Rodolfo Velázquez, naturalista, fotógrafo de naturaleza y guía de reservas naturales, dijo en RADIO MÁXIMA sobre el video que se hizo viral el fin de semana, que la víbora que aparece “es una yarará”.
Velázquez explicó que “la del caso del camionero es una Yarará grande que suele aparecer en bordes de las rutas en zonas cercanas a cursos de agua como arroyos y ríos, asi como campos donde se está arando la tierra o desmontando, también cuando los camiones cerealeros van derramando alimentos”.
“La yarará es la bicha más grande que tenemos nosotros en la zona, es una serpiente tranquila, pero muchas veces se corre riesgo de pisarla. Este animal tiende a huir de nosotros”, comentó el entrevistado
“La yarará sale a tomar calor básicamente, a calentar la temperatura corporal. No son agresivas de por sí, pero son altamente venenosas”, explicó el naturalista.
“No es recomendable hacer un auto guía por el parque, si no se va con un guía puede ser muy peligroso”, comentó Rodolfo.
“Es muy común que ocurra su presencia en bordes de las rutas en zonas cercanas a cursos de agua como arroyos y ríos, así como campos donde se está arando la tierra o desmontando provocando así un desplazamiento de las serpientes y otros animales cruzando los caminos o rutas hacia un lugar más tranquilo”, dijo Rodolfo.
“También ocurre cuando los camiones cerealeros van derramando alimento: aparecen a comer los cuises y aves… ahí aprovechan las Yararás para instalarse a capturar presas, -pero la cacería generalmente la hacen a la tardecita y noche- No olvidemos que el alimento fundamental de ellas son los roedores. No es peligro que estén estos ofidios, el verdadero peligro es que accidentalmente la pisemos, sino tienden a huir de nuestra presencia”, rectificó el guía naturalista.
“He relocalizado decenas de ellas cuando trabajaba marcando senderos en la creación de una reserva al lado del Parque Unzué. Ahí abundan y por ese motivo sería conveniente que las visitas del «Parque Florístico Unzué» sean únicamente con un guía y no someterse -caminando solos- a riesgos evitables si los senderos estuviesen bien mantenidos y recorridos con frecuencia por los guardaparques que, lamentablemente, están ausentes en nuestras reservas”, finalizó Rodolfo.
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