel a diario, mantener el barbijo y la distancia social en todo momento y evitar saludarse con las manos. Pero a pesar de las medidas habituales para controlar el avance de esta enfermedad, el virus logra sobrevivir durante mucho tiempo en superficies que solemos tocar a diario.

Investigadores del centro para la prevención de enfermedades Csiro comprobaron la longevidad del Sars-CoV-2 en la oscuridad en tres tipos de temperaturas y demostraron que los índices de supervivencia disminuyen cuando las temperaturas son más altas. En ese contexto, señalaron que el COVID-19 puede sobrevivir hasta 28 días en superficies lisas como billetes o pantallas de celulares con temperaturas bajas y en la oscuridad.

Los científicos comprobaron que a una temperatura de 20ºC, el virus es «sumamente resistente» en superficies lisas como las pantallas de los smartphones y llega a sobrevivir casi un mes, hasta 28 días, en vidrios, acero o billetes plastificados. Sin embargo, si estas superficies alcanzan una temperatura de  30º o 40°, la supervivencia del coronavirus cae a 7 días y a 24 horas, respectivamente.

El virus sobrevivió «hasta 14 días con temperaturas bajas y menos de 16 horas con las altas» en superficies porosas como el algodón, según los investigadores. Trevor Drew, director del Centro de Prevención de Enfermedades de Australia, dijo que el estudio se realizó con muestras del virus en diferentes materiales antes de someterlos a un método «ultrasensible» que encontró trazas de virus vivo capaz de infectar células cultivadas.

A pesar de esto, el investigador sostuvo que esto «no significa que la cantidad de virus podría infectar a alguien». En ese caso, en diálogo con la televisión pública ABC advirtió que si una persona no es «cuidadosa con estos materiales y los toca y después se lleva las manos a la boca o toca los ojos o la nariz, podría infectarse hasta dos semanas después de que (esos objetos) se contaminaron».

«Para desarrollar estrategias de mitigación de riesgos en zonas de mucho contacto es fundamental determinar el papel preciso de la transmisión por superficies, el grado del contacto de la superficie y la cantidad de virus que se necesita para infectarse y establecer cuánto tiempo (el virus) permanece viable», aseguró.

Por último, Drew destacó que el principal mensaje de la investigación es que «la gente es mucho más infecciosa que las superficies» y aclaró que esta nueva información sirva o ayude a «explicar» las razones por las que, incluso cuando no hay gente infectada, hay nuevos brotes alrededor del mundo, sobre todo en países que se consideran «libres del virus».

La OMS pidió ahora evitar las cuarentenas como método principal para controlar el avance del coronavirus

David Nabarro, encargado de la Organización Mundial de la Salud para el coronavirus en Europa, explicó que los bloqueos sólo hacen «que la gente pobre sea mucho más pobre”.

Un asesor especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los gobiernos a no utilizar la cuarentena como principal estrategia para controlar la propagación del COVID-19 y alertó sobre el aumento de la pobreza como consecuencia de las restricciones.

“En la Organización Mundial de la Salud no abogamos por las cuarentenas como el principal medio de control de este virus”, dijo el doctor David Nabarro, uno de los seis enviados especiales de la OMS para el Covid-19, en una entrevista con el medio británico The Spectator. “El único momento en que creemos que una cuarentena está justificada es para ganar tiempo para reorganizar, reagrupar y reequilibrar sus recursos; proteger a los trabajadores de la salud que están agotados. Pero en general, preferimos no hacerlo”.

El especialista, encargado de la OMS para el coronavirus en Europa, explicó que los bloqueos “solo tienen una consecuencia que nunca hay que menospreciar y es hacer que la gente pobre sea mucho más pobre”.

Según Nabarro, el impacto económico en los países pequeños que dependen del turismo y el aumento de los niveles de pobreza son dos efectos importantes de las cuarentenas y citó como ejemplo los daños sufridos en lugares como el Caribe o el Pacífico debido a la cancelación masiva de los viajes o las pérdidas de los pequeños agricultores en todo el mundo porque sus mercados han sido golpeados.

Por eso, al igual que otras organizaciones internacionales, el experto alertó que la pobreza mundial podría duplicarse para el próximo año.

“Mire lo que está sucediendo con los niveles de pobreza; parece que es muy posible que la pobreza mundial se duplique el próximo año”, dijo Nabarro. “Es muy posible que tengamos al menos una duplicación de la desnutrición infantil porque los niños no reciben comidas en la escuela y sus padres, en familias pobres, no pueden pagarlo. En realidad, esta es una catástrofe global terrible y espantosa”.

El enviado de la OMS pidió a los líderes mundiales que “dejen de usar la cuarentena como su método de control principal” y los instó a desarrollar en su lugar “mejores sistemas”.

“Trabajen juntos y aprendan unos de otros”, instó. “Pero recuerden, las cuarentenas solo tienen una consecuencia que nunca deben menospreciar, y es hacer que la gente pobre sea muchísimo más pobre”.

Las palabras de Nabarro llegan en un momento en que varios países evalúan la imposición de nuevas restricciones ante la segunda ola de contagios y días después que más de dos mil médicos y epidemiólogos de todo el mundo -encabezados por Sunetra GuptaMartin Kulldorff y Jay Bhattacharya-emitieran una declaración en la que pidieron a las autoridades políticas evitar los confinamientos como respuesta ante la COVID-19.

“Los bloqueos simplemente congelan el virus… no conducen a su eliminación”

No es la primera vez que Nabarro advierte sobre los efectos adversos de las cuarentenas. En un artículo publicado hace unos días, el especialista abogó por que los gobiernos de todo el mundo encuentren un equilibrio entre las restricciones y la vida normal, en momentos en que la segunda ola en Europa es acompañada por la imposición de nuevas medidas de confinamiento.

«Demasiadas restricciones dañan los medios de subsistencia de las personas y provocan resentimiento. El ‘virus sin frenos’ provocará muchas muertes y debilitará el COVID prolongado entre la gente más joven”, escribió.

El mensaje del artículo es que las medidas de salud que implican una estricta higiene personal, la localización eficaz de los contactos y el aislamiento en caso de enfermedad son las medidas esenciales a tomar.

“Esto significa servicios de prueba, rastreo, aislamiento y protección en todas partes, con métricas de rendimiento claramente justificadas», escribió. “Es importante que haya suficiente capacidad de prueba para detectar dónde está el virus, detectar picos y gestionar los aumentos repentinos”.

“Los bloqueos simplemente congelan el virus… no conducen a su eliminación”, afirmó.

El propio Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS, describió en agosto los confinamientos como una solución no efectiva a largo plazo para ningún país.

“No necesitamos elegir entre vidas y medios de subsistencia, o entre la salud y la economía. Esa es una falsa elección”, dijo.

Infobae

Este domingo se registraron cinco fallecimientos asociadas a coronavirus en Entre Ríos

Cuatro decesos corresponden a hombres, oriundos de Paraná. Dos de estos pacientes,  de 62 y 48 años respectivamente, estaban internados en el hospital de la Baxada de la capital provincial.

En tanto, otro de los hombres, de 47 años, se encontraba en el hospital San Martín; mientras que el restante, de 80 años, permanecía institucionalizado en una residencia geriátrica privada.

Además, se reportó el fallecimiento de una mujer de 60 años, oriunda de Victoria, que se encontraba internada en el hospital San Martin de Paraná.

De esta manera, son 164 los fallecidos con Covid-19 en la provincia.

La ocupación de camas de terapia intensiva en la provincia se mantiene estable

La secretaria de Salud, Carina Reh, indicó que Entre Ríos se mantiene estable respecto a la ocupación de camas de terapia. Actualmente, Paraná tiene una demanda del 80 por ciento, en tanto que en la provincia promedia el 60 por ciento.

La secretaria de Salud, Carina Reh, brindó precisiones acerca de la situación actual en Entre Ríos en relación al Coronavirus. Debido a la creciente demanda, en las semanas anteriores, de camas de terapia intensiva, principalmente en los efectores de Paraná, Reh sostuvo que la ocupación hoy asciende al 80 por ciento; mientras que en la provincia promedia aproximadamente el 60 por ciento (de este porcentaje un 35 corresponde a pacientes respiratorios infectados por Covid-19, y el resto son pacientes que acusan otras patologías).

Esto significa que la provincia se mantiene estable ya que la dinámica ha originado diferentes tasas de ocupación en otras localidades. No obstante, Reh indicó que la atención no sólo debe centrarse en este aspecto debido a que la estrategia sanitaria comprende diferentes ejes y numerosas actividades para afrontar la pandemia.

En principio, a partir del plan operativo se ha trabajado en diferentes aristas de la pandemia. “Esto incluye desde la detección oportuna de los casos sospechosos, de los contactos estrechos, las tomas de muestra, las pruebas de laboratorio, hasta el seguimiento clínico de cada uno de los pacientes positivos de Covid-19, quienes además se encuentran en aislamiento en diferentes condiciones -en internación, en aislamiento domiciliario, en unidades de cuidados mínimos y por otro lado la internación de aquellos pacientes que requieren cuidados específicos”, referenció Reh.

En este sentido, destacó la importancia de contar con una red adecuada de unidades críticas para poder atender toda la demanda asistencial. Y agregó: “Estamos viendo que los pacientes de riesgo y adultos mayores se complican más rápidamente y demandan internación de cuidados críticos. Esto se debe a que en primer término, la circulación de las personas de las diferentes localidades no ha disminuido lo suficiente, por lo que es necesario poner en alerta a todo el sistema de salud y a la comunidad en general”.

Acerca de las recomendaciones de los documentos Coes 23 y 52

Por otro lado, Reh también enfatizó en las recomendaciones de los documentos del Comité de Organización de Emergencia de Salud (Coes) 23 y 52 en virtud de las consultas que han llegado acerca de las prácticas quirúrgicas y la fundamentación de los diferentes organismos de la seguridad social y de la obra social provincial, en cuanto a la autorización o no de algunas intervenciones. “Está vigente la resolución 3753 del 5 de octubre, que hace referencia a los alcances de estos documentos enmarcados en las buenas prácticas médicas y cada organismo representante de la seguridad social y de las obras sociales tiene que tener en cuenta cuáles son las condiciones previas del paciente”.

Cabe señalar que dicha resolución fue remitida a cada una de las entidades para poner en vigencia y conocimiento los alcances de la misma. Sobre esta normativa, Reh manifestó que los profesionales tratantes y las entidades nosocomiales deben garantizar la posibilidad de llevar adelante las diferentes prácticas quirúrgicas en el marco de la salud integral de cada uno de los pacientes que requieran de estos procedimientos.

Por último, reiteró el mensaje para toda la comunidad en general sobre la importancia de recurrir siempre a la información oficial provista por el Ministerio de Salud de la provincia, a través de la Dirección General de Epidemiología y de las distintas autoridades de la cartera.