Se conocieron los pormenores del hallazgo de los restos del adolescente de 13 años que había desaparecido el 28 de febrero en Hernandarias. Todavía no hay explicación para semejante atrocidad.
Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Ramón Ernesto Grandoli, el niño de 13 años que estaba desaparecido desde el 28 de febrero pasado cuando salió de su casa de Hernandarias, se conocieron dolorosos detalles acerca de cómo fue encontrado.
Los restos estaban en proximidades del cementerio local y los investigadores aseguraron que el cuerpo se encontraba desmembrado y en avanzado estado de descomposición, informaron fuentes policiales.
El cadáver del niño fue hallado en un cañadón con agua y juncos, a pocos metros del ingreso al cementerio de Hernandarias y a unos 200 metros de la casa de sus tíos, quienes permanecen detenidos en el marco de la causa por orden judicial.
El jefe de Investigaciones de la Policía, Fabio Jurajuría, aseguró hoy que, de acuerdo con lo que pudieron observar los forenses que trabajaron en el lugar, el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición y «llevaba muchos días» en el lugar.
Además, el jefe policial explicó en declaraciones a Radio La Voz que el cuerpo se hallaba «desmembrado», y aclaró que en un lugar «fue hallado el cráneo y a pocos metros diferentes restos óseos».
«Ramoncito» había sido visto por última vez el viernes 28 de febrero cuando se retiró de su domicilio de la localidad de Hernandarias, a 90 kilómetros de la capital entrerriana, pasó por un kiosco y se dirigía a la casa de sus tíos, según pudieron reconstruir los investigadores.
El cuerpo fue hallado a unos 200 metros de la casa de Luis (28) y Hugo Roldán (23), tíos del menor, quienes permanecen con prisión preventiva en el hospital «Escuela de Salud Mental» de Paraná, ya que «no tienen las facultades mentales acordes para comprender por qué están detenidos».
La fiscal Melisa Saint Paul resaltó que la investigación apunta a que Luis «retuvo a Ramón y lo mantuvo oculto y privado de su libertad» desde el 28 de febrero pasado, y que ambos fueron los últimos que vieron al niño.
Durante el allanamiento en el domicilio de los Roldán, se secuestró una faca con sangre, una alpargata quemada que podría ser del niño, una bolsa de nylon negro y un arma cargada con 9 cartuchos en el precario baño ubicado a unos 15 metros de la vivienda.
Participaron de la búsqueda canes adiestrados, un helicóptero, personal policial de la comisaría de Hernandarias, de la División de Criminalística de la Jefatura policial de Paraná, Bomberos Voluntarios y operarios municipales de Hernandarias.
Télam
