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Se reportaron 11 fallecimientos asociados a coronavirus en Entre Ríos

El Ministerio de Salud, reportó que se registraron, once muertes asociadas a Coronavirus y son 378 los pacientes fallecidos con Covid-19 en la provincia. Esta mañana, se habían reportado 178 nuevos casos positivos.

El área de Vigilancia Epidemiológica, confirmó que este martes en Entre Ríos, se registraron 178 nuevos casos de coronavirus en trece departamentos y de ese modo, en la provincia son 20.701 los casos confirmados en la provincia.

Por otra parte, el Ministerio de Salud de Entre Ríos, reportó que se registraron, once muertes asociadas a Coronavirus en la provincia. Se trata de cinco hombres y seis mujeres.

Cinco corresponden a hombres que se encontraban internados en el hospital San Martín de la capital provincial. Dos de ellos, de 54 y 55 años, eran paranaenses; en tanto que en los casos restantes corresponden a un diamantino de 72 años, un hombre de 74 años oriundo de Gualeguay, y un paciente de 79 años procedente de Seguí.

Por su parte, se registraron seis muertes correspondientes a mujeres. Se informaron los decesos de una paciente de 70 años que se encontraba internada en un prestador privado de General Galarza; de una Villaguayense de 79 años, que permanecía en el hospital Santa Rosa de la localidad; y de una paranaense de 80 años, internada en el hospital De la Baxada Dra. Teresa Ratto de la capital provincial.

Asimismo, se notificaron los fallecimientos de una paciente de 73 años, oriunda de General Ramírez, que se encontraba en el hospital Nuestra Señora de Luján; de una concordiense de 39 años, internada en el hospital Delicia Concepción Masvernat; y una mujer de 93 años, oriunda de Gualeguaychú, que permanecía en un prestador privado de la misma localidad.

Desde el área de Vigilancia Epidemiológica se indicó que los decesos reportados en la fecha se produjeron entre el 3 y el 14 de noviembre.

De esta manera, en la provincia son 378 los fallecidos con Covid-19.

Uno de cada cinco pacientes de COVID-19 manifiesta problemas de salud mental en los tres meses siguientes al contagio

Trastornos de ansiedad, insomnio y demencia son los más habituales, según un estudio de la Universidad de Oxford. También se observó una “bidireccionalidad”: los padecimientos mentales aumentan en un 65% las probabilidades de contagiarse SARS-CoV-2.

A casi un año de su posible origen en Wuhan, China, el coronavirus ha causado una miríada de problemas en el mundo: más de 1,3 millones de muertes y casi 55 millones de casos, saturación de los sistemas de salud, crisis económica, desempleo, interrupción de las clases en las escuelas y postergaciones en el cuidado de otras enfermedades graves, entre ellos. De ellos se han derivado otros, de orden psicológico, ante el imperativo de lidiar con un entorno súbitamente transformado: angustia y depresión entre los más salientes. Ahora, además, se comprobó que el vínculo entre el COVID-19 y los problemas de salud mental va más allá de lo general y es intrínseco: un estudio de la Universidad de Oxford halló que las personas que sufrieron la infección mostraron un riesgo mayor de desarrollarlos, al punto que el 18% de ellos presentó algún síntoma en los 90 días posteriores.

Publicado en Lancet Psychiatry, el trabajo de Paul Harrison (profesor del Hospital Warneford y el departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford) analizó las historias clínicas de 70 millones de pacientes en los Estados Unidos, entre los cuales 62.354 habían sido diagnosticados con COVID-19 desde el 20 de enero al 1 de abril, sin necesidad de hospitalización. Harrison y sus colegas compararon la evolución de estas personas con la de otras que sufrieron otras seis enfermedades diferentes: gripe, otros problemas en el tracto respiratorio, cálculos renales, cálculos biliares, infecciones cutáneas y fracturas. “Encontraron que la probabilidad de que un paciente de COVID-19 fuera diagnosticado con un problema nuevo de salud mental fue dos veces mayor”, analizó el MIT Technology Report.

Esa gran cantidad de pacientes —casi la quinta parte de los 62.354— que recibió por primera vez un diagnóstico de salud mental se concentró entre los 14 y los 90 días posteriores al contagio del SARS-CoV-2. En su mayoría sufrieron trastornos de ansiedad, insomnio y demencia.

En el caso de las personas que ya antes de sufrir COVID-19 habían manifestado algún problema como déficit de atención con hiperactividad, trastorno bipolar, depresión o esquizofrenia, se observó otro fenómeno, diferente pero complementario en el cuadro de las posibles consecuencias mentales de esta enfermedad hasta ahora desconocida: tenían un 65% más de probabilidades de ser diagnosticadas con el coronavirus.

El estudio en Lancet Psychiatry describió: “A partir de una amplia red de historias clínicas electrónicas del nivel federal de los Estados Unidos, hallamos que los sobrevivientes de COVID-19 tienen una tasa significativamente más alta de trastornos psiquiátricos, demencia e insomnio. También hallamos que una enfermedad psiquiátrica previa se asocia de manera independiente con un riesgo más alto de recibir un diagnóstico de COVID-19”.

Esta “bidireccionalidad” del SARS-CoV-2 y los padecimientos mentales, como la llamaron los investigadores, implica entonces, que hace falta contar con “servicios listos para brindar atención”, dijo Harrison al sitio de la universidad, por un lado; por el otro, que “tener un trastorno psiquiátrico se debería agregar a la lista de factores de riesgo de COVID-19”, según añadió una coautora de la investigación, Maxine Taquet, investigadora de Oxford.

Existe una bidireccionalidad entre el coronavirus y los problemas de salud mental: los infectado tienen una tasa más alta de trastornos de ansiedad, demencia e insomnio y las personas con una historia de problemas psiquiátricos tienen un riesgo más alto de recibir un diagnóstico de COVID-19. (Shutterstock)

Un elemento que Harrison y su equipo subrayaron con preocupación es que ese 18% de incidencia de padecimientos de salud mental en las semanas posteriores a una infección del nuevo coronavirus es “una cifra estimada mínima”. Es decir que podría, en realidad, haber muchos más casos. “Primero, habrá pacientes que no han manifestado [síntomas] o recibido un diagnóstico”, advirtieron. Y en segundo lugar, “los pacientes podrían buscar atención médica en organizaciones que no se incluyen en la red [federal estadounidense estudiada]”. Otras razones, estadísticas, sostienen esas dos consideraciones.

Hace meses que se teme que la crisis mundial del coronavirus podría causar un aluvión de problemas como angustia y depresión. “Sabemos por pandemias anteriores que las dificultades de salud mental suelen presentarse en los supervivientes, y este estudio muestra el mismo patrón después del COVID-19, por lo que no es inesperado”, dijo Til Wykes, vicedecano del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia de King’s College, Londres, a la publicación del MIT.

Al interpretar el estudio, en el que no participó, Wykes encontró la confirmación de esas posibilidades: “Esta es claramente la punta del iceberg. Necesitamos desarrollar tantas formas de asistencia a la salud mental, diferentes y accesibles, como sean posibles”.

Los datos de la investigación mostraron “mayores diagnósticos en todas las categorías de los trastornos graves de ansiedad —siguió el artículo en la división de psiquiatría de The Lancet—, y por ahora no está claro si la ansiedad post-COVID-19 tendrá un perfil particular, similar a lo que sucede con el trastorno por estrés postraumático». También las tasas de insomnio resultaron “marcadamente elevadas, en concordancia con las predicciones sobre perturbaciones de los ritmos circadianos después de una infección de COVID-19″. En cambio, no se observaron señales de aumento en los trastornos psicóticos.

Para Harrison y su equipo resultó “preocupante” el incremento “entre dos y tres veces del riesgo de demencia luego de una infección de COVID-19”. Parte de ese aumento podría reflejar en realidad “casos de delirio mal diagnosticados, o deficiencias cognitivas transitorias debidas a eventos cerebrales reversibles». Es difícil, ya que al haber excluido los primeros 14 días posteriores al contagio —el estudio abarcó desde la tercera semana hasta un total de tres meses— se redujo esa posibilidad, observaron los investigadores. Ademas, “la incidencia de la demencia no fue mayor entre los pacientes hospitalizados (que son más propensos a tener delirios) que entre los pacientes ambulatorios, lo cual sugiere que el diagnóstico erróneo de delirio no explica este hallazgo”.

Por último, al equipo de Oxford le sorprendió que “los antecedentes psiquiátricos fueran un factor de riesgo de COVID-19 en sí mismos”. Pero los datos son robustos al respecto: una relación del 65%, en los dos sexos y en todas las edades. El resultado se mantuvo estable aun al hacer ajustes por cuestiones socioeconómicas, como vivienda o ingresos. Si bien esto contradice un estudio coreano en el que se descartó la asociación entre el diagnóstico psiquiátrico y el diagnóstico de COVID-19, recordaron, estimaron que entre las explicaciones posibles se cuentan los factores de conducta (por ejemplo, menos respeto por las recomendaciones de distancia social), estilos de vida (por caso, tabaquismo) y también el estado pro-inflamatorio que causan algunas medicaciones psicotrópicas que son parte del tratamiento de algunas de estas personas.

Una donación de tejidos en Entre Ríos posibilitó dos trasplantes de córneas

En lo que va del año 29 familias entrerrianas se sumaron a donar órganos y tejidos para trasplante. El trabajo del Banco de Tejidos Oculares de la provincia, creado en agosto de 2019, permite que en Entre Ríos sean sólo tres personas las que esperan esta posibilidad.

El viernes pasado en el hospital San Martín de Paraná se realizó una nueva donación de tejidos para trasplante, los cuales fueron inmediatamente derivados al Banco de Tejidos Oculares del Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Entre Ríos (Cucaier) para su evaluación, procesamiento y posterior asignación a dos pacientes que accederán a sendos trasplantes de córneas.

Se trata de la décimo quinta donación de tejidos de este año en la provincia, que se suma a otras 14 donaciones multiorgánicas. De esta manera, 29 familias entrerrianas se sumaron a ser solidarias en el crítico momento que representa la muerte de un ser querido y la única oportunidad de mejorar la calidad de vida de las personas beneficiadas con trasplantes y su entorno familiar y social.

Las córneas donadas en Entre Ríos son procesadas por el Banco de Tejidos Oculares (BTO) del Cucaier, inaugurado en agosto de 2019 luego de la aprobación del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implantes (Incucai) y dotado de la mejor tecnología en el país.

El BTO tiene su sede en el hospital San Martín de Paraná, bajo la órbita del Cucaier, dependiente del Ministerio de Salud de Entre Ríos. Su tarea es recepcionar los tejidos oculares (córneas y escleras) provenientes de la donación y proceder a su evaluación y acondicionamiento para su posterior implante, de acuerdo a la asignación determinada por el Incucai para pacientes en lista de espera.

Mientras que en Argentina hay más de 2.000 personas que esperan un trasplante de córneas, Entre Ríos cuenta hoy con sólo tres pacientes esperando por esa posibilidad. Esto es posible gracias a la gran cantidad de donaciones que se registran en la provincia y al criterio de regionalidad para la asignación de los tejidos donados, que privilegia a los pacientes de la provincia/región donante cuando no existen casos de emergencia nacional.

Joven entrerriano falleció luego de haber padecido Covid-19

Fuentes sanitarias confirmaron que el deceso se produjo en horas de la madrugada de este lunes, en Concordia. A nivel local, se trataría de la persona más joven que fallece tras padecer la enfermedad.

El paciente había contraído la enfermedad y si bien había experimentado una mejoría que hasta incluía un análisis de PCR negativo, lo cierto es que luego de eso contrajo una neumonía bilateral, lo que junto a un cuadro de miocardiopatia dilatada -previo al COVID- agravó por completo su cuadro general, hasta que lamentablemente murió.

Con las demoras habituales que acarrean los datos a nivel provincial, es probable que el fallecimiento no se compute oficialmente hasta quizás mañana, pero lo concreto es que el deceso se produjo en el transcurso de este lunes. Las fuentes consultadas tampoco supieron confirmar si pasaría a engrosar los datos oficiales de víctimas que fallecen con COVID, ya que técnicamente el último análisis habría diagnosticado que ya no cursaba la enfermedad, publica Diario Río Uruguay.

Este lunes confirman 35 nuevos casos en el dpto. Uruguay: 23 pertenecen a Concepción del Uruguay

Confirmaron tres fallecimientos asociados a Covid-19 en la provincia

El Ministerio de Salud, informó que se registraron, tres muertes asociadas a Coronavirus y son 367 los pacientes fallecidos con Covid-19 en la provincia. Este lunes, se habían reportado 105 nuevos casos positivos.

El área de Vigilancia Epidemiológica, confirmó que este miércoles en Entre Ríos, se registró 105 nuevos casos de coronavirus en diez departamentos y de ese modo, en la provincia son 20.523 los casos confirmados en la provincia.

Por otra parte, el Ministerio de Salud de Entre Ríos, reportó que se registraron, tres muertes asociadas a Coronavirus en Entre Ríos.

Se trata de tres hombres. El primero de ellos de 79 años, oriundo de Gualeguay, se encontraba internado en el hospital San Antonio de la ciudad. El segundo, de 43 años, era de Nogoyá y estaba hospitalizado en el San Blas de la localidad; mientras que el tercero de 67 años, procedente de Concepción del Uruguay, se hallaba institucionalizado en un efector privado de la ciudad.

De esta manera, en la provincia son 367 los fallecidos con Covid-19

El laboratorio Moderna informó que su vacuna contra el COVID-19 tiene una eficacia del 94,5 por ciento

La fórmula de la farmacéutica estadounidense también requiere ser congelada, igual que la de Pfizer, pero se conserva hasta 30 días bajo refrigeración común. El reporte fue publicado tras detectarse 95 infecciones entre los voluntarios participantes de los ensayos, de los cuales la gran mayoría pertenece al grupo que recibió un placebo.

El laboratorio estadounidense Moderna informó este lunes que su fórmula de vacuna contra el COVID-19 ha mostrado una eficacia de 94,5% en los resultados preliminares de la fase 3 de estudios, un nuevo rayo de esperanza en la lucha contra la pandemia.

El reporte fue publicado tras detectarse 95 infecciones entre los voluntarios participantes de los ensayos, de los cuales la gran mayoría pertenece al grupo que recibió un placebo: solo cinco de los contagiados había recibido la fórmula real.

Hace una semana, su competidor Pfizer anunció que su propia vacuna COVID-19 tenía una eficacia de más de 90%, noticia que pone a ambas compañías en camino de pedir permiso en semanas para su uso de emergencia en los EEUU. Las autoridades sanitarias habían adelantado que un umbral superior al 50% ya sería una noticia alentadora.

Moderna detalló que una vez descongeladas, sus dosis pueden durar más tiempo en un refrigerador de lo que se pensaba inicialmente, hasta 30 días, lo que facilitaría notablemente la logística de distribución.

El Dr. Stephen Hoge, presidente de Moderna, acogió con beneplácito el “hito realmente importante”, pero dijo que lo más tranquilizador era tener resultados similares de dos compañías diferentes. “Eso debería darnos a todos la esperanza de que realmente una vacuna va a ser capaz de detener esta pandemia y con suerte nos devolverá a nuestras vidas”, dijo Hoge a AP. “No será sólo Moderna la que resuelva este problema. Va a requerir muchas vacunas” para satisfacer la demanda mundial, añadió.

La vacuna de Moderna, creada con los Institutos Nacionales de Salud, está siendo estudiada en 30.000 voluntarios. Entre los 11 casos graves de las 95 infecciones, todos pertenecían al grupo de placebo. Además, no se detectaron problemas de seguridad significativos.

Los principales efectos secundarios fueron fatiga, dolores musculares y dolor en el lugar de la inyección después de la segunda dosis de la vacuna, a un ritmo que Hoge caracterizó como más común que con las vacunas contra la gripe, pero a la par de otros como la vacuna contra el herpes.

La vacuna de la compañía de Cambridge, Massachusetts, está entre los 11 candidatos en las últimas etapas de pruebas alrededor del mundo, cuatro de ellos en enormes estudios en los EEUU. Tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer-BioNTech son las llamadas vacunas de ARNm, una nueva tecnología. No están hechas con el coronavirus en sí, lo que significa que no hay posibilidad de que alguien pueda contagiarse con las inyecciones. En su lugar, la vacuna contiene un trozo de código genético que entrena al sistema inmunológico para reconocer la proteína punzante en la superficie del virus.

Los casos del virus en Estados Unidos alcanzaron los 11 millones en los últimos días, un millón de ellos registrados apenas en la última semana. La pandemia ha matado a más de 1,3 millones de personas en todo el mundo, más de 245.000 de ellas en EEUU.

Aun si la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) permite el uso de emergencia de los medicamentos de Moderna o Pfizer, habrá suministros limitados hasta final de año. Las dos vacunas requieren dos dosis separadas por varias semanas.

Estos resultados no han sido, sin embargo, evaluados todavía por científicos independientes. Más de 30.000 participantes integran el ensayo clínico a gran escala de Moderna, que comenzó en julio. Para fines de octubre, todos los voluntarios ya habían recibido la primera dosis y menos de 5 mil personas restaban recibir la segunda.

Entre los 95 infectados, hay 15 adultos mayores y 20 ciudadanos identificados como minorías étnicas: 12 latinos, cuatro afroamericanos, tres de origen asiático y uno multirracial.

Infobae con información de AP

Este domingo se registraron en Entre Ríos siete muertes asociadas a coronavirus

Se registraron en la provincia siete muertes asociadas a coronavirus

Cuatro fallecimientos corresponden a hombres. Dos de ellos eran concordienses, de 77 y 79 años, que se encontraban internados en el hospital Masvernat. Asimismo, se registró la muerte de un paciente paranaense, de 58 años, institucionalizado en el hospital San Martín de la capital provincial; en tanto que el deceso restante corresponde a un paciente de 72 años, oriundo de Nogoyá, que permanecía en un prestador privado de Paraná.

Por su parte, se registraron los decesos de tres mujeres: Una paciente de 73 años, oriunda de San José de Feliciano, que se encontraba en el hospital Francisco Ramírez de aquella localidad; una paranaense, de 84 años, que se hallaba en el hospital San Martín de la ciudad capital; y una paciente de 67 años, procedente de Bovril, internada en el hospital De la Baxada Dra. Teresa Ratto de Paraná.

De esta manera, en la provincia son 364 los fallecidos con Covid-19.

Orgullo entrerriano: Egresado de UNER dirigió inédita intervención en trasplante

Ricardo Ruggeri, bioingeniero graduado de la Facultad de Ingeniería de la UNER, dirigió el equipo que aplicó el procedimiento de Irradiation con Intensidad Modulada durante un trasplante de médula ósea que se realizó en Neuquén.

Se realizó en Neuquén un trasplante de médula ósea en el que intervinieron un hospital público y dos clínicas privadas, cada institución con sus respectivos equipos de profesionales. Ricardo Ruggeri, bioingeniero graduado de la Facultad de Ingeniería de la UNER dirigió el equipo que aplicó el procedimiento de Irradiation con Intensidad Modulada.

Lo novedoso de la operación era la implementación por primera vez en la Argentina y en América Latina del procedimiento Total Body Irradiation con Intensidad Modulada (IM TBI), una nueva técnica que mejora el proceso de eliminación del sistema inmunológico -afectado por el cáncer- del paciente para garantizar su aceptación de la médula ósea del donante.

Ricardo Ruggeri, bioingeniero egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNER, condujo la aplicación del nuevo procedimiento, como director del Servicio de Física Médica del Centro Oncológico Integral (COI) de la capital neuquina. Unos meses atrás, justo antes de la emergencia sanitaria nacional decretada ante la pandemia del coronavirus, había viajado a Alemania para estudiar la técnica y perfeccionar su aplicación en la Argentina.

 

¿En qué consiste la IM TBI?

Previo al trasplante de médula ósea, el paciente tiene que prepararse con diferentes medicaciones y quimioterapia, etapa en la que intervienen desde médicos clínicos hasta oncólogos. Otro equipo se ocupa de la extracción de la médula ósea del donante, para lo cual se realizan antes estudios de laboratorio. Por otra parte, hay que preparar al paciente, en el paso llamado ‘acondicionamiento’. «Es donde entramos nosotros», indica Ruggeri, y resume que «consiste en destruirle el sistema inmunológico, que está fallado, normalmente con leucemias o linfomas». Se trata de pacientes en los que el cáncer se desarrolla precisamente en el sistema inmunológico.

Al paciente se lo prepara para recibir la médula ósea del donante y para evitar que se produzca el efecto ‘injerto versus huésped’, es decir que la rechace como cuerpo extraño.

Respecto del nuevo procedimiento implementado, Ruggeri explica que la técnica clásica (Total Body Irradiation) «consiste en irradiar el cuerpo totalmente con un acelerador lineal de electrones, con rayos X de alta energía. Hay que tener mucho cuidado con los órganos sanos. En la clásica se protegían los pulmones, pero era muy difícil proteger otros». En cambio, la técnica aplicada en Neuquén «se basa en lo mismo pero es modulada: puede proteger más órganos y mejor: los pulmones, con lo que hay menos toxicidad, y también cristalino, riñones y otros».

También cuenta con la ventaja de que «la forma de la radiación tiene más forma del cuerpo. En la otra (TBI) hay zonas donde se irradia más y otras menos, es decir zonas sobredosificadas y subdosificadas. Con nuestra técnica se puede ver exactamente toda la dosis de manera uniforme».

Se necesitan seis sesiones durante tres días, una a la mañana y otra a la tarde. La radiación demora diez minutos, pero Ruggeri aclara que en total la sesión lleva una hora.

«Nuestro caso fue interesante porque es el primero de la Patagonia y porque trabajamos juntos el hospital público Castro Rendón; la clínica Conciencia, que está aprobada por el Incucai; y el Centro Oncológico Integral (COI) de la clínica Leben Salud para el acondicionamiento. Intervinieron tres instituciones y un montón de profesionales, fue un trabajo muy en equipo y de articulación muy meticuloso», reseñó el bioingeniero oriundo de Santa Fe.

Además, destaca que «no duele absolutamente nada. El paciente está acostado en una camilla y el acelerador lineal gira alrededor». Incluso mencionó que en el paciente neuquino el efecto fue casi inmediato. «Vino muy mal, con mucho dolor y en muy malas condiciones. Y después de la primera aplicación tuvo una mejoría».

 

De Alemania a la Patagonia

Ruggeri viajó a perfeccionar la técnica en Munich, Alemania, donde fue inventada. «Nos formamos, nos asesoraron y la trajimos. Fue en el contexto de pandemia y volvimos un día antes de que se cierren los aeropuertos», recordó. Luego la implementación en Neuquén llevó entre tres y seis meses.

«Nuestro trabajo principal fue implementar una técnica de vanguardia que no existe en Argentina ni Latinoamérica. Hicimos controles de calidad del equipo, del paciente específico. Luego planificamos el tratamiento. Irradiamos sobre un phantoma haciendo los controles de calidad como si fuera el paciente. Tuvimos unos resultados excelentes, con una altísima precisión.

Una de las diferencias más importantes es que la TBI clásica se hace sin tomografías ni imágenes, con cálculos manuales o 2D. «Son técnicas muy eficaces pero con limitaciones. En la TBI IM hacemos una tomografía de cuerpo completo, metemos la información en un planificador de tratamiento donde podemos medir la dosis exacta que recibe cada parte del cuerpo. Eso fue lo difícil porque tuvimos que viajar para adquirir esa información», mencionó el graduado de la FIUNER.

 

La especialización en Física Médica

Ruggeri egresó en 2008 como bioingeniero en la FIUNER. Luego realizó la Maestría en Física Médica del Instituto Balseiro y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN) de Mendoza. A partir de su experiencia personal, destaca la importancia de la especialización en Física Médica.

«Es una muy buena oportunidad para los bioingenieros. Es apasionante. Y no cualquier profesión puede hacerla: solamente ingenieros nucleares, bioingenieros, licenciados en Física e ingenieros electrónicos. Es un área muy linda de la Bioingeniería», ponderó.

A su vez, precisó que en la clínica en la que trabaja, Leben Salud, cuenta con una residencia en Física Médica, con acreditación de la Universidad de Comahue y de la autoridad regulatoria nuclear nacional.

Elonce

Concepción del Uruguay: Realizaron una neurocirugía endoscópica a una mujer de 42 años en el hospital Urquiza

Una neurocirugía endoscópica fue lo realizado a una mujer de 42 años que padecía hidrocefalia obstructiva.

En el Hospital Justo José de Urquiza se llevó a cabo una neurocirugía endoscópica, la primera efectuada en un centro asistencial público entrerriano de la costa del Uruguay.

La novedosa intervención, denominada como tercer ventriculostomía endoscópica- se efectuó en una paciente de 42 años que padecía una hidrocefalia obstructiva, producto de una complicación derivada de una hemorragia intracerebral con aneurisma.

El doctor Gabriel González, uno de los neurocirujanos intervinientes, explicó a colegas de La Calle que el procedimiento –que incluye una pequeña cámara- posibilitó desobstruir aquello que tenía obstruido.

Al evolucionar muy bien las primeras 24 horas en la terapia intensiva, se decidió que la mujerpasara a sala común. Resta ahora esperar la evolución a largo plazo.

El profesional destacó que, pese a la pandemia por el covid-19, se logró llevar adelante esta cirugía al incorporar una nueva tecnología y con todos los recursos –sobre todo humanos- disponibles en el nosocomio de Concepción del Uruguay.

En este sentido, se puso de relieve la labor del equipo de Administración que se encargó de conseguir el instrumental que requería una intervención de tal magnitud. (La calle)

Afirman que el 30 % de fallecidos por Covid-19 menores de 60 años tenía diabetes

«Tanto en la bibliografía internacional como en estadísticas nacionales se vio que alrededor de un 30 % de fallecidos menores de 60 años tiene diabetes», dijo el director del Comité Científico de la Federación Argentina de Diabetes.

Uno de cada tres personas menores de 60 años que fallecieron por coronavirus tenía diabetes, en tanto que quienes no tienen la enfermedad controlada presentan peores pronósticos frente al coronavirus, aseguró a Télam Gabriel Lijteroff, director del Comité Científico de la Federación Argentina de Diabetes (FAD).

«Del 20 al 50 por ciento de las internaciones por coronavirus tienen diabetes; y tanto en la bibliografía internacional como en las estadísticas nacionales se vio que alrededor de un 30 por ciento de los fallecidos menores de 60 años tiene diabetes», señaló Lijteroff.

Y, añadió que «también estamos viendo en la práctica cotidiana muchas personas que debutan con diabetes a partir de que tienen Covid-19, lo cual está haciendo sospechar en una relación de acción directa del virus sobre el páncreas».

El especialista explicó, además, que «un mejor control metabólico de las personas con diabetes hace que una vez que se infectan disminuye la chance de que lleguen a enfermarse, y cuando se enferman es mejor el pronóstico que si la infección llega con un mal control».

«Por otro lado, ha habido informes de deterioro severo del control glucémico en pacientes con diabetes tipo 2 con Covid-19 que requieren dosis excepcionalmente altas de insulina, según un informe publicado por la revista especializada Diabetes&Metabolism el 27 de octubre del 2020″, describió.

Lijteroff indicó que «estamos aprendiendo día a día porque la Covid-19 es una enfermedad muy nueva pero hasta el momento lo que entendemos es que hay una relación entre el coronavirus y el metabolismo de las grasas, pero no sabemos si a futuro, por ejemplo, las personas que debutaron con diabetes en el contexto de tener Covid van a seguir con diabetes o se va a revertir».

Fuera de este escenario, el especialista que además es jefe de diabetología del hospital Santamarina, describió que «existe un componente genético sobre el cual actúa el medio ambiente, y una vez que se realiza el diagnóstico de diabetes, si bien se puede controlar, la enfermedad no se cura».

La relación entre diabetes y coronavirus tiene abundantes publicaciones en revistas científicas; ya en julio un artículo en The Lancet Diabetes and Endocrinology analizaba diferentes estudios observacionales realizados en China, Italia y Estados Unidos, en los que se concluía una relación entre la diabetes y un aumento de la mortalidad o de peores cuadros de la enfermedad.

Por ejemplo, un estudio retrospectivo de la Universidad Central South de China, del mes de mayo, con 258 pacientes que fallecieron por Covid-19 determinó que el 24% tenía diabetes; mientras que de un metaanálisis (análisis de varios estudios) realizado por la Universidad de Padova, Italia, en marzo con 355 pacientes que fallecieron, el 35,5 por ciento tenía diabetes.

Sólo por mencionar otro de las publicaciones relevantes de la temática, en agosto se publicó en la misma revista un estudio realizado por el Reino Unido entre 1 de marzo al 11 de mayo de 2020: «Durante este período se produjeron 23.698 muertes relacionadas con Covid-19 en el hospital. Un tercio ocurrió en personas con diabetes: 7434 (31,4%) en personas con diabetes tipo 2; 364 (1,5%) en aquellas con diabetes tipo 1 y 69 (0,3%) en personas con otros tipos de diabetes», indicaron los autores.

Al hacer una explicación simplificada de la enfermedad, Lijteroff describió que «todos somos insulino dependientes; en muchas personas esa insulina la genera el propio páncreas, en otras el órgano genera menos de lo necesario, entonces se estabiliza con medicación, y algunas personas no generan nada y requieren de aplicarse insulina».

Y continuó: «Se calcula que cerca de 4 millones y medio de argentinos tienen diabetes y que la mitad no lo sabe. Del total, casi el 90% tiene diabetes tipo 2, una variante en general de la adultez, pero que está viéndose cada vez con más frecuencia en niños y adolescentes, asociada al sobrepeso y al estilo de vida sedentario».

Por su parte, Marcela de la Plaza, médica especialista en Nutrición y Diabetes y Vicepresidente de la FAD, señaló que «9 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad, por eso es tan necesario tratar en simultáneo la diabetes y el exceso de peso. Para llevar adelante -y sostener en el tiempo- una alimentación saludable, es pertinente incorporar los cambios gradualmente».

Con el objetivo de acercar esta información a los pacientes y al público en general, la FAD llevará adelante en forma virtual el 33° Congreso Nacional de Diabetes para Pacientes y Familiares, que tradicionalmente se organiza en las afueras de Córdoba, en Villa Giardino, pero que en esta oportunidad se realizará en forma remota.

La actividad, que se realizará este fin de semana, incluye charlas sobre ‘lo que hoy sabemos de la diabetes y sus cuidados’, ‘nuevas tecnologías en diabetes’, ‘aspectos legales’, ‘la actividad física en prevención y tratamiento de diabetes’ y ‘los secretos de una buena alimentación en diabetes’, entre muchas otras.

Télam

Coronavirus: confirmaron 264 muertes y Argentina superó las 35.000 víctimas fatales

En las últimas 24 horas hubo 11.859 nuevos contagios y el total de infectados asciende a 1.296.378.

El Ministerio de Salud de la Nación informó este viernes que, durante las últimas 24 horas, se registraron 264 muertes y 11.859 nuevos casos positivos por coronavirus. Con estos datos, el total de infectados en todo el país asciende a 1.296.378 y las víctimas fatales suman 35.045.

Del total de fallecidos, 169 hombres (53 residentes en la provincia de Buenos Aires, 13 en la ciudad de Buenos Aires, uno en Catamarca, nueve en Chubut, 15 en Córdoba, tres en Corrientes, dos en Entre Ríos, uno en Jujuy, uno en La Pampa, seis en Mendoza, 24 en Neuquén, cinco en Río Negro, uno en Salta, 10 en San Juan, cuatro en San Luis, seis en Santa Fe, tres en Santiago del Estero, cinco en Tierra del Fuego y siete en Tucumán) y 95 mujeres (34 residentes en la provincia de Buenos Aires, tres en la ciudad de Buenos Aires, dos en Catamarca, dos en Chaco, ocho en Chubut, 14 en Córdoba, tres en Entre Ríos, dos en Mendoza, ocho en Neuquén, tres en Río Negro, dos en Salta, tres en San Juan, tres en San Luis, una en Santa Cruz, dos en Santa Fe, una en Tierra del Fuego y cuatro en Tucumán).

“En las últimas 24 horas fueron realizados 31.738 testeos y desde el inicio del brote se realizaron 3.409.487 pruebas diagnósticas para esta enfermedad, lo que equivale a 75.137 muestras por millón de habitantes”, informó el Ministerio de Salud.

Actualmente son 4.381 las personas que cursan la enfermedad en Unidades de Terapia Intensiva (UTI). El porcentaje de ocupación de camas, más allá de la dolencia que tenga el paciente, es de 58,3% en Nación y 60,7% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

De los 11.859 casos, 2.761 son de la provincia de Buenos Aires, 397 de la ciudad de Buenos Aires, 59 de Catamarca, 258 de Chaco, 367 de Chubut, 1.631 de Córdoba, 64 de Corrientes, 297 de Entre Ríos, 1 de Formosa, 30 de Jujuy, 82 de La Pampa, 69 de La Rioja, 425 de Mendoza, 9 de Misiones, 255 de Neuquén, 335 de Río Negro, 157 de Salta, 98 de San Juan, 465 de San Luis, 265 de Santa Cruz, 1.683 de Santa Fe, 504 de Santiago del Estero, 171 de Tierra del Fuego y 1.476 de Tucumán.

Al encabezar el reporte matutino, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, aseguró que «al analizar los casos reportados por inicio del síntoma y por semana, podemos ver que a partir de la semana 36 ó 37 se detiene el aumento de casos semanales, se desacelera y el gráfico muestra como la aparición de casos comenzó a ser dispersa en las jurisdicciones, y recién en la semana 43 se refleja el descenso”.

El Ministerio de Salud informó hoy que el promedio diario de casos de coronavirus bajó a 9.600 en el país y la tensión del sistema sanitario continúa “en descenso” en casi todas las jurisdicciones, salvo en Catamarca, San Luis y La Pampa donde se trabaja para contener la propagación del virus.

“Analizamos también un indicador que es la razón de las dos semanas anteriores con relación a las previas y cuando cuantificamos el total país el 21 de octubre con la Argentina del 5 de noviembre, hay un número importante de provincias con un índice de contagiosidad por debajo de 0.8, lo que refleja el descenso”, explicó Vizzotti.

La funcionaria nacional agregó: «Tuvimos un aumento de casos que se vio en la mayoría de las provincias a partir de julio y agosto, y luego empezaron a disminuir hasta llegar a noviembre”.

El subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa, sostuvo la tasa de mortalidad es de 753 personas cada millón de habitantes y la letalidad es del 2,7% sobre los casos confirmados.

En cuanto a la vacuna, Vizzotti reiteró que “ninguna será obligatoria y lo que explicamos es que las vacunas del calendario, por ley, son gratuitas y obligatorias, y que esta vacuna es una situación especial, excepcional”. (Infobae)